visitas

jueves, 30 de junio de 2011

Gastos de botica



Cuando los ciudadanos cumplen incansables años y años, y alcanzan cotas cronológicas impensables no hace mucho tiempo, su organismo empieza a fallar aquí y allá, como los automóviles que han rodado más de 200.000 km y son habituales de los talleres de reparaciones.
Los ciudadanos también muy rodados, lo quieran ó no, deben frecuentar los Servicios Sanitarios de la Seguridad Social, cuyos doctores pasan buena parte de las horas de sus consultas diarias apretando el botón de las impresoras para facilitar recetas de los medicamentos destinados a paliar las iniquidades de la edad de los pacientes.
Y a medida que a las listas de los atendidos por la Seguridad Social, se añaden nuevas promociones de sexagenarios, la pirámide estadística de la edad se invierte y aparece el déficit económico de la Sanidad. Ante esta situación, los gobiernos autonómicos, justamente alarmados, tratan de moderar los gastos farmacéuticos, y recurren como lo ha hecho el de Galicia, a los llamados medicamentos “genéricos”, es decir no presentados bajo una denominación patentada (1).
Esta opción disminuye el gasto, con el ahorro consiguiente, desde un 20 hasta el 80% del precio de pastillas, tabletas, grageas, inyectables, etc destinados a tratar los achaques de los clientes habituales de la SS.
Pero he aquí que tal práctica elemental de economía, ha sido denunciada por el Ministerio de Sanidad, llevando ante los tribunales a los Servicios Sanitarios gallegos. Todo parece indicar que el citado Ministerio, regido por la ubicua socialdemócrata y lanzada progresista doña Leire Pajín trata de favorecer con todo descaro a la Industria farmaceútica, cediendo a las inevitables presiones.
Afortunadamente, doña Leire ha perdido la partida en los tribunales, que han fallado en favor de los Servicios gallegos de la Salud. Menos mal.
(1) Los medicamentos patentados y los genéricos tienen la misma composición medicamentosa específica, es decir los mismos principios inmediatos, si bien a los primeros se le añade alguna vitamina, ó cosa semejante, para poder patentarlos y encarecerlos. Un pequeño truco.

miércoles, 29 de junio de 2011

El lío de las palabras




Nuestro nieto Luis Ferreiro Muñoz creyó, durante una breve etapa de su vida, mientras frecuentaba la guardería, que todos los niños negros se llamaban José Antonio, porque un compañero suyo de la guarde, de raza negra, tenía este nombre.
Aquella fué la aplicación de una lógica incipiente a la realidad de su mundo, que Luis modificaría ó rectificaría pronto, sin dificultad, en su segunda etapa académica, cumplidos ya los tres años.
No obstante, otras criaturas, pese a ser más creciditas que lo era Luis entonces, utilizan hoy involuntariamente, como subterfugio, un mecanismo infantil semejante al de Luis para la interpretación del mundo propio en que viven.
Para explicar lo que sigue, es preciso apuntar cómo, en su retórica, los independentistas vascos utilizan palabras con un sentido distinto al habitual que les sirve para pasar la aduana de la propia conciencia, con toda tranquilidad.
La magistrada, Sra. Murillo, ocupada en juzgar estos días a diez ó doce acusados de resucitar la organización terrorista Batasuna (así identificada por el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo) no pudo contenerse, pese a las presiones políticas de los socialistas gubernamentales, ante una de las jóvenes acusadas, que abusaba de tiquismiquis dialecticos y le preguntó:
“dígame, un tiro en la nuca, ¿es violencia política?” La acusada careció de reflejos gramaticales y se perdió en los meandros mentales que han constituído la base de su educación “abertzale” desde su más tierna infancia, y no supo explicar el significado engañoso del aditamento a la palabra que es la verdadera razón de su existencia como independentista, tanto la de ella como la de todos de su calaña. Por cierto, la chica, guapita y estilosa, para que te fíes.




