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sábado, 31 de diciembre de 2011

La mano izquierda del Sr. Tnte Coronel

Así eran los chicos de Valladolid

Cuando formé parte del Ejército, aún se conservaban las Ordenanzas redactadas en la época del rey Carlos III, durante la segunda mitad del siglo XVIII, estableciendo la prohibición de formar parte en sus filas "a gitanos, murcianos y otras gentes de mal vivir".

Aunque siempre he desconocido la vigencia real de tales Ordenanzas, de todos es conocida la primera  modernización del Ejército con ocasión de la invasión napoleónica, cuando se suprimió, de golpe, la prueba de la "limpieza de sangre" para formar parte de su oficialidad, pues no estaba entonces el horno para bollos, ni para tiquismiqus aristocratizantes. Es de suponer que en tal ocasión murcianos y gitanos fueran acogidos con los brazos abiertos  en el Ejército.   

Sin embargo, la condición humana tiende a aflorar cuando lo permiten las circunstancias, como en mi época. Por ejemplo, en la Agrupación de Sanidad número 7, y al margen de los grados alcanzados por los oficiales, e incluidos en las Escalas, existía una segunda clasificación, soterrada, admitida por todos "in pectore", derivada del origen militar de las personas, formada por las variedades siguientes:  a) de la Academia militar, es decir, de los médicos convertidos en militares profesionales; b) de la Academia de asimilación, abierta durante algunos (pocos) años después de la Guerra Civil, para médicos asimilados a militares profesionales; c) de la Escala de suboficiales, sanitarios procedente de la tropa; y d) de la Instrucción Premilitar Superior, médicos con una condición militar fugaz, como era mi caso.

Una quinta variedad de oficiales fué identificada y definida cierta mañana, por el Tnte Coronel Jefe de la Agrupación, en una reunión con sus oficiales, a la que tuve el honor de asistir. A esta variedad podrían pertenecer todos y cada uno de los oficiales descritos en los rubros anteriores, una cosa transversal, como ahora se verá .

El Sr. Tnte Coronel expuso la situación sin andarse por las ramas : a los chicos (los soldados) Intendencia les entrega un par de alpargatas blancas cada seis meses. La duración media de dicho calzado era desgraciadamente breve: no llegaba al mes. ¿Cual era entonces la misión del oficial? Tener la habilidad suficiente, el Sr. Tnte Coronel se refirió expresamente a "tener mano izquierda" "con vistas a conservar la uniformidad, señores, para que todos los chicos calzaran alpargatas blancas, y no como puede verse ahora, cruzando el patio del cuartel a todas horas y en todos los sentidos, en una orgía multicolor, unos con alpargatas negras, rojas otros, los menos, blancas ¡incluso he visto a un chico con zapatillas a cuadros!" Menos mal que el Sr. Tnte Coronel no citó a los soldados confederados de pies descalzos.

El Sr. Tnte Coronel no dijo que los oficiales rogáramos a los chicos, ni menos que les exigiéramos, la compra de alpargatas blancas, cosa impensable. Simplemente abogó por la uniformidad consustancial con cualquier Ejército, lo cual fué una muestra inequívoca de que el Sr. Tnte Coronel tenía "mano izquierda".

viernes, 30 de diciembre de 2011

Sherlock Holmes en el cuartel



En términos comparativos, mi vida militar, pese a su brevedad, resultó mucho más abundante en situaciones inéditas y anécdotas, que la civil. Hoy quiero contaros otra situación impensable en mi vida de paisano, y para ambientarla procederé a dibujar el escenario.

Al menos un día a la semana, era nombrado oficial de guardia, con la tarea de resolver los asuntos "fuera de lo común", producidos en el cuartel. Como allí se alojaban de ciento cincuenta a doscientos soldados, raro era el día transcurrido sin que alguien diera la nota, como vereis.

El despacho del oficial de guardia se hallaba ubicado a un lado del ancho pasillo que conducía desde la puerta principal al enorme patio del cuartel, y consistía en un pequeño habitáculo con una mesa escritorio, un sillón y una especie de sofá convertible en un camastro tan incómodo, que resultaba mejor dejarlo tal cual, y esperar más o menos somnoliento al toque de diana anunciando el inicio de otro día guerrero.

Mis horas de guardia transcurrían leyendo o dibujando, y durante las tardes y las noches investido de la máxima autoridad cuartelera, porque el resto de la oficialidad se hacía presente, tan sólo, durante las mañanas de 9 a 2, salía a veces a estirar las piernas al patio, bañado por la luz de una luna tan clara y hermosa como no creo que vuelva a disfrutarse en ninguna ciudad, a causa de la nefasta contaminación lumínica. De paso, me aseguraba que todo estaba en orden y no había indios al acecho.

Cierta plácida tarde, hasta aquel momento, poco menos que en tromba, irrumpieran en el despacho, carente de puerta, un sargento llevando de la oreja sin contemplaciones a un corneta retorciéndose, y otro soldado. El sargento tardó diez segundos en ponerme en antecedentes. El corneta, llamado Eme, apócope de Emerenciano o Emerencio, era  acusado por el otro soldado de robarle unos chorizos caseros, que una madre solícita, al témino del permiso de su hijo, había envuelto en papel de periódico y acomodado en la maleta. En el momento del relato sólo los periódicos impregnados de grasa, eran, como suele decirse, mudos testigos del delito perpetrado.

El corneta, con una de sus orejas presa por la garra del sargento, se retorcía y gemía, negándolo todo. Entonces, yo hubiera querido ser tan ocurrente como lo fué Sancho Panza en sus juicios de la Isla Barataria, pero salvo acordarme, inútilmente, de las Siete partidas del Rey Sabio, en casos de que contemplaran abusos de confianza semejantes,  carecía de argumentos y de ideas para resolver la cuestión.

Un brigada que acertó a pasar ante el puesto de guardia y oyó el intercambio de acusaciones y negativas simultáneas, terció con gusto en el asunto, entró en el despacho, convirtiéndolo casi en el camarote de los hermanos Marx y sin respetar la presunción de inocencia del acusado, así como sus derechos humanos, ni cuidarse de mi presencia, dió tal bofetón  al corneta, que éste sin esperar al segundo, comenzó el cántico de la palinodia con todo lujo de detalles.

Resuelta así la cuestión, se marcharon todos, haciendo unos saludos  semimilitares, para dirimir los detalles del tema de los embutidos en otra parte, dejándome en paz hasta el "próximo asunto fuera de lo común". 

jueves, 29 de diciembre de 2011

Julio César, Napoleón y yo




La segunda parte, y última, de mi servicio militar (de seis meses de duración) transcurrió, a mediados del siglo pasado, en un cuartel de la ciudad de Valladolid, que constituía el acantonamiento de la Agrupación de Sanidad Militar número siete, perteneciente al Ejército de Castilla, desde la época de la reina Isabel II,  antes de la Guerra de secesión americana.

Con cierta frecuencia, la Capitanía General, ordenaba a la Agrupación su presencia, junto a otras unidades de las distintas armas, en determinadas ceremonias religiosas vespertinas celebradas en la Catedral. En tales ocasiones, la cadena de mando de la Agrupación, ponía en marcha de inmediato el mecanismo adecuado para nombrar al oficial encargado de conducir a nuestros aguerridos soldados a la Catedral, nombramiento y honor que, indefectiblemente, recaían sobre mí.

La primera vez que el mando me distinguió con tal nombramiento llevé una columna de quince filas formadas por tres soldados cada una, cruzamos la ciudad sin incidentes, asistimos a la ceremonia catedralicia, y a la vuelta, caída la tarde, rodeados por la bruma procedente del cercano río Pisuerga,  llegados frente al cuartel, la cabeza de la dichosa columna se hallaba a tres metros a la derecha de la gran puerta de entrada, marcando el paso ostensiblemente, con la nariz casi pegada a los ladrillos de la fachada.

