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sábado, 10 de agosto de 2013

¡Que llega la cañonera, madre!

HMS ILLUSTRIOUS: la cañonera

A mediados del siglo XIV y comienzos del XV, Inglaterra con esa capacidad de adherencia por tierras extranjeras que nunca ha disimulado, característica que le viene de lejos como se ve, era la dueña de Aquitania, en el Suroeste de Francia, fronteriza con Navarra.

Durante las épocas estivales de aquellos años, no eran raros los jóvenes caballeros ingleses que atravesaban la frontera, dirigiéndose a Castilla, León o Galicia para romper unas lanzas en las justas organizadas por los señores feudales y adiestrarse en el ejercicio de las armas. Desde Montelarreina los caballeros marchaban hacia el oeste con los peregrinos que hacían el camino de Santiago.

Castilla exportaba entonces a Inglaterra, entre otras muchas mercancías, ramas de chopo y fresno para fabricar las flechas que utilizaban los famosos arqueros ingleses, entre ellos los vencedores de la temible caballería pesada francesa en la batalla de Azincourt cantada por William Shakespeare en su "Enrique V"

Estas relaciones cuasi-idílicas se estropearon  en el siglo XVI, cuando las Casas reinantes de los dos países se iniciaron en la diplomacia de las alianzas matrimoniales. Durante este mismo siglo, al conocerse la Reina Isabel I de Inglaterra y su cuñado Felipe, príncipe heredero de España, y ex-rey consorte de aquel país, viudo de la Reina María ("The Bloody Mary") hermanastra de la anterior, se cayeron fatal, odiándose el resto de sus días. De aquí la cadena de desencuentros y encontronazos entre ambos países, producidos en los siguientes siglos, hasta el último, por ahora: la llegada de la cañonera a Gibraltar, anunciada para la próxima semana.

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