Foto: La magistrada Ángela Murillo

martes, 28 de junio de 2011

Desahogos



No tengo, como casi todos los españoles, una inquina especial por los separatistas, tan sólo inquina. Me explico. Tanto unos como otros, vascos y catalanes, se mueven en el espacio público de la maltrecha democracia española, crecen, engordan y se engallan, gracias a los beneficios obtenidos mediante el arte del chantaje del que son tan expertos.

De vez en cuando, gruñen y manifiestan su desagrado por tener que estar donde están, anunciando reiteradamente, con insistencia de niños malcriados, sus deseos de separarse, en cualquier momento, como si fueran los estados confederados del Sur.

El uso hecho por los separatistas vascos accedidos al poder municipal y autonómico, de unas supuestas prerrogativas, retirando banderas y retratos, saltándose a la torera la legislación vigente, no es más que un aperitivo para calmar a las fieras de sus bases.

Frente a estos montaraces, no hay políticos con la inteligencia y la firmeza de un Abrahan Lincolm para enseñar urbanidad a semejantes estafermos. Y los que tenemos se callan, o protestan débilmente para guardar las formas y continúan mirando distraídos a los pajaritos.

Leo en el periódico El Mundo que los responsables de las carreras de Montmeló (Barna) esconden también los símbolos nacionales pese a llamarse la cosa automovilística “Gran Premio de España”. Y, de nuevo, las autoridades de Madrid se muestran sin iniciativas, limitándose a mirarse en el espejo viendo cómo sus ojos se llenan de lágrimas pensando en el próximo abandono de su cargo.

Bienvenidos a Méjico lindo y querido. Cuidaros

lunes, 27 de junio de 2011

Ensayando una necrología



En la vida pública de los políticos existiría un momento revelador, aunque tenga lugar al comienzo de su carrera, que les retrata para siempre. Este momento estelar de ZB (1) fué el de la adherencia de sus posaderas al asiento de la tribuna, cuando una representación militar de EE.UU.,invitada por el Gobierno español, portando la bandera estrellada, pasaba frente al entonces candidato del Partido socialista.

Más adelante, y ya como Presidente nos regaló con otras dos facetas de su desestructurada personalidad. La primera negando el hecho apuntado más arriba y la segunda, persiguiendo literalmente en las reuniones internacionales, a los dos Presidentes americanos Bush y Obama, para congraciarse con ellos, mendigando la oportuna fotografía.

Quiso ganar la estimación de su propia prole, un asunto estrictamente familiar, y se retrató con su mujer y sus dos hijas góticas, todos de riguroso luto, con el Presidente Obama y su esposa en la habitual sesión fotográfica anual de estos últimos con los jefes de Estado y Gobierno de todo el Mundo que lo solicitan. Lo único que consiguió fué poner en ridículo a sus hijas y ser pasto de caricaturistas hasta la saciedad.

Mientras vivió en la Moncloa, dió muestras de ser el gobernante europeo más cutre, inculto, antisistema, carente de enjundia y enemigo de su propio país, de todos los conocidos, hasta el punto de negar la nacionalidad de cuatro quintas partes de los habitantes de la propia España para conceder nueva nacionalidad a los votantes de dos partidos políticos : Convergencia i Unió y Bildu residentes en sus propios rincones.

Deja como herencia a los españoles, cinco millones de parados, una hacienda pública saqueada por sus partidarios, la prima de riesgo de los títulos de la deuda más elevada, un sistema judicial desprestigiado, el comercio exterior hortofrutícula sin levantar cabeza, un cuerpo diplomático repleto de cargos políticos, un sistema público de enseñanza triturado a todos los niveles, una policía en gran parte carcomida y poco fiable y las escuadras de asalto preparadas para enfrentarse a su sucesor y hacer imposible en el futuro inmediato, un gobierno sensato y tranquilo.



(1) Zeta Bildu.

viernes, 24 de junio de 2011

Política basura



Ni en la presente legislatura, ni en la anterior, el Presidente ZP ha tenido mayoría absoluta parlamentaria. En consecuencia, ha debido recurrir para sacar adelante sus leyes y decretos al voto de los grupos independentistas vasco y catalán. Y ambos grupos han aprobado las iniciativas gubernamentales cuando la oferta del chaval leonés ha colmado sus insaciables ansias devoradoras.