Hoy creo, sinceramente, haberme equivocado al dar las órdenes, o quizás no las di dando los precisos alaridos reglamentarios, para que la tropa entrara sin dificultad en el cuartel . El caso es que la situación constituyó un auténtico "gag"  como los que más adelante utilizó Benny Hill en su "show" televisivo  con gran fortuna. Entonces lo interpreté como una falta de iniciativa de los tres primeros soldados , que no quisieron ver la enorme puerta del cuartel en el momento oportuno.  Qué graciosillos.

lunes, 26 de diciembre de 2011

Angustia freudiana



Tengo una pesadilla recurrente desde hace muchos años, y desconozco qué puede haber, durante el sueño, tras esa especie de vertidos intermitentes de elementos subconscientes en las descargas electro-químicas  neuronales. Únicamente puedo apuntar como característica de tales vertidos, su inagotabilidad. Llevo casi sesenta años con el tema.

El caso es que, ó bien me falta una asignatura para acabar la carrera, con el rosario de consecuencias judiciales en las que puedo hallarme incurso, una  vez entre las garras de la Ley, ó bien debo examinarme de latín ante el catedrático de la asignatura don Antonio Magariños del Instituto "Ramiro de Maeztu". Según el esbirro de turno al repartir las hojas del examen debía, no sólo proceder a la traducción del texto facilitado sino explicar el contexto en que se había redactado tal texto, en sus facetas políticas, sociales,  económicas y religiosas de la Roma republicana  ó de la imperial, según fuera el caso.

Como me ocurre siempre en mis pesadillas, don Antonio había facilitado a sus alumnos, el año anterior, al que yo no asistí, una serie de diez "puntos" ó principios sintácticos capaces, al ser aplicados, de facilitar "ipso facto" traducciones perfectas de los textos latinos.

Los alumnos de don Antonio, todos adolescentes angelicales, leían uno tras otro con voz clara y profesional, fragmentos de algún texto de Cicerón, César o Tito Livio, y a continuación los traducían  ante la aprobación y complacencia del profesor. Cuando llegaba mi turno de lectura, incorporado a la clase el año posterior al de la facilitación de los "puntos", mis traducciones no los tenían en cuenta, y al oírme don Antonio hollar de manera tan grosera las exquisiteces sublimes del clasicismo, debía sentirse invadido por una cólera sorda y quizás por algún enojoso sarpullido tan sólo visible en su cuello,  pues los genitivos de mis frases ¿ó eran los dativos?  carecían en mi traducción de la concordancia precisa con los verbos en la modalidad pasiva ¿ó era la activa?. Un auténtico desastre. Sentía, tal como ocurre en mis sueños, que a don Antonio no le hubiera importado fulminarme. Ahora que lo pienso, parecía un profe maligno de Hogwarts. A ver si hay algo de esto en mis pesadillas.      

domingo, 25 de diciembre de 2011

Patriotismos muy locales



La Unesco trató de promocionar, hace muchos años, una Historia Universal redactada sin la rémora nacionalista y patriotera. Iniciada la tarea, creo haber leído que la bienintencionada empresa no pasó de los tres primeros volúmenes, pues para sorpresa de los autores, al tratar la antigüedad más ó menos remota, surgieron problemas capaces de herir susceptibilidades de supuestos descendientes de algunos antiguos pueblos aludidos en la Historia.

El asunto no parece tener una solución tan  fácil, como pensaron los responsables de la Unesco en su día. Los textos escolares de primera y segunda enseñanzas de cualquier país contienen exageraciones inexportables, aptas, tan sólo para la educación de unos ciudadanos propios, con mentalidades acorazadas a la acción exterior, precisamente aquella que trataba de evitar la Unesco con la iniciativa apuntada.

En mis tiempos, nuestros libros de Historia Nacional adolecían de una notable ampulosidad, disculpable, me inclino a pensar, ya que la época, como decía un humorista argentino era bastante "epopéyica",  aunque sea preciso reconocer, que un único idioma desde California a la Patagonia argentina, "ya es un algo" como dicen en La Mancha. 

Todo esto viene a cuento de una conversación mantenida  con Arturo, uno de mis nietos, estudiante de segundo de Bachillerato, en un Instituto de la costa Este de EE.UU. Arturo me decía que estudiando la independencia norteamericana, les proyectaron en clase, como complemento, una película de Mel Gibson, en la cual, los ingleses, sádicos y genocidas, eran capaces de volver tan desinhibidos a las Islas Británicas deseosos de tomar té, después de quemar en las colonias, iglesias llenas de niños, mujeres y ancianos.

Por los comentarios que Arturo oyó en clase, todos estaban de acuerdo con el perfil psiquiátrico  de los británicos. Espero con impaciencia su vuelta, para que me explique si el acorazado Maine fué hundido en la Habana, por una bomba colocada en exterior del casco por los españoles, o depositada con cuidado, dentro del mismo, por responsables de la Navy. A ver si salimos de dudas. 

viernes, 23 de diciembre de 2011

Ahora los pactos



Cuando los tiempos eran mejores, todos sabíamos quienes eran los buenos y los malos  de las películas, porque todas terminaban con castigos ejemplares para estos últimos, con los primeros mirando hacia las montañas lejanas cuyas laderas comenzaban a cubrirse por las tempranas nieves invernales, mientras se hacía oír  una suave melodía, y a continuación venía el fundido en negro.

Hoy las cosas son más complicadas. Si oímos ditirambos de los ministros del Partido Popular, recién elegidos, destinados a sus antecesores socialistas en el cargo, no sabemos con exactitud dónde están los buenos y dónde los malos, ni con quién estamos nosotros. Como decía un ex-ministro hace años: "ya no sé si soy de los nuestros".

Por ejemplo, los elogios dirigidos por el Sr Fernández Díaz (Interior) al un tanto ruborizado, Sr.Rubalcaba,  personaje capaz de respirar a pleno pulmón, disfrutando, en las cloacas de Estado, hacen que el ciudadano corriente pierda el sentido de la orientación, sin saber a qué carta quedarse,  Las nubes de incienso con que el Sr. Gallardón (Justicia) ha envuelto a su predecesor Caamaño, dan también qué pensar sobre las negociaciones con la banda ETA, haciendo temer a otros que, algún día, una vez concluidas, los pistoleros de la banda no puedan desfilar por el Paseo de la Castellana de Madrid, como antaño los hicieron las tropas italianas de Mussolini a los acordes de "Giovinezza".

El  Sr. Montoro (Hacienda) cual esforzado San Jorge deberá alancear a la auténtica oligarquía, que es el sistema financiero, si éste se deja, lo cual no deja de ser, hoy por hoy, una auténtica utopía. Pobre Don Cristóbal.

En resumen , las fuerzas buenas deberán pactar muchos asuntos con las malas, si no quieren ver a las perversas inventar eslóganes pegadizos antimonárquicos sobre el yerno Urdangarín, que les haga la  vida imposible.

jueves, 22 de diciembre de 2011

Desplantes

1935 La kermesse heroique                           

A comienzos del siglo XVII un heraldo se dispone a anunciar la llegada inminente de un Tercio español en una tranquila y, al parecer, vacía ciudad flamenca. Ante las puertas del Ayuntamiento, el heraldo frena su caballo haciéndole sentarse sobre sus cuartos traseros, descabalga de un salto, sube a zancadas las altas escaleras que le conducen a la planta noble del edificio, llega al salón en cuyo perímetro se sientan acurrucados en sus sillones los temblorosos consejeros del burguermeinster, se pone en jarras ante ellos, y sin descubrirse, a voz en grito, exige alojamiento en las casas de la ciudad  para que puedan pernoctar cómodamente las tropas y los oficiales de Su Católica Majestad, el Rey nuestro Señor, que están a punto de llegar.

Sin añadir una palabra más, el heraldo se descubre , hace una burlona reverencia al Consistorio, y desaparece.

Así comienza la divertida comedia francesa de Louis Jouvet, "La kermesse heroica", que recordé hace unos días, en cierto momento de los discursos de la ceremonia de investidura del nuevo Presidente en el Congreso de los Diputados.

Llamado a la tribuna  de oradores el representante de la rama política de ETA, Sr. Antigüedad, éste tuvo a bien enfundarse con rapidez su saco como dicen los mexicanos, sobre la camisa roja garibaldina, abierta y sin corbata, en deferencia quizás, a tan selecto auditorio, e inició su discurso de perdonavidas en medio de un silencio sepulcral.

