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lunes, 19 de septiembre de 2011

Tropiezos geográficos



El General Franco, cumplidos ya los ochenta, era trasladado de vez en cuando, de allá para acá, con el propósito de dinamizar al pueblo mediante discursos pronunciados desde los balcones consistoriales, rodeado de las obsequiosas autoridades locales y provinciales, tal como consta en innumerables documentos gráficos de la época.

En cierta ocasión, se cuenta, el General fué transportado a Calatayud y situado de inmediato en el  balcón del Consistorio bilbilitano, inició su discurso ante la multitud que atestaba la Plaza situada frente Ayuntamiento, con el exordio habitual : "¡Sorianos todos! ¡Estoy entre vosotros para reafirmar una vez más...!

En este momento, el General oyó a sus espaldas voces alarmadas tratando de corregir sus palabras, unas referidas al gentilicio utilizado, y otras a la ubicación del General y su cortejo, situado en ese momento en la provincia de Zaragoza y no en la de Soria, como parecía deducirse del  discurso del Caudillo. Más de uno se mordía las uñas.

Llegada la hora de las explicaciones, rodeado Franco por las temblorosas autoridades, dijo sin alzar la voz ni mirar a nadie, como acostumbraba: "¡me traéis y me lleváis a los sitios, sin darme explicaciones, así que nunca sé dónde estoy, y pasa lo que pasa!"

Errores como éste pueden perdonarse por el declive que imprime inexorable la Naturaleza, y del que no escapan ni los  hombres más poderosos del orbe. Otra cosa son los cometidos por las ministras socialistas cuyos mohines obnubilaron en su día el oremus del señor Presidente al elegirlas.

Consideremos el caso de los mohines de doña Trinidad Jiménez, Ministra de AA.EE,. candidata  que ocupa  el primer lugar de las listas del Pesoe por la provincia de Málaga. Situada ante los micrófonos, hace dos días, en el balcón del Ayuntamiento de Málaga, doña Trini, sintiéndose con el imperio que a veces arrebata a la mujer andaluza de tronío, nada cohibida, ha citado a voz en grito las obras necesarias en la ciudad andaluza, "¡beneficiosas para los ciudadanos madrileños!".

Las gacetillas de los periódicos que dan la noticia, no dicen cuando salieron de su estupor los compañeros de Partido de la Ministra y si les dió tiempo a llegar indemnes al aeropuerto para volver a Madrid, tras el discurso de marras.

3 comentarios:

  1. Hola papá: gracias por la anécdota. No me había enterado. Muchos besos. Beatriz

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  2. Yo recordaba la anécdota de Franco, pero referida en uno de los pantanos que inauguró. Lo de la ministra, ya se sabe: inutilidad a raudales.

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  3. Vaya plantel....
    En fin, es lo que hay.
    Os queremos mucho!!!!!!!!!!!!!!

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