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martes, 13 de septiembre de 2011

Rinconete y Cortadillo



Los personajes cervantinos Rinconete y Cortadillo, dos adolescentes abandonados a su suerte desde su más tierna infancia, se defendían trampeando para ganarse la vida. Jugaban a las cartas (marcadas) con los arrieros, en las ventas del camino real de Andalucía y les estafaban con toda pulcritud, porque estos adultos sinvergüenzas veían en los chicos unas presas fáciles.

Ambos muchachos llegaron a formar parte, una vez en Sevilla, de una organización de malhechores urbanos, dirigida desde un patio, por un tal Monipodio, hasta que los dos se plantearon la necesidad de ser hombres de bien. Y ante tan loables propósitos, Cervantes les salva para siempre en su novela.

La Diputación de Granada estaba regida hasta hace pocos meses, y desde hacía treinta años, por otro Monipodio, digno heredero del sevillano. Pero este Monipodio moderno y los demás elementos del patio, es decir, los diputados granadinos de los partidos socialista y comunista, no han tenido la oportunidad de regenerarse como los héroes de Cervantes pues fueron depuestos de sus cargos al perder el Partido Socialista las elecciones autonómicas, el pasado 20 de Mayo.

Antes de esta fecha, y según se ha sabido tras las inspecciones oportunas, el neo-Monipodio del siglo XXI llevaba un libro de cuentas semejante al de su predecesor sevillano del siglo XVI, donde en la partida "Atención a la delegación" apuntaba las cantidades devengadas (además del sueldo) por los asistentes al patio : 40 euros por la asistencia al despacho todos los días; 90 euros si la asistencia a la Diputación se desarrollaba al margen de las horas de oficina ; 40 euros /día por asistir a un festival de flamenco ; Id id por asistir a un festival de jazz ; 40 euros / día por asistir en Madrid a una serie de conferencias en el Ateneo Republicano ; 40 euros /día por formar parte de las procesiones de Semana Santa, y finalmente 40 euros por la asistencia a una cena (pagada) en un restaurante de la localidad.

Vamos a ver, ¿ habrán leído en Bruselas , ó en Berlín, la señora Merkel , "Rinconete y Cortadillo"? Porque de eso se trata. De conocer el paño.

1 comentario:

  1. Y lo peor no es que no lo sepan en Bruselas o en Alemania, lo peor es que no se enteran aquí.
    Definitivamente, en este país no cabe un tonto más.

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