Muy en su papel, el garibaldino cuyo nombre es el de una villa burgalesa, lo cual denota su origen maketo, dirigió sus poco ocultas  advertencias al aún candidato a la Presidencia del Gobierno, añadió unas gotas de lírica euskalerríaca a su discurso y concluyó que no le votaría por considerarle representante,  de a una potencia extranjera. Dicho lo cual, saludó con una cabezazo al Presidente de la Cámara,  y se sentó en su escaño al tiempo que recibía las cálidas felicitaciones de sus compañeros esuskalerríacos. 

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Glorias artísticas



Ciertas aberraciones del Arte moderno en su expresión pictórica son, en mi opinión, con la que no pretendo convencer a nadie, Dios me libre, una consecuencia del espanto  originado por las sangrientas batallas de la Primera Guerra Mundial. Esto no quiere decir que diez años antes, no tuvieran lugar en círculos minoritarios de las vanguardias artísticas, alguna que otra "salida de tono".

No obstante, hablando en términos generales, no puedo creer, por ejemplo que la exhibición de una cerámica sanitaria fabricada en serie, se haya considerado, en su momento, como un objeto artístico digno de contemplación, sin la existencia de un previo clima "rompedor", generado por aquel delirio bélico europeo.

Hoy día gozamos en España con la presencia de dos ó tres epígonos de aquellos vanguardistas de los años veinte y treinta, como los pintores Antonio Tápies ó Miquel Barceló. 

El informalismo de ambos artistas hizo mella en el previo vacío estético del Presidente Zapatero, quien quedó fulminado ante la visión de sus obras. Zapatero no sólo decoró compulsivamente el Palacio de la Moncloa con las obras de Tápies, como tuvimos ocasió de ver numerosas veces por Tv, sino que se constituyó en el dadivoso mecenas de Barceló, cuando decoró con pintura plástica de diversos colores la bóveda de 1.400 metros cuadrados, de una sala del Palacio de las Naciones de Ginebra. Barceló lanzó, sirviéndose de un compresor, 35.000 kg de pintura hacia dicha bóveda, obteniendo miles de estalactitas multicolores, de las cuales unas obececían a la ley de la gravedad, y otras la ignoraban.

Precisamente, una de las últimas disposiciones de Zapatero, cuatro días antes de abandoner la Moncloa, ha consistido en el envío de 2.3 mill. de euros a Barceló, para restañar las zonas de la bóveda, cuyas estalactitas, habían obedecido, en el ínterin, a la citada ley.

Probablemente el tiempo acelerará  el proceso, facilitado por el calor de las lámparas que iluminan perimetralmente la pintura, disminuyendo su índice de adherencia . Y al final, permanecerá tan sólo la placa metálica, a la entrada de la sala, donde se recuerda al visitante, que la obra de Barceló fué realizada gracias al mecenazgo de un tal Sr.Rodriguez Zapatero, promotor de la "Alianza de las Civilizaciones", hasta que con la bóveda en estado lastimoso, los servicios de limpieza del Palacio retiren también la placa. Sic transit.   

jueves, 15 de diciembre de 2011

Don Baltasar

Tribunal Constitucional. Madrid


Un presentador de TV enumeraba, hace un par de días, las causas pendientes  que tiene ante el Tribunal Supremo el antiguo magistrado de la Audiencia Nacional, don Basaltar Garzón, ex-Juez estrella, ególatra donde los haya y marrullero judicial capaz  de obtener sin tasa eximentes y agravantes  en abundancia, que llevarse a los expedientes, capaz de aprovechar cualquier resquicio de los entresijos procedimentales para escurrirse sinuosamente, y dejar a los togados con el legajo entre las manos, mirándose unos a otros, sin saber a qué carta quedarse.

El caso es que el presentador, refiriéndose a una de las causas con las que los Jueces del Tribunal quieren inmovilizar  a don Baltasar, mencionó lo que se ha convertido en los últimos tiempos en una frase hecha: "los crímenes del fraquismo", pronunciada sin entonación ninguna, como podría haberse referido al "anticiclón de las Azores", de una manera totalmente neutra. Así es como nacen y crecen los mitos de la Historia: difundiéndose con dos palabras autoexplicativas, sin argumentos adicionales, para ser directamente tragados por las masas.

Don Baltasar llamó en su momento la atención del mundo judicial, exigiendo a todos los juzgados de España, los certificados de defunción  de todos los Jefes y Generales  de las promociones que intervinieron en la guerra civil  para empapelarles, pidiendo además a todos los párrocos, de las cinco o seis mil parroquias españolas, relación circunstanciada de los sepelios efectuados en los cementerios corespondientes bajo su jurisdicción, cuando se trataba de muertes violentas desde 1936 a 1975, ambos años incluídos. Seguramente alguien, ante la cantidad de papel que ingresaba diariamente en el despacho de don Baltasar, habría que verlo,  dió aviso a las autoridades competentes de la Magistratura y quizás de la Psiquiatría Nacional,  y allí se acabó la función de fuegos artificiales baltasarina.

Por el momento mientras recusa uno tras otro a los jueces que pretenden juzgarle, y ya van diez, don Baltasar sigue peleando denonadamente, sin descanso,  con sus últimos enemigos, mientras recoge datos para su próximo libro.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Políticos a estrenar



A partir de ayer, las carencias intelectuales del cuasi ex-Presidente ZP, comenzaron a dar sus frutos. Cuatro o cinco sujetos malencarados, mal peinados, mal afeitados, cubiertas sus carnes con camisetas y vaqueros y otro medio presentable, portador de una corbata celeste extraordinariamente visible, ocuparon sus asientos en el Congreso de los Diputados, como representantes de Amaiur (ETA) votados por la base sociológica del terrorismo que conocemos por la TV, siempre detrás de una pancarta con el puño levantado y el ceño fruncido.

El que hacía el papel de portavoz del los seis, pidió a la Presidencia provisional de la Cámara, grupo parlamentario propio, dejando en el aire una amenaza inconclusa: "porque si no..." 

Esto del grupo propio tiene un interés particular para los partidos minoritarios, pues permite a los portavoces de los mismos, junto a los dos de los partidos mayoritarios, popular y socialista, conocer secretos de Estado, y aquí tenemos a ETA, gracias a la  "capacidad  negociadora" del asombro de la política occidental, el Sr Rodriguez, enterándose con fruición de las operaciones realizadas, o futuras, de la Guardia Civil  y de la Policía Nacional, de sus despliegues, de las estrategias adoptadas por las fuerzas armadas, de sus carencias y debilidades, de los detalles de los movimientos diplomáticos, una vez que desaparezcan los Moratinos y las Jiménez para escribir sus memorias, y las actividades de nuestros sagaces espías del Cesid con que cuenta la seguridad del Estado. 

Los de Amaiur, al prometer defender la Constitución con todas sus fuerzas, añadieron de su cosecha las palabras "por imperativo legal" es decir, obligados por las circunstancias, y más tarde sintiéndose dueños de la situación añadieron una frase en vascuence para aclarar las cosas a sus compañeros de Cámara.

Con estos desplantes consentidos por la Presidencia del Congreso, añadidos a los de los comunistas, deseosos tambien de tener grupo propio y de enterarse de los secretos de Estado, para "sentirse en la pomada", terminó la sesión. Son igual que muchachos perversos. 

lunes, 12 de diciembre de 2011

Números




Esta mañana hemos ido Josefina y yo al Centro de Salud de la Seguridad Social de la villa de San Juan. Teníamos nuestra cita con el doctor a las 12,36. Cada paciente atendido resultaba inmediatamente reemplazado por otros dos, llegados "de refresco". Así  que tuve tiempo de explicar a Josefina mi teoría sobre el funcionamiento del sistema.

De acuerdo con esta teoría, la cantidad total de pacientes diarios vistos por cada doctor, y determinada por el ordenador, al que accede desde una terminal el empleado receptor de las peticionas de los asegurados, tendría un límite máximo, es de suponer. El ordenador dividiría la cantidad total diaria del tiempo, valorada en minutos, que los doctores están obligados a dedicar a su consulta, por la cantidad total de pacientes, previamente asignados cada día a cada consulta. El resultado de esta división,  aunque también desconocido, daría lugar a que los pacientes tuvieran asignadas unas horas de consulta extrañas por su precisión germánica, "bizarras" las llamaría don Santiago Ramón y Cajal, de conocerlas, como 11,38 ó bien, 12,43. etc.

