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sábado, 14 de septiembre de 2013

"La diada" catalana secesionista

Batalla de Gettysburg. Guerra civil norteamericana


Tener ocasión de ver a un caballero sesentón asido de las manos de otros de la misma edad, formando una cadena humana de la que toman parte también niños, adolescentes, y señoras de buenas familias tradicionales, algo fondonas  y de intachable conducta, no es cosa de todos los días.

Y menos aún si los eslabones de la cadena inician con una dinámica algo torpe, la marcha en perpendicular hacia la otra cuneta de la carretera, entre risas, sofocos y alguna tos más o menos espasmódica, volviendo a continuación a la situación inicial, dando pasos hacia atrás más precavidos, si bien con la misma desinhibición que en la ida.

Todos los asistentes a este jolgorio folklórico-político de "la diada" catalana de la secesión, parecían convencidos el día 11,  de apoyar eficazmente, mediante sus saltos, los caballeros y sus mohínes, las damas, a su presidente autonómico que pretende convertirles en súbditos de una nueva potencia europea respetada, en principio por Lituania,  y temida por el resto de España.

Por mi parte siempre había tenido la idea de que una secesión, salvo contadas excepciones, se consigue entre nubes con olor a pólvora, acompañadas por los roncos sonidos guturales de los combatientes empeñados en la lucha.

domingo, 8 de septiembre de 2013

La tragedia nacional del momento

La desilusión

Ayer, cuando el presidente del COI, que recordaba a un empleado de una empresa de pompas fúnebres, leyó los resultados de la primera votación del Comité, en virtud de los cuales quedaba eliminada "ipso facto" la candidatura de Madrid como sede de los JJ.OO. de 2020, un manto espeso de silencio pareció caer sobre la multitud madrileña que se había echado a la calle alegremente y seguía el acto celebrado en Buenos Aires, a través de pantallas gigantes de TV.

Cabizbajos, arrastrando los pies con desgana, algunos y algunas con las lágrimas a punto de fluir abundantes mejillas abajo, sujetando unos  incongruentes globos rojos, dispuestos para ser soltados en masa, una vez anunciada la esperada victoria, se dispersaron desde el entorno de la Puerta de Alcalá y calles adyacentes, dirigiéndose hacia las más próximas estaciones del Metro para llegar cuanto antes a sus casas y cerrarlas de un portazo

Aquello parecía la escena final de la película "Bienvenido Mister Marshall", cuando todas las ilusiones de los vecinos de Guadalix de la Sierra sobre un próximo futuro espléndido, desaparecía literalmente por las alcantarillas.

Unos (la nutrida delegación española de políticos, desplazada para trabajar el asunto en la capital argentina) y otros (el pueblo llano, esperando anhelante, resultados positivos) se habían autoengañado hasta hacer irreconocible el ego nacional, que el COI hizo estallar de mala manera: ¡ploff!

Un redactor de radio puso la guinda de la cuestión al asegurar, poco menos que sollozando, entrada ya  la noche: "Ha sido un sueño acabado en pesadilla". Los hay trágicos.     

jueves, 5 de septiembre de 2013

La sangría y los demás aditamentos

La sangría  del honorable Paisley

En el curso de los años 70 del siglo pasado, el reverendo Paisley, líder de los unionistas del Ulster arengaba a sus partidarios con talante furibundo, y por sus gestos y ademanes parecía comer papistas como dieta única, al tiempo que metafóricamente hundía su puño cerrado en el rostro de sus empecinados oponentes, uno tras otro, aplastándoles la nariz de mala manera.

Ayer mismo, un miembro irlandés del Parlamento británico, de igual nombre que el colérico clérigo, aunque desconocemos si existe parentesco entre ambos, pero con maneras oratorias semejantes al del citado clérigo, dirigiéndose en la cámara baja al ministro de AA. EE. de su Majestad, allí presente, y a propósito de las tiranteces a causa de Gibraltar, le exigió que llamara a su despacho al embajador de España, para conminarle a  tomar de inmediato su sombrero, no el bombín, ni el de copa  de siete reflejos exigible en los funerales de postín, ni el gris de copa utilizado en las carreras de Ascot, ni el borsalino, ni el flexible, sino el de paja y ala ancha de los antiguos segadores de la meseta castellana o de los olivareros altivos de Jaén cantados por el poeta Miguel Hernández. Para que, como Sancho Panza, saliera de la Isla Barataria con su asno, se fuera el embajador de las Islas Británicas, tirando del ronzal de su rocín, sin olvidarse la sangría. 

De cumplirse los propósitos del honorable Paisley, el embajador Sr. Trillo (miembro del Cuerpo Jurídico de la Armada Española) podría encargar a la cocina de la Embajada la preparación urgente de una jarra de sangría, pero en su estado angustioso no atinaría a reunir el resto de las condiciones exigidas por el irascible irlandés unionista, e iniciar con  la supuesta guisa imaginada por éste, su camino hacia Dover.

Si mister Paisley no tiene suficiente con una cañonera, que mande otra, y deje en paz al Sr. Trillo, hombre. 

sábado, 31 de agosto de 2013

Los principios inamovibles


Hace algunos años, ante la intervención del Presidente Aznar en el Irak del sátrapa Hussein, al lado del Presidente Bush, la izquierda española halló en su repertorio propagandístico, una frase de oro que después le llevaría a la victoria electoral. Fue esta: "No a la guerra".

Lo de menos eran los problemas planteados por Irak, país que no localizarían en el mapa más de las cuatro quintas partes de los votantes, la cuestión era hacer reverdecer en la imaginación de los ciudadanos imágenes de "sin novedad en el frente", del "desastre de Annual" de "los bombardeos sufridos por el abuelo durante la guerra civil" y de "la batalla del Ebro" y crear el reflejo condicionado descubierto por Pavlov, a la hora de depositar el voto en la urna.

Actores de cine y de teatro sin contratos, escritores sin editores, algún poeta concienciado y otros individuos ideologizados, pusieron su arte al servicio de la causa y los trémolos más sentidos en sus voces para cantar el talante seráfico y pacífico del PSOE.

Hoy, el Presidente Rajoy, de suyo más precavido que Aznar, y tendente a la inmovilización de personas, cosas, nubes, ríos, montañas e instituciones, tan solo apoyaría al Presidente Obama en Siria, contando con todas las bendiciones habidas y por haber de Naciones Unidas.

¿Sabéis  quiénes se muestran ahora más belicosos en el solar patrio, y como Don Quijote pasan las noches frotando las piezas de su armadura para que reflejen la cegadora luz del Sol en el campo de batalla? Pues los socialistas, claro.

Para que no aparezcan incoherentes en exceso, es preciso señalar que en esta ocasión los socialistas españoles se mueven junto a sus amados socialistas franceses, a los que adoran y al Presidente Obama, Premio Nobel de la Paz preventivo. Es decir, las cosas son muy distintas a cuando el belicista, e incendiario de guerra se llamaba José María.     

viernes, 23 de agosto de 2013

Cuestión de cocientes intelectuales


Como todo el mundo sabe, la Francia de Napoleón intentó acabar con Inglaterra, al igual que la Alemania de Hitler, algo más de cien años después. Ambos líderes tenían tres cosas en común, eran ególatras, megalómanos y por qué no decirlo, menos listos que los gobernantes ingleses de turno.

Los dos, Napoleón y Adolf, se solazaron, en su momento, durante algunos días, con el pensamiento de invadir a la Gran Bretaña, pero reflexionaron o les hicieron reflexionar, se acordaron de la temible flota inglesa y decidieron  calmar sus ansias guerreras invadiendo Rusia. Allí cavaron su tumba.

