Cuando los tiempos eran mejores, todos sabíamos quienes eran los buenos y los malos de las películas, porque todas terminaban con castigos ejemplares para estos últimos, con los primeros mirando hacia las montañas lejanas cuyas laderas comenzaban a cubrirse por las tempranas nieves invernales, mientras se hacía oír una suave melodía, y a continuación venía el fundido en negro.
Hoy las cosas son más complicadas. Si oímos ditirambos de los ministros del Partido Popular, recién elegidos, destinados a sus antecesores socialistas en el cargo, no sabemos con exactitud dónde están los buenos y dónde los malos, ni con quién estamos nosotros. Como decía un ex-ministro hace años: "ya no sé si soy de los nuestros".
Por ejemplo, los elogios dirigidos por el Sr Fernández Díaz (Interior) al un tanto ruborizado, Sr.Rubalcaba, personaje capaz de respirar a pleno pulmón, disfrutando, en las cloacas de Estado, hacen que el ciudadano corriente pierda el sentido de la orientación, sin saber a qué carta quedarse, Las nubes de incienso con que el Sr. Gallardón (Justicia) ha envuelto a su predecesor Caamaño, dan también qué pensar sobre las negociaciones con la banda ETA, haciendo temer a otros que, algún día, una vez concluidas, los pistoleros de la banda no puedan desfilar por el Paseo de la Castellana de Madrid, como antaño los hicieron las tropas italianas de Mussolini a los acordes de "Giovinezza".
El Sr. Montoro (Hacienda) cual esforzado San Jorge deberá alancear a la auténtica oligarquía, que es el sistema financiero, si éste se deja, lo cual no deja de ser, hoy por hoy, una auténtica utopía. Pobre Don Cristóbal.
En resumen , las fuerzas buenas deberán pactar muchos asuntos con las malas, si no quieren ver a las perversas inventar eslóganes pegadizos antimonárquicos sobre el yerno Urdangarín, que les haga la vida imposible.
FELIZ NAVIDAD A TODOS LOS LECTORES del blog
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