No obstante, lo normal es que la atención a cada paciente sobrepase con facilidad en 50 o 100%  la cantidad de minutos teóricos  concedida por la máquina,  lo cual hace que la jornada del médico pueda ser interminable, en tanto los pacientes que esperan, vean cómo transcurren "bloques" de sesenta minutos  a partir de la hora prevista por el ordenador, posiblemente perteneciente a la última generación  conocida en el mundo de la electrónica.

La misma "estrategia" aplicada a las consultas quirúrgicas daría lugar a listas de espera de meses o de años.

Imagino a la señora Pajín, eximia Ministra de Sanidad que felizmante nos abandona en fecha próxina, haciéndose explicar estas cosas, sin entender absolutamente nada, la pobre.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Contrastes artísticos


Cuando en una conversación sale a relucir el Museo del Prado, todos, ó casi todos, se  acuerdan de las espléndidas colecciones de Velázquez y de Goya, que conserva la hemeroteca  española, una de las tres o cuatro mejores del Mundo, dicho sea con toda modestia.

Pocos serán los que paren mientes en el espléndido edificio neoclásico del Museo, proyectado por el arquitecto Villanueva en el siglo XVIII, y en el entorno, inluído el Museo que conserva la Colección Thyssen, poblado con soberbios ejemplares de cedros, acacias y plátanos centenarios, a uno de los cuales se encadenó, cuidando mucho la estética, la Baronesa Thyssen administradora de la citada Colección, para evitar su derribo, exigido por los proyectos urbanísticos y arboricidas del insaciable y megalónamo burgermeister madrileño.

Por el contrario, cuado se trata del Museo Guggenheim de Bilbao, su recuerdo va asociado siempre y sin remedio, a la evocación de un amasijo disforme de chartarra, que de lejos, puede recordar a un caballero medieval  derribado en Azincourt o en un lugar semejante. De las colecciones conservadas en el interior del Museo nadie dice nada. Al salir  de nuestra única y última visita al Museo, Josefina y yo no pudimos evitar nuestra perplejidad , allí vimos unos cantos rodados en el suelo de una sala, dispuestos en círculo; un caimán disecado sujeto a una pared, camisetas juveniles adheridas en otra, planchas metálicas de tres metros de altura puestas en paralelo para permitir al visitante discurrir libremente entre ellas, unas cuantas sillas valencianas pegadas unas a otras, así como un grupo de bombonas de butano. A una adusta vigilante veinteañera, le pregunté si nadie había hecho alguna observación sobre la extraordinaria  exhibición dispuesta por la dirección del Museo. Me contestó acentuando su adustez que ella no estaba allí para hacer valoraciones artísticas.

viernes, 9 de diciembre de 2011

Consortes


Palacio Real, Madrid

Diez años depués de la renuncia al trono, de Alfonso XIII, en 1931, recuerdo haber visto, incluída en los letreros de algún comercio en la calle Mayor de Madrid, la frase escrita en caracteres dorados con caligrafía inglesa: "Proveedores de la Real Casa", que prestaba entonces a la tienda en cuestión un marchamo de clase, muy evocador para los nostálgicos del Antiguo Régimen.

No sé si aquellos mismos anuncios eran los que habían aguantado los desastres de la década anterior, o eran copias de los antiguos. No obstante el paso del tiempo hizo desaparecer también los letreros repuestos, si fue éste el caso. Entre otras cosas porque la Casa Real reinstaurada se negó a utilizar la parafernalia monárquica de los viejos tiempos, incluídas las Casas Militar y Civil del Rey,  una corte palaciega y los viajes de los servidores de Palacio en berlina a los comercios madrileños, para adquirir artículos que después serían consumidos por sus señoritos. 

En consonancia con las nuevas costumbres, las hijas de los Reyes eligieron a sus parejas haciendo caso omiso de rancios protocolos y tradiciones, y aunque no sea posible aducir una relación causal directa entre estas elecciones libres y sus resultados finales, lo cierto es que hoy nos encontramos con un ex de la Infanta Elena, aficionado a las bufandas de piel de zorro, a los chalecos estampados con paramecios y a los pantalones verdes, exhibiéndose entre el público asistente a los desfiles de modelos en las pasarelas  de la Rue Saint Honoré y de los Champs Élysées de París, así como al marido de la Infanta Cristina, protagonista de informaciones periodísticas basadas en las filtraciones diarias del sumario de un Juzgado de Palma de Mallorca dizque secreto, asociándole en calidad de beneficiario, con  facturas millonarias llegadas a sus empresas desde entidades públicas, haciendo sufrir a la gente corriente que no se lo merece, entre ellos a su Sr suegro. Para mí, un auténtico desastre.  

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Notas de Sociedad



Ayer, 6 de Diciembre, celebramos el día de la Constitución de 1978, en casi toda España. El Salón de los Pasos Perdidos de las Cortes Españoles se hallaba repleto de Diputados y Senadores de la nueva y de la anterior legislaturas, así como algunos de las anteriores, de tal manera que la reunión semejaba, por lo nutrido un andén de cualquier estación del metro en hora punta.

Vimos allí al señor Peces Barba colaborador necesario en  la introducción de ETA en el Congreso, del que fué antiguo Presidente, un tanto fofo ya; anotamos la presencia del antiguo Comisario de Orden Público en el Madrid "de Corte a checa", sr Carrillo, capaz aún de mantenerse en pié, si bien un tanto amojamado a los 96 años cumplidos, identificamos a la Carme Chacón  portadora de un vestido rojo de lamé sin mangas, de longitud desconocida  dado el número de asistentes, quien se hizo notar tras un micrófono, sin mirar hacia el lado donde se hallaba el sr. Rubalcaba, mohíno por abandonar necesariamente en fecha próxima, el sistema de escuchas telefónicas; asimismo notamos la presencia de la sra Jiménez, de negro, cuya desenvoltura y sacudidas de melena habituales quedaron dificultadas por la falta de espacio, si bien no perdió su sonrisa  profidén; por un momento atisbamos al sr Cayo Lara sin corbata, diputado de Izquierda Unida (comunista) y rojo de pata negra que lanzó su exabrupto del día, leído ante los micrófonos y  ausentándose a continuación para lograr adeptos entre los perroflautas que sobrenadan estos días en las calles de Madrid; finalmente, entre los centeneres de personas que abarrotaban el Salon, pudimos observar el perfil inconfundible del sr Pepiño blanco que vagaba de un lado a otro con dificultad sin encontrar  ningún interlocutor ni válido ni inválido, y no citamos más personalidades por no hacer interminable la relación.

Todos pudieron apreciar que faltaban los hombres más conspicuos  de Cataluña y del Pais Vasco, siempre muy suyos, cuyas reivindicaciones, digan lo que digan, resultan cansinas y agobiantes pues son ya dos generacionas de políticos pedigüeños siempre con la mano tendida. 

El Presidente del Congreso, sr Bono, llegado su momento pidió silencio a la asistencia y leyó un azucarado discurso en alabanza y loa de su Jefe de Partido, el sr Zapatero, para quien auguró muchas páginas de la Historia "de este país" cantando sus excelencias y virtudes inmarcesibles, etc.

Una vez concluída la ceremonia, esperaba al cuasi ex- Presidente  Zapatero, a quince o veinte metros de la salida, una multitud de asociaciones y agrupaciones agraviadas durante estos años, cuyos componentes  silbaron, increparon y abuchearon al leonés todo lo que pudieron, disconformes con la edulcorada apreciación efectuada por el melifluo manchego Bono,  quien, por cierto, se dispone, dadas sus virtudes tan , conocidas por todos,  a solicitar del nuevo gobierno, la plaza de embajador ante el Vaticano   

martes, 6 de diciembre de 2011

Tal como fuimos


Hubo un tiempo en el cual los españoles pensábamos de nosotros mismos, ser gente sobria y frugal, poco dada a los excesos. De niño creía que este tópico elogioso nos identificaba a la perfección con los caudillos celtibéricos Indívil y Mandonio enfrentados, sin recursos, en defensa de su patria, con las poderosas potencias cartaginesa primero, y romana después. Había visto, no sé dónde, una escultura de ambos héroes y se conoce que me impresionó  su gesto decidido y sacrificado en defensa de tan noble causa.