Paso a paso, cesión tras cesión el Gobierno central, en el curso de las dos citadas legislaturas, ha ido adelgazando en competencias y prerrogativas, en tanto los independentistas ampliaban las suyas, hasta constituir una especie de excrecencias con vida propia, adheridas al cuerpo nacional, sin aportar nada a éste.

Quizás el aspecto más llamativo de la cuestión sea que los resultados de los cambalaches y tejemanejes zapateriles son mostrados, ante sus huestes, como cesiones arrancadas a la odiosa España. Es decir como la recuperación de algo debido desde hace siglos.

ZP que está dando sus últimas boqueadas presidenciales, tan poco estéticas, necesitaba la aprobación del decreto de los convenios laborales colectivos, una auténtica chapuza, para presentarlo en el Consejo de la Unión Europea, como prueba del cumplimiento de los deberes impuestos por la Unión hace un año y en especial ante la temida seño Merkel, a ver si les engaña a todos, y no nos intervienen la economía nacional, como le sucede a Grecia. ¡Gulps!

Y en medio de esta tragedia, llaman la atención las carcajadas del portavoz del grupo vasco, Ercoreca(1) relatando a los periodistas, los beneficios que ha obtenido su partido apoyando al Gobierno para la aprobación del Decreto, no con razones mejor ó peor hilvanadas ó elaboradas, sino absteniéndose en la correspondiente votación: “nunca hemos conseguido más con menos esfuerzo, ja, ja ja”.


(1) Este individuo, Ercoreca ó Erkoreka, es el mismo que vendió su voto por 100 mill. de Euros, en favor de la permanencia en el Gobierno de la inefable Maleni, la Ministra de Fomento más cómica del mundo mundial.

martes, 21 de junio de 2011

¡Que viene la derecha!



Un periodista de TV preguntaba el pasado domingo en la Plaza de Neptuno de Madrid a un “informador” con pinta de enteradillo, perteneciente a la estructura organizativa de la plataforma 15-M, horas antes de la llegada de las columnas indignadas procedentes de extrarradio madrileño, sobre el significado del Pacto del Euro, del que se mostraban tan feroces enemigos, a juzgar por el tono de carteles y pancartas de la “indignación”.

El periodista trató de ayudar al “informador” sugiriéndole si la reivindicación se refería a la vuelta a las monedas nacionales, o a que la deuda de unos países, España por ejemplo, la paguen los contribuyentes de otros, “mismamente” los alemanes. El enteco “informador” parecía ir pisando huevos al tratar el abstruso tema. Aseguró haber leído sobre el asunto, y haberlo entendido, si bien francamente, de momento no se acordaba de nada. Con gesto magnánimo se prestó a facilitar al periodista los sitios de internet.

Así están las cosas. El periodista se resignó a no enterarse del meollo de Pacto, suponiendo que los llegados más tarde a Neptuno, con los pies ardiendo, y la garganta seca tampoco estarían muy informados del asunto, aunque en definitiva alguien deberá pagar por su indignación. Todo apunta hacia el PP como blanco de la ira generada por los próximos e inevitables recortes, pues la sibilina Psoe bien se ocupa en hacerse perdonar sus infidelidades, mariscadas y demás de los años pasados, hacia el proletariado, lanzando miradas cómplices y enternecidas a los del 15-M que los tiene ahora tan a mano

lunes, 20 de junio de 2011

Bisontes


Hemos visto en más de una película cuyo escenario puede ser Texas o el lejano Oeste, cómo uno de los contendientes en lucha, aprovecha la fuerza ciega de una estampida de bisontes ó de vacas de largos cuernos, con el propósito de aplastar sin esfuerzo a sus enemigos, y dejarlos hechos unos zorros.

Alfred parece haberse inspirado en uno de estos episodios fílmicos para preparar sus retorcidas maquinaciones que pondría en marcha cuando se celebren las próximas legislativas, con esa especie de falta de pudor característica en él, tras su encogimiento de hombros como fingido gesto exculpatorio, y sus movimientos semiabaciales de manos.

