“La verdad es que en España hay siete clases de españoles… Sí, como los siete pecados capitales. A saber:
- los que no saben;
- los que no quieren saber;
- los que odian el saber;
- los que sufren por no saber;
- los que aparentan que saben;
- los que triunfan sin saber, y
- los que viven gracias a que los demás no saben"
Según Pío Baroja (1872-1956)
Durante los primeros años del franquismo, los años de la mimesis fascista, era frecuente denostar, tachándoles de resentidos a quienes se quejaban en público por cualquier molestia que originaban las restricciones de agua, de energía eléctrica o de luz, por la precariedad de las raciones de pan o de alimentos o por la vetustez de los medios de transporte ciudadanos. Entonces toda queja podía ser interpretada como un artero golpe bajo a la integridad del Nuevo Régimen, el cual siempre tenía valedores en la inmediaciones del quejoso.
"¡Vd es un resentido!" podía espetarle uno de estos valedores al quejica, frenando en seco sus lamentos. Por cierto, esta defensa del Régimen, según leí tiempo después, también había sido importada de Italia, y el primero que la puso en circulación fue el mismísimo Benito Mussolini en uno de los artículos que publicó durante los años veinte en su propio periódico "Avanti".
Algunas veces el epíteto (variedad autóctona) "¡Vd es un rojo!", en sustitución del anterior, encerraba una amenaza mal disimulada, y el sujeto aludido procuraba fundirse en las sombras más próximas, porque ningún horno estaba en la época para bollos, sobre todo si el sujeto aludido se consideraba perteneciente al grupo cromático citado.
Pasados tantos años de aquello, con todos los quejosos, que podríamos llamar mussolinianos descansando en paz, han surgido otra clase de resentidos, en esta ocasión contra el Gobierno en el poder.
Ayer, en la tertulia de la cadena TV13, un individuo malencarado llamado Ricardo, a propósito del tren descarrilado en las cercanías de Santiago de Compostela, pidíó que pagasen las "responsabilidades políticas" los actuales gobernantes. Este nuevo tipo de resentidos actúa en obediencia a las consignas transmitidas por el Partido Socialista, mediante las tabletas, de acuerdo con los argumentarios del día. Estoy pensando en la denominación de estos resentidos, ya que llamarles mussolinianos podría dar lugar a equívocos.
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