Algún tiempo después, en posesión de un espíritu crítico más desarrollado, ví en aquel estereotipo  una especie de escape  que nos permitía hacer de la necesidad, virtud. Pasados los años, entendí que los servicios de propaganda, entonces muy activos, habían dado con un eslógan adecuado para el consumo de la gente común, como contrapeso de la penuria ambiental que nos rodeaba. 

A propósito de tal penuria y de la frugalidad española de la época, he conservado en la memoria, con todo detalle, la imagen del almuerzo de un sólo viajero en un compartimento de tercera clase, de un tren que cruzaba la Península a 40 km/h, compartimento ocupado además por otros nueve viajeros, quienes, de reojo, no perdían detalle de los movimientos del afortunado comensal.

El buen hombre había colocado el hatillo correspondiente, sobre sus rodillas, deshecho su nudo y alisada "in situ" la servilleta a cuadros, dejando ver un cuarto de hogaza campesina sobre  la tartera ocupada por una soberbia tortilla de patata y chorizo, bajo la cual yacían dos o tres filetes de ternera empanados. Hecha la pregunta ritual ¿ustedes gustan? y oídas las desmayadas gracias por el ofrecimiento de los sometidos al suplicio de Tántalo, ocupados en deglutir su propia saliva pavloniana, iniciaba el condumio, ilustrado de vez en cuando, con un tiento a la bota.

Nuestro paso por el Euro y por un bienestar ficticio que no se corresponde  con el esfuerzo realizado para conseguirlo, además de la renuencia a abandonar la práctica de los "puentes",  me hacen pensar si no nos veremos abocados otra vez nosotros, los  en  otros tiempos, tan  frugales, a "almorzar" mirando a hurtadillas al feliz mortal de la tortilla. 

lunes, 5 de diciembre de 2011

La deriva zapateril


Tumba de Napoleón
La compulsión visceral del Presidente en funciones, destinada a  destruir o desnaturalizar el Monumento a los combatientes en uno y otro frente de la guerra civil, se  hace presente con frecuencia, en boca de sus compañeros de nosocomio, con los mensajes más disparatados.

El sábado pasado oí a tres periodistas presentes en una tertulia de la cadena de  TV que vemos habitualmente, hallarse conformes  con la exhumación de los restos del General Franco  y su traslado a otra parte, sin pensar en las dificultades administrativas y judiciales del asunto. Parece como si la ideología de esta gente, obturara por completo su capacidad de razonar, pues no les importan los sentimientos heridos de muchos y el rechazo que produce en otros, la obligada convivencia con semejantes asaltantes de mastabas. Porque no quiero ni pensar en los pequeños monstruos que puedan albergar alguna satisfacción si se produjera la iniquidad. .

El caso, que prometo no tratar más en los días venideros para no obsesionarme, hace evidente la sensibilidad de los franceses frente a "su tumba", la de Napoleón el Grande. Aunque la historia de Bonaparte es conocida por todos, me permito resumirla, por si alguno no  recuerda ciertos detalles.

 Fué nombrado Cónsul en 1802, una vez que los franceses se hartaron de las actividades de la guillotina,  tras el Golpe del 18 de Brumario. Poco después se convirtió en Cónsul Vitalicio y a los dos años dió el paso definitivo, transformándose en Emperador, se entiende, todos estos cambios estuvieron avalados por los correspondientes plebiscitos, de carácter puramente cosmético. Su dictadura, se apoyó como todas, en la censura de prensa, el aliento sistemático de la delación y en un aparato policial capaz de oir crecer la yerba, dirigido por el famoso Fouchè, un notorio intrigante de mucho cuidado.

El Emperador puso Europa a sus pies, y la sembró de tumbas de jóvenes franceses desde el Sur de España hasta Moscú. No obstante, una vez fallecido en la isla de Santa Helena, prisionero de los ingleses, sus restos fueron inhumados con gran pompa y circunstancia, en los Inválidos de París, donde permanecen desde entonces, respetados por todos.

Entre nosotros, la manía vesánica de abrir tumbas puesta de manifiesto por Zapatero, hace dudar que esté en sus cabales y  permite pensar que vive en una atmósfera tétrica y gótica como la de una película "de miedo" de los años treinta, cuando trabajaba un tal Boris Karloff. 


     

sábado, 3 de diciembre de 2011

Conspiraciones



La manipulación de la opinión pública, siempre presente en todo tiempo y lugar, como es bien sabido, se muestra especialmente activa cuando están en peligro los intereses directos de los manipuladores. Entonces, la actividad manipuladora se convierte en torrencial, y los pobres diablos manipulados estamos ya perfectamente macerados para decir sí a cualquier tontería brindada como explicación por los poderes públicos omniscientes.

Nuestro último caso de manipulación se refirió a doce ó catorce musulmanes, quienes decidieron "inmolarse" para no caer en manos de la policía, según se apresuraron a relatarnos, con pelos y señales, las fuentes habituales, colgando a tales individuos, ya silentes, la autoría del atentado a los trenes de Atocha.

Al otro lado del Atlántico tenemos a los norteamericanos ocupados, ciento cuarenta y seis años después del asesinato del Presidente Lincoln, tratando de entender tantos aspectos del crimen sin aclarar, puestos de actualidad por una película recién estrenada (1). En este caso, y en el plazo de pocas horas la policía fué capaz de encerrar a todos los cómplices del asesino Booth, siguiendo unos rastros tan ostensibles y llamativos, como los copiados aquí por los humoristas inventores de la bolsa de Vallecas ó de la furgoneta Renault Kangoo. Unos genios.

En los EE.UU. las autoridades colgaron, además de tres individuos destinados al patíbulo desde el principio de la conspiración, a una mujer, la señora Surrat, tan culpable como el único condenado a 32.000 años de prisión, creo recordar , por el asunto de los trenes.

Mientras los verdaderos culpables de la muerte del Presidente Lincoln, cuyos nombres se desconocen, pertenecientes a la fracción extremista de  su propio partido, llevan enterrados más de cien años, aquí los culpables de la masacre de Atocha se mueven entre nosotros con toda naturalidad. Los sinvergüenzas. Por cierto sus beneficiados se van uno de estos días, ya era hora.


(1)" La conspiración" de R.Redford    

viernes, 2 de diciembre de 2011

Tenebrosidades


¡Cómo está el patio nacional! Llegados a las postrimerías de la segunda legislatura  desde que se inició en   2004 el periodo socialista , algunos políticos de esta obediencia, antes de  ceder el disfrute  de su canonjía,  quieren dejar testimonio de su paso por el poder confiando cargos ó puestos  a  ciertos aprendices allegados y, si puede ser, inmortalizarse en el recuerdo del contribuyente mediante la concesión de subvenciones a los amigos. Otros, más precavidos, o enfrentados a un incierto futuro judicial, prefieren pasar desapercibidos en la vorágine de los acontecimientos. La lista de los réprobos que han desempeñado sinecuras importantes crece cada semana y, en un discreto silencio, se dedican a preparar su defensa  con los abogados picapleitos para salvar al menos los muebles. 

Ciertos observadores insaciables, siempre detrás de las exclusivas o de las  indiscreciones de los políticos, instan al Presidente electo para que les adelante con todo detalle sus planes salvadores de la Patria  y les permita conocer la lista de los nuevos Ministros, sobre los que especular escarbando en sus biografías. Y a todo esto, ni un sólo economista grande ó pequeño, profesional o aficionado, deja de amargarnos la vida, haciéndonos saber los puntos esenciales de la maltrecha Economía en los que será preciso poner manos a la obra sin  el más mínimo retraso, si no queremos perecer como nación en algún negro abismo sin fondo.

Puntualmente nos recuerdan el número de parados y cómo aumenta angustiosamente cada día, al tiempo que una cantidad equivalente de trabajadores deja de cotizar a la seguridad social, fuente o manantial  de nuestras magras pensiones.

En este río revuelto hallan sus ganacias las pirañas independentistas que obtienen beneficios político-económicos arañando, aquí y allá, migajas de la mole estatal semi-inconsciente o bien dejan oir sus ocurrentes insolencias que siempre quedarán impunes.