En el siglo XXI, la potencia europea en la cosa naval sigue siendo la misma. No obstante algo está cambiando. Cumpliendo con la rutina de los siglos precedentes, Inglaterra nos ha enviado como un acto reflejo, una flota disuasoria por la cuestión gibraltareña, aunque ellos lo niegan. Pero a su vuelta cuando entren de nuevo en el puerto de Southampton a alguien se le va a caer el pelo.¿No habeis observado lo oxidada que tenía la proa el portahelicópteros Illustrious y lo roñoso de su ancla siendo, como lo era, el barco principal y alojamiento del almirante jefe de la cañonería?  ¡Vaya una forma de disuadir!.

Así pues, eliminado el efecto disuasorio ante tanto descuido y desaseo, tan solo nos resta que los señores Rajoy y Margallo, sean más despejados, listos e inteligentes que Mr Cameron  y el alcalde Picardo, para ganarles el contencioso administrativo iniciado por este último haciendo trampas. 

lunes, 19 de agosto de 2013

Frases para esculpir


Según cuentan historiadores solventes, se hallaba el Rey Felipe II en sus aposentos de El Escorial, anotando una tras otra observaciones al margen de los documentos que leía, dejando oír tan solo el rasgueo de la pluma sobre el papel, cuando un discreto paje abrió la puerta de la estancia y anunció la presencia de un emisario con nuevas  sobre la Armada Invencible. Sin cambiar de postura ni decir una palabra, con un gesto de la mano, Su Majestad hizo pasar al mensajero.

El buen hombre, sombrero en mano, en el umbral de la puerta , con las rodillas temblando, apenas acertó sin caerse, a inclinar el tronco doblando la cintura casi en ángulo recto y oyó decir al Rey "¡vamos, hablad"!. El mensajero dio dos pasos hacia adelante y abrumado abrió su seca boca dejando escapar un sonido ronco semejante a un quejido perruno.

El Rey se volvió, le miró impasible y repitió sin alterarse lo más mínimo: "¡vamos, vamos, hablad"!."Majestad, vuestra Armada ha sido destruída por una tempestad" consiguió decir el mensajero, guardando para sí la segunda parte de la frase: "...tras un enfrentamiento con el pérfido enemigo" sustituida por un sonoro sollozo.

El Rey se limitó a parpadear dos o tres veces, dejó con cuidado la pluma en la escribanía y mirando a través de la ventana hacia las cumbres del Guadarrama, dijo con un matiz de rencor apenas perceptible: "Yo no envié a mis barcos a luchar contra los elementos". Y así quedó la cosa para la Historia.

La frase del Rey, que han conocido durante siglos todos los escolares españoles hasta no hace muchos años, ha sido harto imitada por próceres y similares, tratando desesperadamente de hacerse un hueco en los anales de Clío.

Este es el caso de Picardo o Pardillo, jefe de los llanitos gibraltareños, cuya frase histórica parece copiada de las pronunciadas por el pirata John Silver en la atmósfera espesa de un "pub",  después de abundantes libaciones de cerveza y ron: " ¡antes de halar yo los setenta bloques de cemento que tiré en la bahía ¡hip! se hiela el Infierno!". Picardo o Pardillo pudo muy bien después de pronunciar su frase,  haber pasado por sus labios el dorso de su mano izquierda mientras mantenía con la derecha la pinta de turno, aunque semejante gesto no fue recogido por la TV británica. Menos mal.
   




   

miércoles, 14 de agosto de 2013

Elogio y reivindicación del ajo

Objeto de desencuentro

Su Majestad la Reina Isabel de Inglaterra aceptó hace años, una invitación de sus "primos", los Reyes de España, para pasar algunos días en la Península e Islas Baleares, haciendo notar, no obstante, su aversión sin paliativos al ajo, como condimento de las futuras comidas regias.

Al parecer, varios estratos socio-económicos por debajo del correspondiente a la alta aristocracia británica, se mantiene el mismo rechazo al ajo, bien por mimetismo, o bien porque el aroma de la liliácea en cuestión les resulta insoportable, como nos lo hizo saber la señora Beckman a gritos, en una discusión de peluquería, mantenida mientras se ponía los rulos y el señor Beckman daba patadas al balón en el Real Madrid.

A la frontera con España del Istmo de Gibraltar, tan citada estos días, llaman los ingleses despectivamente "Muralla del Ajo", ignorando los matices del asunto. Porque, en efecto, no es lo mismo ser "un harto de ajos", como increpaba Don Quijote de la Mancha a su escudero, echándole en cara su descarada plebeyez, que disfrutar de las delicias gastronómicas, tales como las añoradas angulas o las más asequibles "gambas al ajillo".Que aún hay clases, señores. A ver si saben distinguir. 

    

sábado, 10 de agosto de 2013

¡Que llega la cañonera, madre!

HMS ILLUSTRIOUS: la cañonera

A mediados del siglo XIV y comienzos del XV, Inglaterra con esa capacidad de adherencia por tierras extranjeras que nunca ha disimulado, característica que le viene de lejos como se ve, era la dueña de Aquitania, en el Suroeste de Francia, fronteriza con Navarra.

Durante las épocas estivales de aquellos años, no eran raros los jóvenes caballeros ingleses que atravesaban la frontera, dirigiéndose a Castilla, León o Galicia para romper unas lanzas en las justas organizadas por los señores feudales y adiestrarse en el ejercicio de las armas. Desde Montelarreina los caballeros marchaban hacia el oeste con los peregrinos que hacían el camino de Santiago.

Castilla exportaba entonces a Inglaterra, entre otras muchas mercancías, ramas de chopo y fresno para fabricar las flechas que utilizaban los famosos arqueros ingleses, entre ellos los vencedores de la temible caballería pesada francesa en la batalla de Azincourt cantada por William Shakespeare en su "Enrique V"

Estas relaciones cuasi-idílicas se estropearon  en el siglo XVI, cuando las Casas reinantes de los dos países se iniciaron en la diplomacia de las alianzas matrimoniales. Durante este mismo siglo, al conocerse la Reina Isabel I de Inglaterra y su cuñado Felipe, príncipe heredero de España, y ex-rey consorte de aquel país, viudo de la Reina María ("The Bloody Mary") hermanastra de la anterior, se cayeron fatal, odiándose el resto de sus días. De aquí la cadena de desencuentros y encontronazos entre ambos países, producidos en los siguientes siglos, hasta el último, por ahora: la llegada de la cañonera a Gibraltar, anunciada para la próxima semana.

miércoles, 7 de agosto de 2013

Distinguido señor Margallo

Flota pesquera de Algeciras

Como usted sabe muy bien, desde el anuncio de sus medidas aplicables a la población de Gibraltar, se halla usted enfrentado a un arduo problema, mejor dicho, está usted metido en un embrollo que, según entiendo, carece de solución. Me explicaré.

La antigua base naval de Gibraltar, conseguida tras el tercero o cuarto intento de asalto por parte de la Navy, aquí y allá, en las costas españolas durante los siglos XVI y XVII, fue después Colonia en el XVIII, la única europea de su clase, y es hoy un "Territorio Británico de Ultramar",  Sus habitantes, que inicialmente sustituyeron a los españoles huidos a San Roque y fueron unos simples advenedizos de mala muerte, hoy son fieles y adictos súbditos de la Corona británica con todos sus derechos vigentes. Los mismos que asa usted a la parrilla en sus coches, al entrar en su Territorio Británico o al salir de éste, y les amenaza con cobrarles cincuenta euros de vellón por darse una vuelta por Andalucía,  volver a casa, y no sentirse como pájaros enjaulados.  

Son los individuos que en el plazo de un mes o dos, harán prevalecer su criterio en la instancias europeas, sobre los tratados rancios y obsoletos, como el de Utrech (1714) ya que en aquel entonces, dirán, nadie pensaba en aguas jurisdiccionales, ni en espacios aéreos.