Algunos contertulios televisivos que parecen tener una cátedra semejante a las de los dibujos medievales adherida a su trasero, y hablan siempre, en consecuencia, desde dicho adminículo, esto es “ex cátedra”, dicen que no existe ninguna conexión entre los acontecimientos actuales de la vida nacional, algaradas, acosos, y demás excesos y la aparición en escena de los variopintos “indignados”. Tampoco tendría nada que ver la inundación de plazas y calles por una marea humana durante el pasado domingo y nuestro sagaz primer viceministro, ministro de Asuntos interiores, portavoz del Gobierno y voluntarioso candidato a la Presidencia del Gobierno representante del Progreso.

Disiento de estos avisados contertulios. Alfredo es como un “chef” que va probando todas las salsas y olisqueando todos los sofritos en la cocina de su restaurante, preparados por sus cocineros ayudantes, al tiempo que da su opinión y emite sus órdenes: un poco más de sal, unas gotas de angostura, y cosas así.

En resumen, nuestras desgracias tienen sus raíces más profundas en la ignorancia de toda ciencia y saber del aprendiz leonés y de sus asesores. Sin embargo, el profundo y siniestro pozo dejado en herencia por el ignaro badulaque, constituye el caldo de cultivo en que se dispone a medrar Alfred asistido por un lumpen, compuesto por bisontes y otras clases de animales embestidores, que a estas horas el ministro cultiva con tanto cariño. Un nuevo partido renovado basado por buena parte de los indignantes, y a vivir los próximos cuatro años en la oposición. Alfredo, siniestro, que te estás volviendo transparente.

Por favor, no permitan que Alfredo se lleve a su casa el sistema de escuchas, porque es capaz de cualquier cosa.

viernes, 17 de junio de 2011

Rubi


Una vez nombrado heredero por su cuate el Presidente, Rubalcaba se enfundó en unos pantalones vaqueros, símbolo de su acercamiento al pueblo llano, representado en tal ocasión, por una serie de señoras mayores incondicionales con la cabeza Solriza, hábilmente distribuídas para no obstaculizar la visión completa a las cámaras del candidato único a las primarias del Partido. Rubi tomó asiento como al descuido en la esquina de una mesa de despacho, ensayó un nuevo modelo de sonrisa, tipo “mundo del espectáculo”, que permitiría a cualquier observador contar todos sus dientes a medio uso, y dijo a las señoras, con su leve parpadeo característico, “desde ahora no me llaméis Rubalcaba, llamadme Alfredo”.

En este momento, se inició la carrera del Ministro del Interior y Vicepresidente Primero, para recoger lo que quede de la herencia citada, empeño éste que le ocupa cada día, pues pese a ser ya sexagenario, tiene ilusiones para desarrollar en el futuro próximo.

En efecto, una semana después de la ocupación de la Puerta del Sol, el 15 de Mayo, Alfredo tuvo la fulminante revelación de haber acertado con su nuevo “look”, al ver en los de las rastas, la camisetas con mensajes, los pantalones a medio camino del suelo, los toldos, los plásticos y los contrachapados, a los futuros aliados en su conquista por el poder. Porque los de la Puerta del Sol, podrían provocar en su favor un tsumani de carne humana, de proporciones gigantescas, suficiente para anegar, en su día, todas las instalaciones de la acoquinada oposición, que perecería en el evento por el susto.(1)

Así que, como dijo el tigre rojo del Orinoco: ¡peperos, temblad!



(1) Para el próximo domingo en Madrid, según la prensa de hoy, Rubi acaba de permitir la marcha de cinco manifestaciones de indignados procedentes de toda España, las cuales en unión de las chusmas locales se reunirán en torno a las Cortes. Rubi ha dicho no tener motivos para desautorizar las manifestaciones, cuyos convocantes ¡no conoce! Él precisamente, que conoce todo de todos.

miércoles, 15 de junio de 2011

Patético comunismo


La aplicación de un modelo de “convivencia política” como el soviético, de alguna manera será preciso llamarlo, pudo dar su fruto a corto plazo, tal fué el caso de Cuba, con la ayuda de la aplastante propaganda de la izquierda occidental y más concretamente de la europea. Todavía recuerdo la visita del filósofo francés Sartre a la Isla acompañado por su mujer, a los campos de tomates cubanos, escuchando con unción las explicaciones del Ché, quien acababa de descubrir el estilo progresista del cultivo de la baya, y daba entusiasmado detalles inéditos de la revolución hortofrutícula caribeña.