Algunas voces se elevan sobre el guirigay general, proponiendo una salida rápida a todos los problemas, mediante nuestra renuncia al euro, sin más, por las buenas. Son los nostálgicos de la peseta y de  cualquier tiempo pasado. Mejor o peor fundadas sus teorías  todos exponen sus recetas salvíficas, en tanto las masas de profesores  pertenecientes al sistema educativo de las Autonomías, dan rienda suelta a sus frustaciones  escudados en agravios laborales inexistentes.

Un conocido espíritu adolescente, inconsistente e inconsciente, ve en esta situación el marco idóneo para que  sus ocurrencias pasen a la Historia: el Presidente saliente pretende dejar al entrante el encargo, avalado por la correspondiente comisión de "expertos", de desenterrar al General Franco de su tumba actual, para llevarle a cualquier otro sitio en tanto que a  él, le da la risa detrás de una puerta.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Chantaje zen



Ciertos políticos socialistas españoles que quieren sentirse ajenos a su derrota electoral, y  a la realidad del desastre nacional dejado como herencia al siguiente Gobierno, tales como los señores Jaúregui y Guerra (don Alfonso), recuerdan a los robots antropomórficos de las películas, pugnando por levantarse para continuar la lucha, aunque pierdan resortes, tornillos, circuitos electrónicos miniaturizados y fluídos amortiguadores por sus múltiples perforaciones de la carcasa, constituyendo ya patéticos montones de chatarra.

A juzgar por las palabras que pronunciaron ayer los citados socialistas a propósito del futuro del Valle de los Caídos, son entes que carencen de empatía, desconocedores de los sentimientos de la gente, con una concepción del mundo exclusiva e impermeable, pues empieza y termina en ellos mismos, sin conceder un adarme de razón al cuadro de valores de sus adversarios.

Un político italiano dió en la diana cuando dijo de su conjunto que, en ellos, "manca finezza", porque, en efecto, les falta finura y su visión de las cosas tan solo tiene dos dimensiones, como la de los lenguados en el mar.

Veamos la última ocurrencia de los citados sujetos, anunciada veinte días antes de abandonar sus cargos (1). El memorial dedicado  a todos los combatientes muertos durante la guerra civil, integrado por una basílica subterránea  bajo una gran cruz y un convento de monjes benedictinos, cuidadores de conjunto, quieren transformarlo en un lugar de "oración zen", ya que, desgraciadamente, el mundo no comprendería su voladura, y la Unesco protestaría como lo hizo con ocasión de la destrucción de las estatuas gigantescas de Buda por los talibanes en Afganistán.

Propio de la astucia chantajista de estos socialistas, es dejar el asunto en manos del nuevo Gobierno del Partido Popular."Si lo dejais pasar sin hacer nada, sois unos fascistas amigos de Franco y de sus generales genocidas, de modo que debeis hacer lo que nosotros  digamos, en nombre, claro está, de la democracia que representamos nosotros"

A estos socialistas no les importan las adhesiones sentimentales de una buena parte de la población, hacia el monumento, ni la indiferencia condescendiente de las nuevas generaciones, lo importante  es, por lo visto, complacer a unos cuantos centenares de vegetarianos, y "perroflautas", amigos de los jaúreguis y de los guerra que exigen un lugar  para encontrarse consigo mismos y profundizar en el espíritu zen. Serán cretinos...  


(1) El Sr Jaúregui cesará en breve como Ministro y Guerra iniciará su octava  legislatura  como diputado en las Cortes, sin haber preparado discurso o informe alguno en beneficio de los contribuyentes.   



martes, 29 de noviembre de 2011

Gritos


Don José Bono con los periodistas


El conspicuo político, sedicente socialista, don José Bono, estrechamente rodeado por una nube de periodistas, todos ellos acabados en un micrófono, ha iniciado una nueva polémica entre sus correligionarios, tras la derrota electoral. "La cuestión vital para nosotros los socialistas" ha dicho don José a los del micrófono, es elegir como Secretario General del Partido a un compañero que sepa responder al discurso del Presidente electo en el Congreso con otro discurso acabado por un vibrante ¡¡viva España!!, capaz de anonadar a la derecha vencedora en los comicios y usufructuaria moral única, hasta ahora, del nombre de nuestro País. Esto se ha acabado. El socialismo debe ser patriótico.

¡Cielo santo! me dije al leer la información en un diario digital, ¡El Sr. Bono acaba de descubrir la existencia de España! al igual que lo hicieron  los  primeros fenicios, cuando navegando hacia el Oeste desde su tierra, vieron en el horizonte, hace tres mil quinientos años la fina linea costera de la vieja Iberia, llamada después Sepharad por los descendientes de la Doce Tribus de Israel, acompañantes de los que nos enseñarían en breve, a los indígenas, a leer y escribir.

Para rebajar la tensión emocional creada por don José con su neonato patriotismo, el Sr. Eguiguren  artífice "ex-aequo" con el Presidente saliente, de la entrada en el Congreso de los terroristas de Amaiur, y Presidente del partido Socialista  vasco, ha dicho "que necesitamos un Presidente del Partido capaz de gritar a pleno pulmón "¡¡Gora Euskadi!!", "¡¡Visca Catalunya!!", de acuerdo con la conjunción astral socialistas-nacionalistas de las dos pasadas legislaturas. El Sr Eguiguren constituye el paradigma de los politicos socialistas  adictos al "mantenella y no enmendalla" cuestión ésta que es otra manera de ser español, tipo cazurro. 


lunes, 28 de noviembre de 2011

Hostilidades patrias



El clima social, lo que llamamos "ambiente", debe ser irrespirable para las fuerzas del orden destacadas en el Pais Vasco. Ayer veíamos en las páginas del diario ABC, por ejemplo, una gran fotografía  tomada hace tres años, de dos etarras bajando las escaleras de la Audiencia de San Sebastián,  protetegidas sus muñecas del daño que pudieran causarles los aros metálicos de las esposas, mediante unos manguitos de tela facilitados por la policía. Ambos iban con las caras descubiertas, saludando al público situado tras el fotógrafo, allí congregado para vitorearles. Los guardias que les custodiaban,  cubrían sus cabezas con capuchas y ocultaban sus rostros mediante gafas de sol o pañuelos, como los antiguos forajidos o malhechores de las películas. El mundo al revés.

Los etarras, ya condenados por ser autores de la voladura, dos años atrás, de la Terminal T-4 de Barajas (Madrid) y de las muertes de dos personas que accidentalmente se hallaban en el aparcamiento de la Terminal, habían asistido a la Audiencia  en esta ocasión, como acusadores de cuatro guardias civiles, a quienes denunciaron, como es habitual de los terroristas atrapados (lo que llaman la "kantada"), por malos tratos, insultos, amenazas y lesiones  producidas en el momento de su detención. 

El juicio contra los guardias, presidido por un magistrado que tan solo admitía el relato de los testimonios lesivos para los agentes, terminó con la condena de éstos a una pena de prisión de dos a cuatro años y medio. 

Hasta la revisión de tal juicio por el Tribunal Supremo los reos-agentes debieron esperar tres años, y han sido finalmente exonerados de toda culpa, aunque de la amargura, frustración y hostilidades del entorno "abertzale", padecidas no les ha librado nadie.

La lectura del ABC, me hizo recordar cuando hace unos años, caminábamos Josefina y yo por las calles de Bilbao, tratando de hallar el lugar donde antaño estaba edificado mi antiguo colegia "Santiago Apóstol" en el que preparé el exámen de ingreso al Bachillerato. Ningún viandante supo aclararnos nada. Entonces Josefina se atrevió a preguntar a un guardia civil, de facción en un edificio público cercano a la Plaza Circular, con la metralleta colgada del hombro derecho, y el arma sostenida en posición de "prevengan". Pese a todo, el guardia habló con nosotros, al parecer encantado de tener conversación con unos paisanos, aquella mañana. Por supuesto, no sabía nada del Colegio, pero el hombre charlaba y charlaba, hasta que tomé la iniciativa de despedirnos. Mi impresión es que hubiera seguido hablando, e incluso presentarse si le hubiéramos dado ocasión, hasta el cambio de guardia. Lo noté en su expresión cuando nos dijo adiós.  

sábado, 26 de noviembre de 2011

Estrategias


Brian Currin, 3º por la izquierda, el mediador

Por mucho que los etarras utilicen para autodefinirse los recursos literarios del género épico, la historia de ETA es miserable, pues digan lo que digan, el núcleo de sus actividades durante los últimos cuarenta años han sido el asesinato y la extorsión. Todo lo demás, incluídas las ocurrencias pseudo-religiosas del ex-obispo Setién y de sus clérigos, son fantasías sin la menor verosimilitud, como lo saben en su fuero interno todos los que alcancen un mínimo cociente intelectual.