Usted nunca verá a la máxima autoridad gibraltareña, el gobernador británico del Territorio, ocupado de acuerdo con la ordenación  actual, en asuntos importantes del exterior o de carácter militar. Usted mismo ha elegido a sus interlocutores, las autoridades locales intreresadas en los asuntos menores de su Territorio, como el hundimiento de bloques de cemento en "sus" aguas y la buena marcha de los ochenta mil negocios gibraltareños de import-export, apuestas por internet, lavanderías de dinero,  etc que al menos a primera vista no parecen muy "británicos".

Como diría Guillermo (William) Brown, uno de mis héroes infantiles favoritos, "apuesto que dentro de cien años, los gibraltareños podrán conversar desde sus explanadas, sin levantar la voz, con los vecinos de Algeciras, sentados en sus paseos marítimos".

No obstante todo lo apuntado espero, Sr Ministro, que tenga éxito en sus propósitos, aunque puede apuntarme entre los escépticos
      
  

lunes, 5 de agosto de 2013

Repaso a la izquierda

La extrema izquierda se identifica

La extrema izquierda extra-parlamentaria soportada en la actualidad por la sociedad española, está formada por una serie de individuos que son reclutados a veces para apoyar al ex-juez Garzón, agitar banderas de la Segunda República y acercar la cara a las cámaras de la televisión, hasta parecer unos auténticos engendros, ellas y ellos, semejantes a los diablos que pintaban en los códices los frailes de la Edad Media.

Otras veces, como en la pasada Primavera, esta misma izquierda ha soñado con protagonizar la ocupación del Congreso de los Diputados para hacer un poco de Historia, tomando parte de una asamblea constituyente, tal como han oído que pasó en Francia durante la Revolución.

Al lado de esta izquierda, casi hombro con hombro, tenemos a la extrema izquierda parlamentaria, sentimentalmente atraída por la anterior, y heredera del comunismo soviético, que durante casi un par de años (1937-1939) fue dueño de la situación en la España escindida por la guerra civil. Está tan lejos del poder como la extra-parlamentaria.

Finalmente, contamos con la izquierda parlamentaria propiamente dicha, que acaba de perder el poder y teme no recuperarlo en los próximos quince años. En su mayor parte integrada en el partido socialista, muy tocado por la crisis financiera y económica que no entendieron sus líderes, a las que se añade la crisis social exacerbada por el tortuoso, inconexo y evanescente pensamiento zapateril. 

Esta izquierda que adora dirigir nuestros destinos, basa su estrategia actual para recuperar el poder en las ocurrencias de dos personajes:  el director de un periódico que tendrá en el futuro ocasión de explicarse y el antiguo tesorero del Partido de Gobierno quien escribirá sus memorias en la celda patrocinada por el Estado.     

jueves, 1 de agosto de 2013

Los bloques

Tirando bloques al mar

El sistema político inglés resulta  impecable. El mejor y más democrático de Europa. Aquí lo dice todo el mundo, comparándolo con el nuestro, trufado de inconsistencias y problemas.

No obstante, la política imperial emanada precisamente del citado sistema político, en cuanto concierne a la última colonia inglesa situada en el continente europeo, Gibraltar, es ¿cómo lo diría? absolutamente deleznable, diseñada por gentes de baja estofa, o por trileros. 

¿A que clase de individuos se le ocurre, lanzar al mar bloques de cemento de muchas toneladas de peso, para impedir el crecimiento en el fondo marino, de los pastos que sirven de sustento a los peces, dificultando así que faene la flota pesquera de Algeciras?

Las patrulleras británicas llevan años cortando el paso a los pescadores españoles, pero éstos erre que erre, con la cabeza baja, marchan directos a sus tradicionales caladeros, haciendo caso omiso de la arrogancia naval  inglesa y de la proclamación unilateral de aquellas aguas como territoriales inglesas, con toda la frescura  de la que son capaces, haciéndolas jurídicamente iguales a las que bañan por ejemplo, los acantilados de Dover, tan preciosos ellos.

Sospecho que para evitar un "casus belli" y desgracias personales, alguien del Gobierno local de los "llanitos", eso sí con la benevolente aquiescencia de las autoridades navales de la Roca, se ha decidido por los bloques, sin parase en barras. Por cierto, en la bahía de Algeciras no se han visto las zodiak de "Green Peace", haciendo sus habituales  monadas, tratando de impedir la abominación que sólo se le ocurriría a un tipo con la mentalidad de Hannibal Lecter, el caníbal. ¡Hay que ver las compañías que tienen hoy día los caballeros del Almirantazgo!

Gibraltar se ha convertido en un nido de mafiosos, contrabandistas, blanqueadores de dinero negro y sinvergüenzas de toda laya de Europa y ahora, lo que faltaba, los bloques.



    

sábado, 27 de julio de 2013

Invariantes sociológicas españolas

“La verdad es que en España hay siete clases de españoles… Sí, como los siete pecados capitales. A saber: 
  1. los que no saben; 
  2. los que no quieren saber;
  3. los que odian el saber;
  4. los que sufren por no saber; 
  5. los que aparentan que saben;
  6. los que triunfan sin saber, y
  7. los que viven gracias a que los demás no saben"
Según Pío Baroja (1872-1956)

Durante los primeros años del franquismo, los años de la mimesis fascista, era frecuente denostar, tachándoles de resentidos a quienes se quejaban en público por cualquier molestia que originaban las restricciones de agua, de energía eléctrica o de luz, por la precariedad de las raciones de pan o de alimentos o  por la vetustez de los medios de transporte ciudadanos. Entonces toda queja podía ser interpretada como un artero golpe bajo a la integridad del Nuevo Régimen, el cual siempre tenía valedores en la inmediaciones del quejoso.

"¡Vd es un resentido!" podía espetarle uno de estos valedores al quejica, frenando en seco sus lamentos. Por cierto, esta defensa del Régimen, según leí tiempo después, también había sido importada de Italia, y el primero que la puso en circulación fue el mismísimo Benito Mussolini en uno de los artículos que publicó durante los años veinte en su propio periódico "Avanti".

Algunas veces el epíteto (variedad autóctona) "¡Vd es un rojo!", en sustitución del anterior, encerraba una amenaza mal disimulada, y el sujeto aludido procuraba fundirse en las sombras más próximas, porque ningún horno estaba en la época para bollos, sobre todo si el sujeto aludido se consideraba perteneciente al grupo cromático citado.

Pasados tantos años de aquello, con todos los quejosos, que podríamos llamar mussolinianos descansando en paz, han surgido otra clase de resentidos, en esta ocasión contra el Gobierno en el poder.

Ayer, en la tertulia de la cadena TV13, un individuo malencarado llamado Ricardo, a propósito del tren descarrilado en las cercanías de Santiago de Compostela, pidíó que pagasen las "responsabilidades políticas" los actuales gobernantes. Este nuevo tipo de resentidos actúa en obediencia a las consignas transmitidas por el Partido Socialista, mediante las tabletas, de acuerdo con los argumentarios del día. Estoy pensando en la denominación de estos resentidos, ya que llamarles mussolinianos podría dar lugar a equívocos.
    




miércoles, 24 de julio de 2013

Fascismos

K. Marx, el que empezó todo...

Los fascismos surgidos en Europa durante los años veinte y treinta del siglo pasado, constituyeron doctrinas burguesas de corte autoritario, con vistas a la gobernación de los pueblos, frente a las amenazas del marxismo, el cual fue también, a su vez, un fascismo, para mayor confusión, aunque de origen proletario y campesino. 

De acuerdo con el sentir de sus creadores y del entorno humano de éstos, cada fascismo tuvo sus peculiaridades o características más visibles; la brutalidad en el alemán, la teatralidad en el italiano y la indefinición en el español, porque Franco copió el conjunto de la administración fascista italiana (incluso la organización "Educación y Descanso", un calco del "Dopolavoro" mussoliniano), en tanto la doctrina propiamente dicha era falangista, elaborada por José Antonio Primo de Rivera, inspirada en gran parte en el pensamiento del filósofo liberal Ortega y Gasset, con algún toque comunista, como la nacionalización de la Banca, por ejemplo.