La imagen mundial de la Perla del Caribe, cambió de un día para otro. Del manisero bailón que vendía su mercancía en las calle de La Habana vieja, se pasó a los bloques de hombres uniformados al estilo bolchevique, en formaciones cerradas, avanzando con las armas dispuestas y el ceño fruncido, capaces de pasar por encima de cualquier enemigo, dejándole laminado

Pero a medida que los líderes cubanos han ido perdiendo músculo y decalcificándose sus osamentas, aquel derroche inicial de energía se desvanece, en tanto es patente para todos, menos para Zapatero, Moratinos y sus incondicionales, que la situación cubana carece de futuro aunque, de momento, tampoco tenga otra alternativa, porque el aplastamiento de los disidentes fué la única asignatura que los cubanos tomaron en serio en el curso de las clases moscovitas, y ahora está dando sus resultados.(1)

Salvo China, cuya civilización milenaria constituye un factor de exportación imposible, los países que ensayaron el comunismo, con diferentes matices locales, fracasaron ó no levantan cabeza. Dados estos antecedentes, conocidos por todos, resulta patético contemplar a Cayo Lara, coordinador de Izquierda Unida, explicando anoche en TV, las razones de la rebelión de sus bases, ajenas por completo a la ideología, que en algunos ayuntamientos, los extremeños especialmente, niegan su apoyo a los encanallados concejales socialistas.


(1) Los cubanos disidentes que excarceló el Régimen castrista, a condición de no volver jamás a Cuba, fueron traídos por Moratinos con sus familiares a España medio engañados, pues aquí no les han concedido el estatus de refugiados políticos, sino el de meros emigrantes y malviven como pueden. Algunos se han marchado a lugares más acogedores, en tanto Moratinos obtuvo lo que quería, es decir, el voto de Cuba en la ONU para ser nombrado Director de la FAO.

lunes, 13 de junio de 2011

Modales


El gesto de temor y aprensión mal contenida de una estanquera inglesa, aparecido en su cara una vez que me vendió un paquete de cigarrillos, cuando procedí ante ella a rasgar el plástico con la cinta roja incorporada, fué tan expresivo que no lo he olvidado, aunque hayan pasado casi cincuenta años desde entonces.

Me pareció como si la buena mujer temiera que el paquete de tabaco pudiera convertirse en una granada de mano, y su cliente extra-insular, por tanto, civilizado a medias, pretendiera dejarla caer tras el mostrador, una vez quitado el seguro, por hacer una gracia, dejándolo todo perdido.

Incluso creo recordar que alargó una mano para recoger la cinta roja y la parte de plástico cortada. Le dí lo que parecía implorar, para su alivio y descanso. Dije adiós, y encendí el pitillo en la calle, pues no era cosa de ver colapsarse a la estanquera si tiraba un fragmento de cerilla en el suelo de su pulcro estanco.

Visto lo visto estos últimos días, como las ocupaciones por las bravas de calles y plazas, con sus cuerdas, plásticos, cartones, contrachapados, muebles desvencijados recuperados, las multitudes desgreñadas dando alaridos a los concejales electos, los alcaldes de Getafe y sus dicharachos, un gobierno gamberro desaparecido por las buenas etc, en semejantes circunstancias no veo yo que “mi” estanquera británica estuviera tan descaminada en cuanto lo que un servidor podía haber hecho, con el plástico del paquete de tabaco. Hizo bien en tomar sus precauciones.

domingo, 12 de junio de 2011

Revoluciones de diseño


La revista “París-Macht” publicó en su día varios reportajes gráficos sobre las algaradas de mayo del 68 en París, que dió lugar, creo recordar, a la dimisión del Genaral De Gaulle. Las fotos de aquellos reportajes mostraban a los estudiantes de París levantando barricadas con los adoquines arrancados afanosamente de las calzadas, incendiando un coche aquí y otro allá, enfrentándose en el Boulevard St Michel a los gendarmes, e inventando eslóganes muy elaborados para romper los esquemas mentales de los pobres papis.