Cuando los de Amaiur se presenten en las Cortes como "Sus Señorías", alguno llevará una corbata de reciente adquisición, otros habrán prescindido de sus cutres pendientes y otros  habrán dejado las camisetas con eslóganes nacionalistas en la pensión, todo ello con el propósito de adoptar  un semeje de respetabilidad, pero todos serán conscientes de que ocupan un sillón en el hemiciclo gracias a la carnicería realizada por sus correligionarios.

Ahora, con propósitos propagandísticos y para administrar buena conciencia a sus masas, han recurrido a un zascandil sudafricano, organizador del "Grupo Internacional de Contacto" (GIC) integrado por cinco o seis desconocidos y una desconocida, que hace un par de semanas dió cuenta de un comunicado semejante al leído por los pintas encapuchados  con chapela de la TV, declarando el cese definitivo de la "violencia". Una vez concluída la lectura, recogieron los papeles y se marcharon del Palacio de Ayete de San Sebastián donde se habían reunido en torno a una mesa con otros figurantes de Amaiur  destinados también a hacer bulto.

Y por si queda algún memo por engañar, fingen abordar, en un futuro próximo, un "proceso de reconciliación", como si los ciudadanos vascos huídos del País vasco por las amenazas de ETA y las víctimas de la banda, mutilados, lisiados, y familiares de los asesinados, fueran los católicos del Ulster, gente recia, de armas tomar, y ellos, los protestantes unionistas también acostumbrados a zurrar al prójimo. 

Finalmente para cubrir gastos pasan la gorra y piden a todos los euskalerríacos 10 euros por barba.

viernes, 25 de noviembre de 2011

Ya están aquí

                 Los catorce acusados de integrar desde 1996 hasta 2000 un grupo dedicado a la violencia callejera (Kale Borroca) en San Sebastián, para los que el fiscal pide penas de entre 4 y 12 años de prisión, han negado cualquier tipo de relación con esos grupos y la mayoría han asegurado que sus circunstancias personales han variado. (Fuente: Agencia EFE)


El ex-Presidente Felipe González, a punto de cumplir setenta  añitos, que se autovalora generosamente muy por encima de sus capacidades reales, quiso acabar con el problema ETA por las bravas. Terminó con  su Ministro de Interior y el Secretario de Estado de Seguridad en la cárcel, sentenciados ambos a una pena cuasi-simbólica, dadas las connivencias del poder ejecutivo con el judicial. Pero visitaron el trullo. Felipe se libró de las ergástulas porque los jueces se interesaron en el momento preciso por otras cosas y no quisieron "estigmatizarle", ni siquiera llamándole ante los tribunales como testigo.

A su vez, el ex-Presidente Aznar debió enfrentarse con una de las modalidades de "lucha" puestas en práctica por la banda, la "lucha callejera", en vascuence "kale borroca", inspirada en la "intifada" palestina, y acabó con ella mediantes multas cobradas a los papás de las criaturas luchadoras, siguiendo la modalidad de los cobros ejecutivos. Tal éxito le valió el odio cartaginés de Felipe González, que aflora a veces cuando Felipe aparece en público o se deja entrevistar, para colmar las apetencias de notoriedad de su ego insaciable.

El aún Presidente en funciones Zapatero, capaz de convertir el arte de la Política en pastelería de obrador, inauguró su acercamiento a la banda utilizando el método de rendición preventiva, y en estos momentos finales del "imbecilato", tenemos a  ETA ocupando la Diputación Foral de Guipúzcoa, el Ayuntamiento de San Sebastián y varios centenares de casas consistoriales del País Vasco y de Navarra, y lo que es peor, a una pandilla de etarras formando, o a punto de formar, un grupo parlamentario en las Cortes. Todo gracias a la labor de ZP y de sus exquisitos colaboradores. Desde ahora a la banda sólo le resta explotar el éxito, conseguido por un sin número de ineptitudes y traiciones, incluídas las del Presidente Pachi López, socialista, y las del Secretario General del Partido Nacionalista Vasco, el tontorrón Urcullu.

Incluso han conseguido, frente a la RAE (Real Academia Española de la Lengua), hacer lo que les viene en gana con el léxico y la semántica, llamando "conflicto" a la actividad terrorista. Así que entre "las víctimas del conflicto" se incluyen ellos, para cobrar indemnizaciones de la Hacienda Pública. Se necesita tener caradura. En el próximo futuro será preciso consumir sin descando, paellas con tranquilizantes y para beber, agua con Alka-Seltzer en abundancia torrencial. Me temo.  

jueves, 24 de noviembre de 2011

Las pulseras energéticas



Cuando los socialistas repasen con calma las causas profundas de su más reciente derrota electoral, "apuesto" como diría Guillermo Brown, que entre ellas figurarán las políticas de selección adoptadas para designar los cargos relevantes o no, de la Administración y de su Partido.

Una de las características de semejantes políticas ha sido su ligereza insustancial y los criterios folklóricos que las han informado. Basta recordar al respecto la serie de sujetos y "sujetas" que han ocupado a lo largo de estos últimos ocho años las carteras ministeriales y puestos relevantes de la Administración, sobre todo los nombrados a golpes de intuición por el Presidente, y la propia selección de éste como Secretario General del Partido, más parecida a una de esas bromas pesadas  gastadas por un grupo de jóvenes, de madrugada tras un exceso de libaciones.

Todo esto viene a cuento de la multa impuesta por los tribunales de Justicia de los EE.UU. por publicidad engañosa, a la empresa fabricante de una llamada pulsera magnética, supuesta estimulante de la energía potencial de sus portadores. La multa, cercana a los 50 mill. $, ha obligado al cierre de la empresa que ha reconocido la superchería. Y ¿quién llevaba entre nosotros la dichosa pulsera magnética? Pues la señora Ministra de Sanidad, notoria creyente en la Astrología y, por tanto, en las cartas astrales y en las conjunciones siderales. ¿Dónde  puede llegar una Nación conducida por este tipo de idiotas? A la ruina, como ha quedado meridianamente demostrado.       

martes, 22 de noviembre de 2011

El heredero de don Pablo

Rubalcaba derrotado


Pablo Iglesias, fundador del Socialismo Español, como todos saben, hubiera quedado anonadado y balbuciente, al borde de un ataque de perlesía o algo peor, si José Luis Rodríguez le describe el bodrio político en que ha convertido la versión  de la doctrina socialista  del mismo don Pablo, a su vez traducida del francés. Nada digamos si las explicaciones corren a cargo, o son ilustradas por sus correligionarios y correligionarias, prácticamente millonarios en euros todos ellos, o en vías de conseguirlo.

He aquí la interpretación de las principales metas socialistas hecha por el Presidente en funciones, que ha cavado su tumba política, al margen de la crisis económica, nunca entendida por el leonés:

1ª meta: "la conquista del poder", bien por la fuerza o por procedimientos democráticos,  preconizada por el primitivo socialismo. ZP no siguió ninguno de los dos procedimientos. Sus amigos se limitaron a alquilar los servicios de alguna empresa en Bosnia-Herzegovina, en Serbia o donde fuere, capaz de volar unos cuantos trenes sin dejar rastro y así quedó expedito el camino a la Moncloa. 
2ª meta: "la socialización de los medios de producción". Ésta, como la "nacionalización de la Banca" resultó impracticable para los que no tienen idea de Economía. Así que ni se tocó el tema. Finalmente la
3ª meta : "la lucha de clases" Es decir, entablarla y aplastar a los enemigos. De acuerdo con la lógica zapateril esto equivaldría  al arrinconamiento del adversario para que no levantara cabeza en veinticinco años. Se intentó, pero ya ve usted, vino la crisis... Y conste que lo intentamos, crispando todo lo que pudimos, puede decirlo Iñaki Gabilondo, pero no hubo manera de acabar con la burguesía.   

lunes, 21 de noviembre de 2011

Los transformadores


Alianza de civilizaciones

Un contertulio socialista habitual de la cadema de TV Intereconomía, Luis Alonso, Senador, instado a definir las tareas que corresponden a los políticos, respondió con una pretenciosa frase hecha: "ejercer el poder y transformar a la sociedad", pronunciada sin titubeos, como quien tiene perfectamnte interiorizados los trabajos correspondientes, sintiéndose muy capaz y legitimado para llevarlos a cabo.