La posibilidad de que el galimatías conceptual o "empanada mental" exhibida por el profesor Iglesias en TV cuando reivindica su condición de demócrata por ser comunista antifascista según él, nazca de la indefinición franquista apuntada,  podría ser horrible para el devenir intelectual del docente y de sus alumnos. 

Los tres fascismos citados y otros muchos que surgieron al socaire de las victorias alemanas (francés, noruego, croata, húngaro, etc) desaparecieron (1) como regímenes nacionales entre 1943 y 1945, cuarenta años antes del nacimiento del joven profesor. Franco se desprendió de su fascismo como quien se quita un abrigo, y firmó un pacto con EE.UU. para alquilar a los americanos unos solares, convertidos "ipso facto" en bases militares, dos aéreas y una naval, por la potencia hegemónica. Pocos años después el General Eisenhower, vencedor de Normandía y destructor del "Muro del Atlántico", vino a España para dar agradecido un abrazo a don Francisco. 

(1) Salvo el fascismo portugués del profesor Oliveira Salazar y del doctor Gaetano, hundido con la "revolución de los claveles" 

lunes, 22 de julio de 2013

Intelectuales de la última hornada

Don Losé Ortega y Gasset pintado por Zuloaga

"No se puede ser demócrata sin ser antifascista" pontificó hace unos días el joven profesor (1) en la tertulia televisiva  del canal Intereconomía, atusándose su descuidada y rala barbita. "Yo soy comunista y, por tanto antifascista", continuó el docente madrileño. "En consecuencia, siendo antifascista, soy demócrata", y con una sonrisa pretendidamente provocativa, que no pasaba de insufrible para los otros contertulios, esperó la respuesta de éstos que no tardaron una fracción de segundo  en caer en tromba sobre el tierno agitador y sus silogismos.

El filósofo Ortega y Gasset dijo en cierta ocasión "lo que pasa a los españoles es que no saben lo que les pasa". Pues bien, el joven profesor, perteneciente a la crema de la intelectualidad crecida entre los grafittis  y la basura de la Universidad Complutense de los últimos treinta años, sabe muy bien lo que pasa a los españoles, y es su carencia de una buena dictadura democrática del proletariado.

(1) Pablo Iglesias, profesor contratado de Ciencia Política en la Complutense y futuro profesor numerario, catedrático, y posible sucesor del hijo del difunto Sr Carrillo, actual Rector de la Universidad, si el joven sigue aplicándose como hasta ahora.   

viernes, 19 de julio de 2013

La cuestión de las Indias Occidentales en el siglo XXI

Legión romana emitiendo cultura occidental


Un pariente muy próximo a mi familia, llegado de México donde residía, una vez acabada la Segunda Guerra Mundial, me explicaba con muchos detalles las aventuras de Hernán Cortés por tierras mexicanas. Sus relatos tenían los aires de reportajes periodísticos de un testigo presencial describiendo los excesos de las cabalgadas del huno Atila, perpetrados quince días antes.

Por mi parte, con escasas lecturas (Ch Lummis, Bernal Díaz del Castillo) y la información facilitada por los profesores del Instituto, entre benévola y épica, pensaba que el paso de los españoles por el Nuevo Mundo, había sido comparable a las marchas de las legiones romanas por Europa, poco menos que benéficas y seráficas, "expeliendo civilización occidental a diestro y siniestro". 

Si acaso, en la cuestión americana se habían producido algunas sombras originadas por la actitud intemperante del padre Las Casas (oportunamente amortiguada por la Leyes de Indias declarando a los aborígenes poseedores de alma inmortal y, por tanto, no esclavizables) y por la engañosa y falaz propaganda antiespañola de ingleses y holandeses, corroídos por los celos. Y no me digan que no los tuvieron, porque los tuvieron.

Tras el fin de los fastos virreinales, agotado el modelo que los desarrolló, y los chispazos de mutua simpatía como, entre otros muchos, el éxito de Mario Moreno, Cantinflas y sus películas en la España de los años cuarenta, y el de Sarita Montiel y sus mohines en México, durante los años cincuenta, resulta patente que el recuerdo de los conquistadores españoles, con sus caballotes y sus armaduras oxidadas, ha persistido indeleble en la América hispana, durante los últimos doscientos años. Así lo muestran, por no hablar de Internet, las consecuencias diplomáticas de la reciente y accidentada repatriación aérea desde Rusia, del presidente don Evo. Una pena. 

martes, 16 de julio de 2013

Aguanta Mariano

Keystone Cops (1912-1917)

Aunque no quiero dar nuevas ideas al pelmazo del anuncio de "after shave" de Barcelona, hoy se me ocurre preguntar: ¿qué países del mundo reconocieron a la Primera República Española (federal)? Fueron dos. A saber, los Estados Unidos de Norteamérica y, en Europa, la Confederación Helvética. Dos portentos de finura en sus análisis de relaciones internacionales. Cuando la República se convirtió en cantonal y el Cantón de Cartagena, después de bombardear Alicante, se ofreció como un Estado más asociado a la Unión ¿Qué hizo el Congreso de EE.UU entonces? Estudiar la oferta con toda seriedad, aunque no tuvo tiempo de adoptar ninguna decisión porque el Cantón debió rendirse a las tropas del General Martinez Campos.

A las discusiones surgidas en el patio de vecindad de nuestra joven, inmadura, maltrecha y corrupta democracia, se ha incorporado un medio de comunicación norteamericano, "The New York TImes", cuyos análisis políticos sobre España, recuerdan a las composiciones de lugar que debieron hacerse en el Congreso con ocasión del asunto cartagenero. No tienen ni  idea.

El caso es que los personajes de la comedia nacional, tales como Bárcenas, Cayo Lara, Rubalcaba, Rosa Díez, y demás especímenes, tampoco saben muy bien a qué carta quedarse, porque el primero cambia su estrategia al igual que  los  metereólogos y las metereólogas modifican las isobaras expuestas cada día en las pantallas de la TV y así, los movimientos de los demás siguen torpemente a los del tesorero infiel, como los bomberos de los "comedy carpers" del cine mudo, que sujetan la lona, intentando recoger al suicida situado en la cornisa de una quinta planta, en tanto dan unos pasitos de dereha a izquierda y viceversa. 

La oposición estima que los ciudadanos estamos maduros para caer en sus brazos. Pues se equivoca. Solo faltaría que movilizaran a las masas para dar la murga. Mariano, aguanta.  

sábado, 6 de julio de 2013

El "asombro" del señor González

Guías telefónicas, fuente de inspiración del Sr González

La implacable juez Alaya, instructora del caso de los expedientes de regulación de empleo andaluces (ERES) ha imputado a la ex-ministra de Fomento Magdalena Alvarez (Maleni), subdirectora en la actualidad del Banco Europeo de Inversiones, emplazándola para que conteste en fecha próxima a la batería de preguntas preparadas al respecto por la citada juez.

Tales preguntas versarán, es de suponer, sobre la presencia en ciertos documentos, de la firma de Maleni, en su calidad de responsable entonces de la Hacienda andaluza. Los documentos en cuestión, permitieron detraer de los presupuestos anuales de la Autonomía, muchos millones de Euros, hoy calculados en más de mil, y situarlos en misteriosos despachos, lejos de miradas inquisitoriales y curiosonas, para su posterior reparto entre amigos, devotos allegados y fieles al Partido.

Felipe González, seguido por otros sátrapas socialistas, ha salido escandalizado a la palestra en defensa de la política imputada, manifestando su "asombro", un tanto impostado y artificial, ante el Auto de la juez, suponiendo que el grueso de los españoles estamos en el guindo, donde aún permanecen en realidad alguno de sus incondicionales, tan felices.