Nuestros revolucionarios del 15-M, decididamente cutres, son más bien del tipo sedente y de estética de aduar. No obstante, algunos jóvenes de París quisieron imitarles, pero la política de Interior francesa tiene notoriamente más categoría que la desarrollada por el Ministro Rubalcaba y los jóvenes parisinos, no consta que fueran precisamente estudiantes, apenas duraron quince minutos en el lugar elegido para dar la nota. Cabe señalar que, hasta el momento, ningún movimiento de este tipo, destilado por meninges patrias, había sido imitado por los franceses, más cerebrales, lo cual me lleva a pensar que nuestros vecinos se hallan, en cuanto a revoluciones caseras, un tanto en decadencia.

El sedicente movimiento apolítico, pacifista y asambleario del citado 15-M, ha experimentado varias mutaciones a medida que transcurrían los días, como la Escherichia Coli hamburguesa, convirtiéndose en una cepa bolchevique, dispuesta a secundar los planes barrocos de Alfredo el Siniestro, al igual que cualquier partida de la porra. De momento ya tienen una especie de lider achacoso, contemporáneo de la toma del Palacio de Invierno, que les llevó hasta el Congreso para vociferar unas consignas pasadas de moda como el nonagenario en cuestión. Estoy seguro de que no serán jamás exportables, por lo mostrencas, para otras revoluciones estalladas allende nuestras fronteras.

viernes, 10 de junio de 2011

Antworten Sie, bite (1)


Debo confesarlo. Mi admiración por la legendaria eficacia del pueblo alemán en su conjunto, ha disminuído algunos grados. Parece mentira. No puedo creer cómo los autores de tantas aportaciones decisivas en todas las ciencias habidas y por haber, y de todos los saberes humanos incluída la Metafísica, hayan sido los mismos botarates que señalaron con su dedo acusador, a los pobres pepinos nuestros, como vectores de la violenta epidemia causada por cierta cepa escherichia coli en el norte de Alemania.

Me gustaría poder decirles en su idioma: “Pero, vamos a ver, almas de cántaro ¿cuantos casos de enterohemorragia por coli se han dado entre los encargados de cuidar los cultivos de pepinos murcianos bajo los techos de plástico, de cosecharlos, envasarlos, transportarlos y descargarlos de los camiones? ¿cuantos, eh? ¡ninguno! (2) ¿ y dónde han surgido los casos? ¡pues allí, donde están ustedes!. El asunto de las semillas de soja, ¿qué quieren que les diga?. No les creo. Por lo menos hasta ver, publicados sesudos trabajos demostrando esta hipótesis, en el “Journal of Bacteriology” y similares y los recoja Internet”.

Esta diatriba me gustaría echarles en cara por precipitados, pero en deutch, como hizo Beatriz cuando probó suerte y se arrancó frente a Frau Bonauer en Radolfselz (Wuttenberg- Baviera) diciendo “¿und sgang neche das züruck brotten?” (3), y la pobre señora miraba a Beatriz asombrada y contestaba en correcto alemán “¿was, was”?


(1) Conteste usted, por favor.
(2) La última epidemia sufrida por la Región murciana importada por mar desde Oriente próximo, tuvo lugar en 1880.
(3) Un invento de Beatriz

miércoles, 8 de junio de 2011

Economía helvética. Recuerdos (39)



Mis recuerdos de nuestros viajes veraniegos son un poco caóticos porque carecen de un elemental orden cronológico. El caso es que el mismo año “del soldado perdido en su propio País”, atravesamos Suiza, sin poner un pie en tierra, desde la frontera Sur con Francia, a la del Norte, justo a orillas del lago Constanza, ante el temor de que los Cantones Helvéticos hubieran acordado cobrar a los viajeros extranjeros, una tasa por respirar su aire helvético con la excusa de admirar sus bellas montañas alpinas.