Una vez dado su parecer en aquella ocasión, don Luis adoptó una postura de prócer, cruzó los brazos y se encerró en un mutismo condescendiente, dejando hablar a sus compañeros tertulianos, quienes se quitaban unos a otros la palabra de la boca.

No sé si don Luis conservó ayer, o no, su escaño del Senado. Mi impresión es que cualquiera que haya sido su suerte en los comicios, seguirá manteniendo los mismos criterios hasta el fin de sus días, porque parece un hombre de convicciones inamovibles .

En mi opinión, no han sido los políticos, muy numerosos, del estilo "arrebatacapas" quienes han llevado al Partido Socialista, variedad "sui generis", a la bancarrota electoral, sino los de las convicciones berroqueñas, como don Luis y el mismo ZP, incapaces de entender los acontecimientos desarrollados antes sus narices y empeñados en transformar a una sociedad, juzgada menor de edad.

domingo, 20 de noviembre de 2011

Simples



La denominación de "imbecilato" para identificar los siete años y medio del gobierno de Rodriguez Zapatero, no debe inducir a error a mis inteligentes lectores, pues durante los años del "felipato" (1981-1996) la estulticia estuvo también presente, aunque enmascarada hasta cierto punto, por las figuras de los dos "pillastres", así denominados los listillos Felipe González y Alfonso Guerra por el abogado Pablo Castellanos, expulsado del Psoe a las primeras de cambio, como otros muchos, por su honradez.

En el curso de aquellos años noventa, tuve ocasión de presenciar "en vivo y en directo" una exhibición de tontería sin paliativos, muy demostrativa, por parte de un representante gubernamental, cuando asistí a una "Jornada sobre intoxicaciones alimentarias" celebrada en el Centro Cultural Conde-Duque de Madrid. La intervención del citado representante del Progreso, dejó a la numerosa concurrencia estupefacta, metafóricamente de piedra. Y ahora, explico por qué.

Uno de los ponentes comentaba un hecho reciente: la intoxicación de cinco ó seis personas originada, sin ninguna duda, por la bebida de agua embotellada, de una marca determinada, comprada en la  misma tienda de ultramarinos. Los servicios sanitarios que trataron los casos procedieron a la inmediata incautación de todas las botellas de agua existentes en la tienda.

Al oir tal cosa, el delegado del Gobierno que ocupaba un lugar en la presidencia del acto, se puso en pie de un salto, roja la cara  y tensas las cuerdas del cuello, dirigiéndose al ponente, clamó por los derechos inalienables del tendero, afeando la prepotencia de los servicios sanitarios por omitir los protocolos de actuación dispuestos para estos casos. Fué contestado con mucha calma y cierta sorna, por otro de los integrantes de la presidencia, que todo era cuestión de "priorizar las opciones" ó si se quiere "optimizar las prioridades", al objeto de evitar la extensión de un posible brote epidémico, pues siempre hay tiempo poner en marcha la acción del sistema judicial que justifique las precauciones elementales adoptadas. El gubernamental se refugió en un hosco y enfurruñado silencio, haciéndose el interesante hasta finalizar el acto.

 Recordé esta anécdota  al leer hace un par de días, que el Sr. Blanco, Ministro de Fomento y Portavoz del Gobierno había dicho que no importan las "circunstancias económicas" por las que atraviesa el País, de manera que deben cumplirse los preceptos establecidos por la Ley electoral, los cuales establecen el traspaso de poderes al Partido ganador en la elecciones, en el plazo de un mes. A don José le falto decir que protegidos por la Ley van a dejar la herencia más envenenada posible, para que la lidie el partido de la oposición. Serán simples.   

viernes, 18 de noviembre de 2011

Tormentas



La azafata jefe de aquel vuelo, viajábamos en dirección Este sobre un supuesto proceloso y frío Océano Atlántico, adoptaba unos aires al dirigirse a nosotros un poco artificialmente distendidos, incluída su expresión corporal, pues se apoyaba con frecuencia ora sobre un pie, ora sobre el otro. "Tranquilícense, no pasen cuidado, esto no es nada", decía, micrófono en mano, a los viajeros, "atravesamos una zona de turbulencias, debidas a una pequeña tormenta" ¡Crhass! el avión se hundía unos cuantos metros de golpe, "el comandante es muy experto, y" ¡¡Crhass!!  otro bache, "conoce muy bien este tipo de incidencias ¡¡Crhass!!!. Los ruidos, resultaban para los viajeros inexpertos, extraños como si  miles de las piezas del avión los originaran por separado, para unirse después en un sonido sordo y amenazador. 

El esfuerzo de la azafata era doble, debía superar sus propias preocupaciones, por leves que fueran, y no dejarse contagiar  por la tensión de los pasajeros, facilmente convertible en ansiedad y a continuación en pánico, como ocurre en las películas.

Durante estos días interminables de Noviembre, los periódicos diarios publican sin descanso truculencias económicas en grandes titulares, rivalizando en masoquismo comunicativo: que si la prima de riesgo, que si la deuda desbocada, que si la presión de los mercados, ¡¡que nos intervienen!!  y el lector busca desesperadamente la noticia que sustituya a la voz tranquilizadora de aquella azafata a la que le temblaban las rodillas, pero lo disimulaba con veteranía.

jueves, 17 de noviembre de 2011

ZP pasa a la Historia


Medina Azahara (Córdoba)

España, tras su conquista por los musulmanes en el sigo VIII, perteneció al Califato de Damasco. Medio siglo después, El-Andalus se sacudió la dependencia de Siria, convirtiéndose en Emirato independiente  cordobés, cuyas bondades fueron cantadas, no hace mucho tiempo, por el Presidente Obama ante un auditorio islamista egipcio completamente entregado. 

Desaparecido el tiempo histórico de los Califatos y los Emiratos desde la reconquista de Granada al término del siglo XV (1), debieron transcurrir cinco siglos más, es decir, llegar a las postrimerías del siglo XX, para que resucitaran en España unas denominaciones, no oficiales, con resonancias agarenas, definiendo los años de permanencia en el mando de algún sujeto como el señor Felipe González. En tal caso, para designar a los catorce largos años de la gobernación del señor González, pudo adaptarse  el nombre de "Gonzalato", pero dada la  abundancia de este apellido en el País, alguien, desconocido, propuso designar como "Felipato" tales años, nombre que está más cerca de lo que fué realmente la esencia de aquellos años, dadas además las pintas de bereberes de Felipe  y de su segundo "el Guerra". 

 Una vez concluído el "Felipato", accedió al poder don José María Aznar quien en su segundo mandato coleccionó enemigos en abundancia acaudillados por don Felipe González, cuyo odio al señor Aznar adquirió tintes enfermizos, propios  de los mostrados por las tribus tradicionalmente enfrentadas de la Arabia Feliz, por lo que la designación de "Aznarato" a los ocho años de gobierno Aznar, hizo fortuna.

Para identificar los últimos siete años y medio del personaje heredero de Aznar en la gobernación de estos Reinos, es  decir de ZP, durante los cuales sus huestes y él mismo, han desarrollado multitud de habilidades, muchas inéditas, jamás observadas en el Occidente europeo hasta ahora y cuya descripción está aquí fuera de lugar, alguien, esta vez conocido (se trata del escritor sevillano Antonio Burgos, encargado de publicar tres o cuatro columnas semanales en el diario ABC) propone la denominación precisa, y muy definitoria, de "Imbecilato", que me llamó poderosamente la atención hace un par de días, y por eso la traigo aquí a colación. Es posible que tal apelativo haga también fortuna y pase a los anales de la Historia. 


(1) Puede argüirse, con razón, que los Virreinatos americanos florecieron durante los siglos XVI a XVIII, si bien por sus connotaciones monárquicas del Antiguo Régimen, no permiten incluirlos en la serie de Sultanatos, Khanatos y demás regímenes de estirpe oriental. Es una opinión.