El Sr González no debe recordar hoy, aquellos "informes", generosamente remunerados, de cien o doscientas fotocopias de las guías telefónicas, que sus esbirros enviaban a directores de banco y grandes empresas, con una cubierta primorosamente escrita a máquina, donde se podía leer, por ejemplo: "Estudio de la viabilidad de la expansión de la Empresa Tal o Cual en tierras lacandonas".

El "asombrado" Don Felipe debe creer que los españoles hemos olvidado a sus esbirros fotocopiadores. Pues no.     

jueves, 4 de julio de 2013

Yo te espío, tú me espías


Un autor norteamericano de "best sellers", Tom Clancy, describía en uno de sus libros, hace pocos años, el trabajo rutinario de una Agencia encubierta de espionaje, situada en Washington, encargada de identificar sistemáticamente transferencias bancarias en todo el mundo, para seguir el rastro de las redes terroristas. Igualmente detectaba los mensajes encriptados de los sujetos que formaban las redes, para identificar a los autores y receptores de las transferencias en cuestión.

Acto seguido, los agentes de campo de la Agencia, montaban los operativos oportunos y "neutralizaban" limpiamente a los terroristas, sin mucho esfuerzo, allí donde estuvieren.

Realmente las fantasías de Clancy tenían su asiento en una tecnología electrónica ya bien desarrollada, puesta a disposición del público en las tiendas del ramo. Sin ir más lejos, aquí en España un Ministro, hoy Jefe de la Oposición, se jactaba de saber "todo de todos" y se quedaba tan fresco mientras los periodistas que le rodeaban  tragaban la saliva con dificultad al oírle, en tanto empalidecían sus rostros.

Es decir, el espionaje mundial "globalizado", en todas las direcciones, se lleva a cabo actualmente ante las pantalla de los ordenadores y ya no se necesitan espías ni  venidos del frío ni de ninguna otra parte.

De aquí que extrañe tanto leer en los diarios  noticias sobre los incidentes de la ajetreada vuelta desde Moscú del avión presidencial de Bolivia, sospechoso de esconder al ex-asesor de la Agencia de la Seguridad Nacional (NSA) de USA, lo cual ha resultado ser una vulgar especulación, sin apoyo electrónico, una auténtica chapuza, que ha dado lugar a incidentes diplomáticos, nerviosismos, acusaciones desmesuradas y hasta insultos y desmelenamientos. Cualquier Jefe de Estado, debería saber que hoy puede adquirir un kit completo para espiar a sus vecinos próximos o alejados, poniéndose en contacto con nuestro ex-ministro citado, quien les atenderá con mucho gusto.


  

martes, 2 de julio de 2013

Pato a la naranja



En cierta ocasión tuve la ocurrencia de pedir "pato a la naranja", cuando la camarera de un restaurante inglés me ofreció la carta.

Terminada la comida, una comensal carraspeó ligeramente y me dijo en tono acusatorio: "hoy es viernes". Los demás, que conocían mi adscripción confesional, me miraron con interés de entomólogo y cierto aire de reprobación.

Intenté explicar el asunto de las bulas (recordaba en aquel momento los impresos correspondientes con su aspecto vetusto, sus sellos curiales y sus firmas notariales) pero mis esfuerzos resultaron absolutamente baldíos. Sin tener un aceptable nivel del idioma, no pude convencer a nadie de  aquel  cónclave  anglicano.  Se notaba muy bien en sus caras británicas. Estoy seguro de haber sido calificado "ipso facto", por todos, como un chisgarabís de  poco de fiar.

Si aquellos comensales sobreviven y hoy conocieran en detalle las andanzas de ciertos banqueros y políticos  españoles, y de todos aquellos que han tenido acceso a las arcas públicas y las drenan concienzudamente, es posible que dijeran para sí, haciendo un juicio moral de base empírica : "no podía ser de otra manera, ahora recuerdo a cierto individuo que..."

jueves, 27 de junio de 2013

Canallas en la sombra


La primera novela que leí sobre contubernios, traiciones e intrigas palaciegas, y no acabé de entender del todo, fue "El collar de la Reina" de Dumas. Al parecer los malvados enemigos de la soberana francesa, a cuyo frente se hallaba el taimado Cardenal Richelieu (¿o era el Cardenal Mazarino?) querían poner en evidencia ante el Rey a la dulce y hermosa Reina. Pero los tres mosqueteros acompañados por d´Artagnan se colocaron al lado de la Reina, espada en mano, y deshicieron los nefandos propósitos cardenalicios.

Hoy día, los españoles podemos seguir otra intriga, no menos enrevesada, contra una Corona empeñada durante los últimos años, según parece, en perder "glamour" a toda velocidad, con uno de los yernos de SM, carcomido por un vulgar afán de riquezas, como si fuera un antiguo maestro de obras reconvertido en constructor o un consejero de Caja de Ahorros, incurso en un proceso por malversación de fondos.

Y he aquí que el Ministro de Hacienda, don Cristóbal Montoro, autor del repaso económico experimentado por la inmensa mayoría de los contribuyentes, nos asegura con la solemnidad que utilizaban los antiguos ministros del Viejo Régimen, la inexistencia de intrigas nacidas en el seno de su Ministerio, o en la Agencia Tributaria. En todo caso, los  Registradores de la Propiedad o los Notarios  por descuido o incompetencia , podrían haber sido los causantes del infundio que acusa a la Infanta Cristina de blanqueo de capitales

Un tribuno socialista ha visto la oportunidad de lucirse en el campo de la oratoria, desde su sillón del Congreso, y con gesto prócer, lo cual quiere decir con el índice de la mano derecha levantado hacia la bóveda del hemiciclo,  ha conminado a don Cristóbal para que, antes de dimitir, pida perdón por su   gestión  chapucera, a la Infanta, al Congreso y al conjunto de los contribuyentes. El Sr. Montoro, lloroso, ha contestado que ya había pedido perdón y que no le torture más, Su Señoría, porfa.

Los canallas en la sombra, autores del desaguisado antimonárquico, habrán reído complacidos como lo hacía el siniestro "Pulgoso"      

martes, 25 de junio de 2013

Nuestro marxismo hodierno

Asalto al Palacio de Invierno, fuente de inspiración para Gordillo, Cañamero y Pérez.

Algunos ejemplares de comunistas españoles conocidos por la tele, aunque listillos, no serían capaces, por lo que les hemos oído a ellos y  ellas, de continuar de manera coherente  la doctrina de Marx, aceptando los hechos históricos desarrollados desde mediados del siglo XIX hasta el presente. De hecho, su discurso doctrinario alcanza hasta 1953, año del fallecimiento de Iosif Stalin, según se comprueba una y otra vez cuando  los directivos de las distintas cadenas televisivas les permiten darnos la lata.

Ni siquiera podrían  glosar el texto, tal como lo dejó don Karl. 

Una disyuntiva de tipo carpetovetónico al trabajo intelectual que representaría continuar la doctrina marxista expuesta en "das Kapital" es, como dicen ellos mismos, "la praxis", es decir, el asalto a los supermercados, bien de una manera testimonial, como lo practicaron el verano pasado, Gordillo, alcalde de Marinaleda (Sevilla) y su escudero Cañamero, o bien , más en serio, montando una coordinadora central y los comités locales necesarios, compuestos todos, coordinadora y comités, con compañeros y compañeras debidamente uniformados mediante camisetas amarillas, adornadas con estrellas rojas de cinco puntas, acompañados por "las masas", como le encantaba decir al difunto Sr. Carrillo, todos dispuestos, si fuera preciso, a "asaltar (sistemáticamente) supermercados, pero bien asaltados, no de cualquier forma" (velado reproche a los compañeros Gordillo y Cañamero), según  preconiza el portavoz de Izquierda Unida, Sr. Pérez, genio del marxismo madrileño.



martes, 18 de junio de 2013

El tren y el progreso


Cuando se inauguró la linea del ferrocarril  Madrid-Alicante, hace algo más de siglo y medio, las banderas nacionales que adornaban la estación alicantina eran incontables. Ayer, con motivo de la llegada del primer tren de alta velocidad (AVE) a la misma estación, las banderas eran igualmente incontables: no había ni una en toda la estación alacantí.

