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lunes, 27 de junio de 2011

Ensayando una necrología



En la vida pública de los políticos existiría un momento revelador, aunque tenga lugar al comienzo de su carrera, que les retrata para siempre. Este momento estelar de ZB (1) fué el de la adherencia de sus posaderas al asiento de la tribuna, cuando una representación militar de EE.UU.,invitada por el Gobierno español, portando la bandera estrellada, pasaba frente al entonces candidato del Partido socialista.

Más adelante, y ya como Presidente nos regaló con otras dos facetas de su desestructurada personalidad. La primera negando el hecho apuntado más arriba y la segunda, persiguiendo literalmente en las reuniones internacionales, a los dos Presidentes americanos Bush y Obama, para congraciarse con ellos, mendigando la oportuna fotografía.

Quiso ganar la estimación de su propia prole, un asunto estrictamente familiar, y se retrató con su mujer y sus dos hijas góticas, todos de riguroso luto, con el Presidente Obama y su esposa en la habitual sesión fotográfica anual de estos últimos con los jefes de Estado y Gobierno de todo el Mundo que lo solicitan. Lo único que consiguió fué poner en ridículo a sus hijas y ser pasto de caricaturistas hasta la saciedad.

Mientras vivió en la Moncloa, dió muestras de ser el gobernante europeo más cutre, inculto, antisistema, carente de enjundia y enemigo de su propio país, de todos los conocidos, hasta el punto de negar la nacionalidad de cuatro quintas partes de los habitantes de la propia España para conceder nueva nacionalidad a los votantes de dos partidos políticos : Convergencia i Unió y Bildu residentes en sus propios rincones.

Deja como herencia a los españoles, cinco millones de parados, una hacienda pública saqueada por sus partidarios, la prima de riesgo de los títulos de la deuda más elevada, un sistema judicial desprestigiado, el comercio exterior hortofrutícula sin levantar cabeza, un cuerpo diplomático repleto de cargos políticos, un sistema público de enseñanza triturado a todos los niveles, una policía en gran parte carcomida y poco fiable y las escuadras de asalto preparadas para enfrentarse a su sucesor y hacer imposible en el futuro inmediato, un gobierno sensato y tranquilo.



(1) Zeta Bildu.

2 comentarios:

  1. ¡Que bien suena el tiempo en pasado para referirise a este infame personajillo que nos ha fastidiado tanto!
    Falta calificar a los cargos políticos que deja: una pandilla de ineptos más tontos que él, si cabe.
    Besos

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  2. Luis Ferreiro Villanueva26 de julio de 2011, 13:01

    zp vete ya!!.Un besazo

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