Aunque el Presidente Zetapé no está inmerso todavía en la deliciosa tarea de supervisar el paso de las nubes, los separatistas vascos y catalanes se agitan nerviosos, como si tuvieran poco tiempo para obtener lo que quieren del diluido Gobierno actual, antes de constituirse el próximo y les siente las costuras y les ponga firmes, en primer tiempo de saludo.
El Presidente de la Diputación de Guipúzcoa, un tal Garitano, afín a ETA, caracterizado por llevar bajo el labio inferior una mosca (de pelo), que los militares del periodo romántico del siglo XIX completaban con un bigote de guías bajas contorneando las comisuras de la boca, ha mostrado su disconformidad por la sentencia condenatoria del Tribunal Constitucional, contra dos puntos filipinos del Terrorismo : Arnaldo Otegui y Diez Usabiaga, antiguos amigos del Presidente Zetapé y del Magistrado Garzón, respectivamente, acusados de intentar reconstruir la trama civil de ETA, en sustitución de Batasuna condenada por el Tribunal de DH de Estrasburgo y declarada organización terrorista.
Garitano, el de la mosca, ha dicho jugando con las palabras, como siempre: "es preciso interpelar al Estado Español para saber "si realmente quiere la normalización del País Vasco" y ha mantenido un gesto ceñudo, inventado en su momento por el Lendakari Arzallus, cuando quería amedrentar a "Madrid".
A su vez, el Honorable Presidente de la Generalidad Catalana, nos ha mostrado estos días su malestar por una sentencia del Tribunal Superior Catalán de Justicia, sobre la inclusión del idioma español en la enseñanza pública de Cataluña, poniendo en evidencia el empleo actual exclusivo de la lengua catalana.
Ahora resulta que el Honorable Artur Más, no tenía el "seny" que fingía tener y con ademán jaque , dirigiéndose al citado Tribunal ha dicho en voz alta para hacerse oír en todo el Corredor Mediterráneo, como si fuera un charcutero del Barrio Chino barcelonés acusado de sisar en el peso de la mortadela : "que no le toquen más las narices"
Así deja el Patio Nacional el especialista en cirros, cúmulos y nimbus.
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