Ningún alicantino quiso perderse, a mediados del siglo XIX, la llegada del tren de vapor que conducía a la Reina doña Isabel II y a su séquito, y tanto en la estación como en los campos que la rodeaban entonces, se apiñaba una multitud expectante, bulliciosa y alegre. A su vez, el primer tren AVE llegó ayer a la antigua Akra Leuka en silencio, y fue recibido silenciosamente, porque la muchedumbre de curiosos se hallaba alejada de la estación  y de las calles adyacentes mediante el correspondiente dispositivo policial.

Esta muchedumbre segregó entonces a un puñado de profesionales de la provocación, quienes dieron rienda suelta al ejercicio de su libertad de expresión, según la califican algunos conocidos magistrados que se consideran progresistas, silbando, insultando y rugiendo, haciendo estallar cohetes, mientras agitaban sus banderas tricolores de la Segunda República, y pedían cada uno lo suyo, los que se expresaban más o menos coherentemente, desde la devolución del dinero de las acciones bancarias preferentes, hasta la terminación del corredor mediterráneo.

La reina Isabel debió pasar dieciséis horas en su vagón real hasta ser saludada por sus súbditos alicantinos, en tanto que su tataranieto el Príncipe Felipe, tardó desde Madrid algo más de dos horas en apreciar el poco afecto que le tienen algunos sindicalistas liberados de la Esquerra valenciana. No obstante, en alguna parte tiene que estar el progreso, aunque a simple vista no se aprecie.       

sábado, 15 de junio de 2013

Yo me borro

Atentado de ETA en la terminal 4 del aeropuerto de Barajas

Con el estereotipo del vasco, alto, ancho, recio, noblote y de pocas palabras, nos han estado engañando durante años, hasta que ocurrió lo que ocurrió.

Al margen de los elementos bárbaros pertenecientes a la rama ejecutora de la nefanda organización en cuestión, resulta evidente que los situados en la cúpula de ésta, los siniestros abogados y abogadas y otros personajes capaces de marcar pautas, estratégicas y tácticas desde la sombra, han sido incomparablemente más listos que los responsables de la lucha antiterrorista de los últimos diez años, encabezados por una  variedad de políticos sin ideas, carentes de la sagacidad suficiente para "ver" los escenarios sucesivos puestos en marcha por la aplicación de sus iniciativas del género buenista o tonto sin paliativos.

Tras la pérdida inicial  de la batalla semántica (con el cuento de los "gudaris", las "erkintzas", los "comandos" y el invento de " los derechos de los pueblos") estos políticos de pacotilla, han sido derrotados en todos los frentes, incluido el de la credibilidad en el exterior, perdiendo casos ante el Tribunal de los Derechos Humanos de Estrasburgo, frente a terroristas euskalerríacos y euskalerríacas, cosa que no ha pasado ni a Italia,  Alemania,  Francia o el Reino Unido con los suyos, pues han sabido silenciarles con discreción y  hasta elegancia.

Y ahí tenemos, quiero decir en Mondragón, a ese réprobo sanguinario e inmisericorde, a ese asesino enano, a escala 1/3, bajo una chapela , que si bien sabe perfectamente lo que ha perpetrado, no está arrepentido en absoluto, porque su conciencia había sido previamente neutralizada por los malos listos.

Y para enfrentarse a las duras críticas hechas al Ministerio del Interior por sus fingimientos en este último caso de excarcelación, el Ministro ofende a la inteligencia del contribuyente medio, al disculparse diciendo que él no puede prevaricar. ¡Váyase usted a paseo, señor mío!    

jueves, 13 de junio de 2013

No tenemos remedio

Partículas elementales

"Al carro de la cultura española le falta la rueda de la ciencia", escribió hace casi un siglo don Santiago Ramón y Cajal, dando en la diana de uno de nuestros puntos débiles nacionales.

Medio siglo después de los lamentos de don Santiago, la Academia Sueca de Ciencias distinguió con el Premio Nobel de Medicina al doctor Severo Ochoa, y cuando los reporteros madrileños asediaron a ciertos políticos responsables de la Ciencia  con el propósito de obtener una explicación de la razón del Premio  asequible a las entendederas del gran público, más de uno puso cara de susto y se vio en serias dificultades para desarrollar el asunto de la síntesis del ARN y su significado.

Casi medio siglo más tarde, un jerarca adosado al Ministerio de Sanidad, privó de una pequeña subvención a la doctora Morreale de Escobar, primera mujer admitida en la Real Academia de Medicina, que estudiaba entonces las variaciones del iodo orgánico en gestantes y sus posibles efectos en el niño. La subvención se destinaba a pagar el trabajo de una auxiliar que analizaba las muestras. El  jerarca había preguntado a la doctora sobre la incidencia  numérica de la disminución estudiada del iodo y el dato facilitado (1/10.000) a este propósito, casi hace caer de la silla al jerarca, quien salió acto seguido del laboratorio, anunciando el cese de toda ayuda ministerial a un proyecto de tan magras perspectivas..

Hace tres o cuatro días, la Secretaría de Estado del Ministerio de Economía y Competitividad, denegó la posibilidad de volver a trabajar en España a un joven físico afincado en Holanda (Diego Martínez Santos) en  el marco del Programa de recuperación de "cerebros" denominado "Ramón y Cajal" para más inri, alegando que su curriculum no era lo suficientemente bueno para España, es decir, que estaba por debajo de la media. El mismo día de la negativa, nuestro joven científico recibió el premio bianual que concede la Sociedad Europea de Física, como mejor joven físico experimental de Europa. El trabajo premiado se refería a las interacciones de las partículas elementales y a la desintegración de la partícula mesón B.

Francamente, dan ganas de bombardear a la Secretaría y Ministerio citados con partículas elementales y mesones, hasta dejarlos reducidos a escombros. .

lunes, 10 de junio de 2013

El algoritmo


Como dicen las palabras santas: "Por sus obras les  conoceréis" Y así es, en efecto, si las aplicamos por ejemplo a nuestros entrañables políticos profesionales. Para demostrarlo y de paso, hacer un ensayo tipológico de dichos sujetos, me he permitido hoy recoger tres casos que figuran en la antología de los aspirantes a estadistas históricos en algún momento de su vida.

Felipe González, jefe socialista de gobierno, conocía  a la perfección todo el asunto de los Gal desde que se constituyeron dichos grupos antiterroristas paralelos para llevar a cabo la guerra sucia contra ETA, con elementos de la policía, a los que más tarde añadieron algún marginado portugués de Angola. Cuando los tribunales juzgaron y condenaron por secuestro  a su Ministro de Interior Barrionuevo y a Vera, Secretario de Estado, González se mimetizó con el paisaje disfrazándose de moqueta en algún salón de la Moncloa inmediatamente después de hacer "la comedie" en  las  puertas de la prisión de Guadalajara para despedir a sus conmilitones, y permaneció de esta guisa hasta que unas semanas después  les indultó.

José Blanco, alias "Pepiño", Ministro socialista de Fomento (40.000 mill. de Euros anuales de presupuesto) cometió una serie de delitos  de prevaricación y tráfico de influencias. Incluso se adhirió con entusiasmo a la  idea de un amiguete del pueblo, sobre la recogida de medicamentos desechados en las farmacias por los clientes, para envasarlos de nuevo en dosis únicas y venderlos a los gobiernos africanos que se dejasen.

Refugiado en el Congreso como simple sedente, merced a las listas electorales cerradas, Don José tiene actualmente los dedos de ambas manos clavados cual garfios en su sillón de padre de la Patria, sin moverse para no llamar la atención del Tribunal Supremo.