Esta prevención, unida a los prohibitivos precios suizos (según el cambio del momento, un franco suizo equivalía a veinte pesetas) estaba basada en la experiencia.

Algunos años antes, debimos aparcar al atardecer, para pasar una noche, en la cuneta del camino de acceso a un camping totalmente ocupado por campistas permanentes, según aprecié la siguiente mañana, con su jardincito frente a las caravanas y dos o tres enanitos de yeso, artísticamente dispuestos en los dichosos jardincitos. En realidad era un camping de la variedad caravaning, según nos enteramos entonces.

Al fondo se veía con dificultad un campo de césped, casi oculto por las caravanas, en suave pendiente hasta un pequeño lago, probablemente artificial.

Al día siguiente, poco antes de reemprender nuestro viaje de vuelta a casa, pedí la nota al celador ó administrador del camping, sentado en una caseta desde la que dominaban las caravanas y el acceso desde la carretera. El celador ó administrador comenzó a rellenar, con parsimonia, en el impreso correspondiente, una lista interminable de conceptos. Lo hacía metódicamente, con letra muy clara hasta el punto de permitirme leerlos, frente al pupitre del celador, con el papel al revés. En un momento determinado, el hombre alzó la vista y al ver mi cara de preocupación por el resultado final de los cargos, intentó disculparse, explicándome la coyuntura económica suiza y siguó con la nota de nuestros gastos ¡ que incluía el uso del campo de césped, únicamente visto por mí hasta aquel momento, al acceder a la caseta !

Una vez entregados los francos resultantes de la imaginativa suma realizada por aquel señor suizo descendiente al parecer del Gran Capitán, Gonzalo de Córdoba, sentí ganas de gritaros, desde allí mismo: ¡chicos, hollemos sistemáticamente el campo del césped, el gasto ya está hecho!

lunes, 6 de junio de 2011

El soldado perdido. Recuerdos (38)


En una de aquellas correrías de verano por tierras francesas, nos encontrábamos rodando por una carretera más ó menos paralela al valle del Ródano, en dirección a Suiza y, llegado un momento, aparcamos a nuestra derecha en un amplio espacio, para descansar unos minutos y estirar las piernas.

La carretera, de segundo orden, no estaba muy concurrida, así que vimos de inmediato el camión militar verde oscuro, con una bandera tricolor pintada a un lado del parachoques, que venía en nuestra dirección y, ya a nuestra altura, aparcó con cuidado a pocos metros de nosotros.

Se abrió la puerta izquierda de la cabina del poderoso vehículo militar, y bajó de un salto su único ocupante, un soldado muy joven que parecía un recluta con pocos días de mili, llevando unos papeles en una mano. No le quitábamos el ojo, y como dicen en las novelas, nuestra curiosidad aumentó varios grados, porque vino derecho hacia nuestro grupo, nos saludó muy cortés desde una cierta distancia con un “bon jour”, salvó de inmediato la que nos separaba, y acto seguido extendió sus papeles sobre el capó del R-12, entrando directamente en materia preguntándonos dónde se encontraban él y su camión.

Los papeles del muchacho eran en realidad un mapa de la zona, de una escala relativamente pequeña y al mirarlo, me encontré tan perdido como el neófito guerrero, de manera que saqué del coche mi mapa Michelín, con referencias evidentes, como el curso del Ródano. Hice un cálculo apresurado de la distancia cubierta desde que arrancamos aquella mañana, y con un error de quince ó veinte kilómetros arriba o abajo, como diría mi cuñado José, señalé en nuestro mapa el punto donde suponía que nos hallábamos.

El soldado trató de identificar el punto en cuestión en su propio mapa, sospecho que sin conseguirlo. Al término de su escrutinio, lo recogió, y se despidió muy discreto, porque pese a mi horrible acento, pareció aceptar mis explicaciones sin parpadear.

