Ni en la presente legislatura, ni en la anterior, el Presidente ZP ha tenido mayoría absoluta parlamentaria. En consecuencia, ha debido recurrir para sacar adelante sus leyes y decretos al voto de los grupos independentistas vasco y catalán. Y ambos grupos han aprobado las iniciativas gubernamentales cuando la oferta del chaval leonés ha colmado sus insaciables ansias devoradoras.
Paso a paso, cesión tras cesión el Gobierno central, en el curso de las dos citadas legislaturas, ha ido adelgazando en competencias y prerrogativas, en tanto los independentistas ampliaban las suyas, hasta constituir una especie de excrecencias con vida propia, adheridas al cuerpo nacional, sin aportar nada a éste.
Quizás el aspecto más llamativo de la cuestión sea que los resultados de los cambalaches y tejemanejes zapateriles son mostrados, ante sus huestes, como cesiones arrancadas a la odiosa España. Es decir como la recuperación de algo debido desde hace siglos.
ZP que está dando sus últimas boqueadas presidenciales, tan poco estéticas, necesitaba la aprobación del decreto de los convenios laborales colectivos, una auténtica chapuza, para presentarlo en el Consejo de la Unión Europea, como prueba del cumplimiento de los deberes impuestos por la Unión hace un año y en especial ante la temida seño Merkel, a ver si les engaña a todos, y no nos intervienen la economía nacional, como le sucede a Grecia. ¡Gulps!
Y en medio de esta tragedia, llaman la atención las carcajadas del portavoz del grupo vasco, Ercoreca(1) relatando a los periodistas, los beneficios que ha obtenido su partido apoyando al Gobierno para la aprobación del Decreto, no con razones mejor ó peor hilvanadas ó elaboradas, sino absteniéndose en la correspondiente votación: “nunca hemos conseguido más con menos esfuerzo, ja, ja ja”.
(1) Este individuo, Ercoreca ó Erkoreka, es el mismo que vendió su voto por 100 mill. de Euros, en favor de la permanencia en el Gobierno de la inefable Maleni, la Ministra de Fomento más cómica del mundo mundial.
Es tremendo ver con cuanta irresponsabilidad se toman el ejercicio de la política intercambiando votos como si fueran cromos. Y si, el fantasma de la intervención económica sigue rondando.
ResponderEliminarMuchos besos, os queremos mucho.