Don Mariano Rajoy y su entorno más próximo, del Partido Popular, quienes durante la última campaña electoral lanzaron al éter sus voces, cuyos ecos aún resuenan en nuestros oídos, prometiendo y asegurando una y mil veces,  mantener "sin tocar para nada" las pensiones de los ancianitos, "las han tocado" sirviéndose de una multitud de asesores, técnicos y demás allegados, autores del engendro de algoritmo que figura sobre este texto, y según el cual o los ancianos dejan de acumular años tontamente, recibiendo dineros de la Caja de Pensiones, sin hacer nada de provecho, o les cortan en seco la pensión, aplicándoles los parámetros propios del caso. Es lo que don Mariano llamaría "solución técnica" para cortar de raíz esa tendencia de los provectos nacionales a alargar su esperanza de vida, dos años superior a la media europea. Hasta en esto teníamos que ser diferentes. 

       

viernes, 7 de junio de 2013

Una autoestima de capa caída



Durante algún tiempo creí que nuestro país podría ser homologable, en breve plazo, al resto de los europeos, a excepción de algunos como Suiza, Holanda y los Nórdicos, de suyo tan peculiares. Mis creencias debieron basarse en algún espejismo, por sobrestimar unas apreciaciones personales,  cuando comparé nuestra supuesta "normalidad" con la de los demás. 

Craso error consistente en pensar que habíamos abandonado para siempre la intemperancia, los patios de monipodio, el cuento, la informalidad y la actitud "la ocasión la pintan calva".

Otro error ha sido haber dado como completo nuestro catálogo de desventuras nacionales, porque aun faltaba añadir la observación hecha, de momento entre los escolares catalanes y andaluces, de síntomas evidentes de desnutrición. Quizás sea esta última desgracia, la que impacte con más fuerza en nuestra maltrecha autoestima.

Mientras tanto, periodistas y tertulianos de TV discuten con sofisticados argumentos, suspicaces unos y taxativos otros, si el señor Blesa, benefactor de Caja Madrid y admirador del clima de Florida (USA), debería estar en su casa de Madrid o incluso en su mansión de Florida, escribiendo sus memorias reivindicativas, o por el contrario, permanecer en la fría mazmorra de Soto del Real, donde se halla hasta este momento. Por lo pronto, el Gobierno de turno, con mayoría absoluta en el Parlamento, ha colocado a dos magistrados de su cuerda política en el Tribunal Constitucional, que es el no va más judicial en España, por encima del  Tribunal Supremo, para ganar sus próximas batallitas  y seguir con la misma miseria política de los últimos treinta  y tantos años.   

martes, 4 de junio de 2013

El timo veneciano

Los escombros de Montoro

Me gustan, como a todo el mundo, Velázquez, Goya, los impresionistas franceses, y otros artistas como Darío Regoyos, Zabaleta o Ricardo Baroja. Lo normal.

No creo que tengan mucho que ver estas preferencias con la innovaciones llamadas artísticas y la creatividad amparadas sistemáticamente por la Bienal de Venecia y la verborrea de sus comisarios.

La sensación de formar parte de un público al que ciertos sujetos, pertenecientes a círculos que parasitan la creación artística, se dedican a tomar el pelo concienzudamente, no me quiere abandonar. Desde hace unos cien años, cuando alguien, creo que un francés, llevó cierto sanitario de segunda mano, a una exposición para dejar helados a sus compatriotas y horrorizar a las damas, la historia se repite una y otra vez.

No hace mucho, la aportación española a la Bienal, consistió en una pared con una puerta de acceso a un recinto, que una vez abierta dejaba ver lo que había en el recinto: nada. Era una parábola del sueño español, según se explicó entonces. Ocho o diez personas que tomaron parte en semejante creación, con toda la seriedad española instalada en sus rostros, pasarían después por la Caja del Ministerio correspondiente, para cobrar sus emolumentos y seguir viviendo con la sensación de haber empujado la frontera del conocimiento del Arte de la Humanidad, un poco más lejos.

Como nadie se ha molestado en poner las cosas en su sitio, llamando al pan, pan, etc, otros caraduras subvencionados por el amigo de los conrtibuyentes,  el inefable Montoro, han hecho transportar a Venecia unas cuantas toneladas de escombros o piedras semejantes a las utilizadas por la Renfe como balasto en las vías férreas, con objeto de causar asombro y admiración de los venecianos que se dejen.

Mi sensación es que tanto los comisarios como los artistas señalados para mostrar sus engendros, constituyen una especie de mafia en connivencia con los transportistas de escombros, para impulsar su globalización. ¿Por qué no utilizaron escombros venecianos ahorrándonos los 400.000 Euros del transporte?  ¿eh?, Montoro

domingo, 2 de junio de 2013

El Hogar del Diputado


No sé si en estos últimos tiempos mi percepción de la cosa pública está distorsionándose por alguna causa física no identificada, algún astigmatismo no clasificado entre los conocidos, por ejemplo, vaya usted a saber.

El caso es que por la indiscreción de algún periodista, hemos conocido las ventajas económicas representadas por una especie de "Hogar del Diputado" subvencionado con dinero público, montado en el interior del Congreso, para el uso exclusivo de los Padres de la Patria, quienes pueden deslizarse hacia semejante antro incluso durante los plenos.

Tal abominación,  me ha recordado los antiguos Economatos de los Ministerios, así como  la Cantina para oficiales del antiguo Regimiento que lo fue de Isabel II y conocí el pasado siglo en Valladolid, y las reiteradas libaciones de algún oficial, concluidas con la respetuosa frase: "ya tiene usted suficiente por hoy, mi capitán" pronunciada por el cabo-barman. Ignoro si los empleados del "Hogar" del Congreso están facultados, como el citado cabo-barman del cuartel de San Benito, para frenar a los diputados excesivamente inclinados a elevar el codo, sin que se juzgue su conducta como desacato, teniendo en cuenta la susceptibilidad de los sujetos. De todas formas ahora nos explicamos ciertas conductas, y las escenitas interpretadas desde la tribuna de oradores por algunos diputados, especialmente los separatistas catalanes.  

Parece mentira, "con la que está cayendo", como dicen los tertulianos de la televisión, que se empecinen estos diputados en disfrutar de tamaña regalía a costa de nuestros euros. No tienen ni el menor atisbo de  vergüenza,  señala con razón el académico Arturo Pérez Reverte. 


martes, 28 de mayo de 2013

Pablo Iglesias, el Joven


Cierto personaje de la novela policíaca "El rapto de las sabinas" del escritor manchego García Pavón, conservaba desde sus años escolares un libro elemental de Historia de España, plagado de fraseología decimonónica, y de cuya lectura hacía gala, cualquiera que fuera el tema más o menos histórico discutido en las tertulias donde le admitían. Eufrasio, llamado Eufrasiete, nombre del personaje, negaba enfáticamente cualquier hecho histórico que no  figurara en tal libro. "Eso", decía, "no viene en mi libro"

Al igual que Eufrasiete, un joven profesor de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid, apellidado Iglesias, al que alguien tuvo la humorada de adjudicarle a su nacimiento el nombre de Pablo (1),  en su adolescencia o primera juventud, debió leer un libro de Historia, o  una colección de un mismo origen, soviético, y con tal bagaje se atrevió a asomarse a las pantallas de la TV (Intereconomía) hace pocos días para discutir el tema de la guerra civil, con ocasión de la Propuesta de ley, finalmente rechazada, hecha por "Izquierda Plural", declarando el 18 de Julio "día oficial de la condena del franquismo"

En el intercambio de argumentos con un historiador auténtico (Fernando Paz) Pablo hizo un encendido elogio de la Segunda República, con el lirismo habitual, destacando "el carácter democrático" de sus gobiernos de izquierdas, olvidándose de que el último de ellos, matara alevosamente  al Jefe de la oposición, cinco días antes del inicio de la guerra, sirviéndose de las llamadas fuerzas del orden republicanas.