Me he preguntado después muchas veces con una cierta preocupación, si aquella carretera por la que llevaba su enorme camión era la correcta, y si llegaría a su destino en un tiempo razonable.

sábado, 4 de junio de 2011

Los nuevos intolerantes

Me ocupaba ayer de localizar las cadenas de TV en el espacio radio-eléctrico, cuando tropecé con una que no conocía. En la pantalla aparecieron tres tertulianos, además del melifluo presentador, quienes debatían sobre los años de la transición.
Había visto en otras batallas verbales televisivas a dos de los presentes: a doña Lydia Falcón, una notoria feminista de combate, y a un antiguo cantante vallecano de rock, famoso hace treinta años, llamado “El rey del pollo frito”, dedicado ahora a pontificar sobre todo en diferentes tertulias, como elemento progresista, absolutamente feliz de haberse conocido.
A la señora Falcón, el novelista Pérez Galdós la hubiera comparado con los grandes navíos de tres puentes, que lucieron todo su poderío a mediados del siglo XVIII y surcaban los océanos a duras penas, muy repintados, en los tiempos de la batalla de Trafalgar.
El tertuliano que tenía la palabra, explicaba su tesis muy comedido, con voz tranquila, señalando el paso histórico desde una dictadura, ya muy atemperada, a un régimen democrático tan maravilloso como nos pareció en aquel momento, sin incidentes, salvo los excesos, comparativamente menores, de grupúsculos teledirigidos de extrema derecha.
Esta transición se debió, en opinión del tertuliaino, a una clase media española, desarrollada lentamente desde los últimos treinta años, tan solo existente antes de la guerra civil en el País Vasco y en Cataluña.
Doña Lydia y “Ramoncín”, así llamado el “Pollo”, estallaron entonces quitándose la palabra el uno al otro, elevando el tono de sus voces muchas octavas, para increpar y denostar a su compañero de tertulia por sus atrevimientos históricos, mostrando su indignación en nombre de la sacrosanta Segunda República democrática que acababa ser mancillado.
Tuve la impresión de que ambos pretendían reducir el contertulio, a un montoncito de detritus, como si fuera un personaje de Quino, para ser retirado de la escena con el recogedor y la escoba.

jueves, 2 de junio de 2011

La muralla idiomática. Recuerdos (37)



Durante las vacaciones de verano, en el curso de algunos años seguidos, fuimos a Francia, de camping en camping, un poco al azar, aunque fijando previamente en el mapa Michelín, la ruta de cada día. Estos viajes comenzaron, creo recordar, en 1972, cuando compramos el Renault R-12, que superaba en un tercio la capacidad y la potencia de su predecesor, un voluntarioso 4L, estéticamente rechazado siempre por Josefina, con un estremecimiento de horror como si fuera un pequeño monstruo.

Recuerdo algunas de aquellas vacaciones por anécdotas que no puedo asegurar si pertenecen a un viaje determinado. Quizás nos pondríamos de acuerdo sobre el asunto, si celebráramos una cumbre familiar.

En cierta ocasión estábamos los ocho en torno a una mesa en un restaurante de Foix, dispuestos a cenar. La camarera impasible esperaba pacientemente nuestros pedidos, bolígrafo en mano sobre un cuadernillo, y oía en silencio nuestra conversación sobre lo que apetecía a cada uno, y mis consejos de no comer mucho para cenar, por motivos de salud. Dos o tres habíais pedido ya tortilla francesa, cosa que me pareció muy bien, porque yo me inclinada en secreto por el plato único, tanto por su facilidad de traducción, como porque en aquella época al no existír aún las tarjetas de crédito, cualquier alegría gastronómica era desaconsejable, dada su repercusión inmediata en la cartera de Josefina, depositaria y guardián de la bolsa común del viaje.

En un momento determinado la secuencia de peticiones de tortillas francesas se interrumpió.Creo que fué Luis quien dijo alto y claro : “Yo, huevos revueltos”. “Hombre, Luis”, le contesté, “No nos compliques la vida a efectos idiomáticos. ¿Cómo digo yo en francés revueltos”?

Entonces la camarera rompió su silencio y dijo con una voz neutra, sin acento: “pues revueltos”.