La corrupción en España (Introducción)

Los socialdemócratas han culpado de nuestras actuales desgracias económicas a todo lo que se movía en su horizonte, incluída la oposición, apartando pudorosamente la vista de sus propias miserias y de su calamitosa gestión de gobierno, de sus  corrupciones, sus corruptelas y de sus despilfarros sistemáticos.

Cuando una Ministra de cuota (femenina) socialista y "mente-capta" pronunció la frase "el dinero público no  es de nadie", echó las bases teóricas  para justificar una corrupción, difundida en toda España, aunque los procedimientos se hacen más sofisticados de Norte a Sur de la Península, tal como veremos en días sucesivos.

Dados los ataques feroces y sistemáticos experimentados, durante estos años, por el dinero público, es muy posible que, en breve plazo, por su reiteración, sean objeto de la atención  de sociólogos y estadísticos   que se animen  a estudiar en profundidad el fenómeno, determinando su tipología e incluso formulando las leyes empíricas por las que se rige.

De momento, y como aportación desinteresada al asunto, me permito adelantar que el poder de atracción ejercido por las arcas de los dineros estatales, se halla en relación directa con la cantidad de contactos, a todos los niveles de la administración, de posible activación, por parte del presunto corrupto. Igualmente dicho poder es inversamente proporcional a la distancia (administrativa) existente entre las susodichas arcas y el citado corrupto potencial.

Cuando se dan ambas condiciones en un solo sujeto (contactos múltiples e inmediatez de las arcas) la probabilidad  de tener lugar una corrupción se elevaría a 99.99% . Porque en estos casos, teniendo en cuenta la maraña administrativa que facilita la corrupción, el  citado poder de atracción de los dineros parece ser irresistible.