Iglesias  se lamentó amargamente, en plan elegíaco, de la frialdad de Francia e Inglaterra con que simularon ayudar al "Gobierno mártir" de España, con las pamplinas del Comité de no-intervención, embargos de armas, etc  porque  seguramente  en su libro "no viene" que la marinería de los barcos de la Armada con base en Cartagena, una vez en mar abierto, y durante las primeras horas de la guerra, tiraron por la borda a sus oficiales.

El Almirantazgo británico, especialmente sensible a ese tipo de faltas de disciplina, conoció la barbaridad de inmediato, y un estremecimiento de horror debió recorrer los salones y despachos de su sede en Londres. Desde entonces el Reino Unido y Francia (por otras razones) mantuvieron a distancia a los "Gobiernos democráticos republicanos". Los imagino utilizando un palo muy, pero muy largo.


(1) Pablo Iglesias fundó el partido socialista (marxista) de España en Madrid, en 1879




domingo, 26 de mayo de 2013

¿Suena el Himno de Riego?

A Urdargarín y señora ya no les quieren en Palma

Cualquier lector aficionado a la novela negra sabe que los cuerpos de las víctimas abandonados a la intemperie, son objeto de la invasión de oleadas sucesivas de distintos tipos de insectos, que parecen esperar su turno con disciplina. Esta circunstancia permite a los sagaces doctores forenses establecer con una plausible exactitud el momento del óbito de la víctima, como dicen los autores de los relatos en cuestión, en dependencia con el tipo de los insectos observados por los de la morgue durante su  primera inspección.

"Mutatis mutandi" (qué ganas tenía de rendir homenaje a la noble lengua del Lacio, ya que fui uno de los peores latinistas de mi curso en el Instituto) fijémonos en la actualidad española, que se mueve al margen de la política oficial.

Porque no fallecido aún nuestro sistema político parece hallarse semicomatoso con la esperanza de que tenga lugar un milagro salvador. Por lo pronto, las oleadas de los metafóricos insectos esperando impacientes su oportunidad, zumban agresivas  para ocupar su turno.

Tuvimos en el inicio del proceso al inmaduro adolescente vallisoletano ZP posando, con su sempiterna mueca, bajo las banderas republicanas de cualquier manifestación callejera, cuando era jefe del principal partido de la oposición. Después vinieron los de Izquierda Unida y similares, empapados en la tradición oral  recibida de sus mayores. El mismo Cayo Lara, una especie de apoderado de IU, natural de Argamasilla de Alba (Ciudad Real, La Mancha) se presentó ante S.M., como un impaciente republicano. Después surgieron turbas antisistema, de rompe y rasga, que no ocultaban sus preferencias jacobinas y comuneras. Más adelante se dio a conocer el yerno guipuzcoano de S.M. del género picaresco, cuya vocación monárquica es totalmente descriptible, y por último conocemos al especímen presentado al público por la cadena de TV Intereconomía: un joven treintañero, profesor de sociología en la decadente Universidad Complutense de Madrid, cuyos conocimientos sobre la Historia de España de los últimos ochenta años, no han sido sometidos al juicio de la razón y al muchacho se le nota mucho. Mañana, si es posible, le estudiaremos. Por cierto, se llama Pablo Iglesias.

jueves, 23 de mayo de 2013

El ejército del señor Bosch

Tanque que rechaza el señor Bosch


Don Alfred Bosch, portavoz en el Congreso de Izquierda republicana de Cataluña, es académico y escritor. A diferencia de su conmilitón, el irascible  señor Tardá,  el señor Bosch tiene un gesto plácido que nunca se altera pese a las invectivas  que se ve obligado a soportar de algún  periodista madrileño, en la TV.

Al parecer el señor Bosch  se siente feliz interpretando el papel de protorebelde catalán del siglo XXI, y sus  intervenciones en el Congreso han consistido en protagonizar, junto a los compañeros de su grupo, numerosas escenas de protesta exhibiendo pancartas, carteles o camisetas con eslóganes y señeras, sin pronunciar una sola palabra, salvo cuando inició el mismo discurso en catalán tres veces consecutivas, interrumpido otras tantas por el Presidente de la Cámara y expulsado de la tribuna de oradores por desobediencia y contumacia.

Los deseos del señor Bosch y de otros entusiastas de su partido para crear un ejército propio catalán, han chocado frontalmente con la cruda realidad de los hechos, pues una simple brigada de carros Leopard, que podrían desaparecer en quince minutos de feroz combate, obligaría a la "Generalitat" a desembolsar unos 3.000 millones de euros, sin contar con los gastos de mantenimiento, un horror, tú.

Durante las conversaciones sobre tan sensible tema, alguien apuntó como alternativa, la posible cesión a Francia, de la defensa de Cataluña, propuesta que no llegó más allá porque uno de los asistentes, algo leído, recordó una iniciativa semejante adoptada durante el siglo XVII, acabada como el Rosario de la aurora.

Y fue precisamente el señor Bosch quien rozando la genialidad, por la sencillez de su planteamiento, encontró la solución al problema militar catalán. El señor Bosch se acercó al Ministro de Defensa, señor Morenés, sugiriéndole "que vaya preparando un reparto de activos para cuando se produzca la independencia de Cataluña" que está al caer, oiga, y advirtiéndole, como hombre previsor, que en el reparto de activos "no incluya carros obsoletos", pues él y sus compañeros conocen algo del tema a estas alturas y no van a presentarse desfilando por la Diagonal con tanques Renault modelo1916.            

martes, 21 de mayo de 2013

El señor Cañete

El sueño del Sr. Cañete

Mi idea sobre la organización de la Unión Europea es elemental. Como el promedio de los españoles, sé que existe una Asamblea general, poblada por los representantes elegidos de las distintas naciones; una Comisión ejecutiva; algún tribunal, por ejemplo, el de los Derechos Humanos, capaz de comprender como nadie las reivindicaciones de los morroskos y morroskas de "Euzkadi Ta Askatasuna" (ETA); el trío de los "Hombres de negro", facultados para levantar las alfombras de los despachos ministeriales en los países total o parcialmente intervenidos y finalmente los Comisarios, que son una especie de embajadores de la UE y van a los distintos países miembros para hacer sus recomendaciones

Al margen de los órganos, comisiones y tribunales, existe un aspecto de la Unión conocida por todos. A saber, ¿quién manda  en el asunto?. Pues mandan los países industrializados del Norte europeo, en tanto que los del Sur tirando a agrícolas, obedecen: "coloca este pino aquí", "quita esa vaca de ahí", tala ese olivo de acullá" y "haz el favor de lavar los pepinos, un poco más de higiene", etc.

Todo esto explica que nuestro Ministro de Agricultura, Alimentación y Medio ambiente, el señor Cañete, sin unos objetivos definidos, vague por los despachos de su Ministerio y se limite a dar charlas informales a los contribuyentes, sobre el ahorro del agua caliente de las duchas, aprovechando el chaparrón inicial frío de cuatro, cinco o más segundos, al que deben acompañar enérgicas y estimulantes friegas; dé consejos a las amas de casa sobre la conservación de los alimentos, confiando en el plazo real de validez de los yogures, que duplica a la validez establecida por algún predecesor suyo, un tanto tiquismiquis, y abra horizontes gastronómicos de emergencia a la población en general, haciéndose eco de la recomendación hecha por la FAO, de ingerir abundantes insectos como fuentes de proteínas de alto valor calórico.

El señor Cañete no nos ha aclarado en qué estadío de la evolución (larvas, individuos adultos) de los himenópteros, artópodos, dípteros, etc recomienda la condimentación y correspondiente ingesta de la fauna en cuestión. Será preciso esperar la  próxima aclaración del señor Cañete, antes de que el señor Montoro acabe con nosotros, sin haber tenido la oportunidad de seguir las recomendaciones del señor ministro de Agricultura, Alimentación y Medio ambiente.