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miércoles, 21 de diciembre de 2011

Glorias artísticas



Ciertas aberraciones del Arte moderno en su expresión pictórica son, en mi opinión, con la que no pretendo convencer a nadie, Dios me libre, una consecuencia del espanto  originado por las sangrientas batallas de la Primera Guerra Mundial. Esto no quiere decir que diez años antes, no tuvieran lugar en círculos minoritarios de las vanguardias artísticas, alguna que otra "salida de tono".

No obstante, hablando en términos generales, no puedo creer, por ejemplo que la exhibición de una cerámica sanitaria fabricada en serie, se haya considerado, en su momento, como un objeto artístico digno de contemplación, sin la existencia de un previo clima "rompedor", generado por aquel delirio bélico europeo.

Hoy día gozamos en España con la presencia de dos ó tres epígonos de aquellos vanguardistas de los años veinte y treinta, como los pintores Antonio Tápies ó Miquel Barceló. 

El informalismo de ambos artistas hizo mella en el previo vacío estético del Presidente Zapatero, quien quedó fulminado ante la visión de sus obras. Zapatero no sólo decoró compulsivamente el Palacio de la Moncloa con las obras de Tápies, como tuvimos ocasió de ver numerosas veces por Tv, sino que se constituyó en el dadivoso mecenas de Barceló, cuando decoró con pintura plástica de diversos colores la bóveda de 1.400 metros cuadrados, de una sala del Palacio de las Naciones de Ginebra. Barceló lanzó, sirviéndose de un compresor, 35.000 kg de pintura hacia dicha bóveda, obteniendo miles de estalactitas multicolores, de las cuales unas obececían a la ley de la gravedad, y otras la ignoraban.

Precisamente, una de las últimas disposiciones de Zapatero, cuatro días antes de abandoner la Moncloa, ha consistido en el envío de 2.3 mill. de euros a Barceló, para restañar las zonas de la bóveda, cuyas estalactitas, habían obedecido, en el ínterin, a la citada ley.

Probablemente el tiempo acelerará  el proceso, facilitado por el calor de las lámparas que iluminan perimetralmente la pintura, disminuyendo su índice de adherencia . Y al final, permanecerá tan sólo la placa metálica, a la entrada de la sala, donde se recuerda al visitante, que la obra de Barceló fué realizada gracias al mecenazgo de un tal Sr.Rodriguez Zapatero, promotor de la "Alianza de las Civilizaciones", hasta que con la bóveda en estado lastimoso, los servicios de limpieza del Palacio retiren también la placa. Sic transit.   

1 comentario:

  1. Gracias papá. Muy bueno. ¡Espero que el artista calculara el riesgo de caida de las estalactitas en la cabeza de los políticos y que el presupuesto millonario de esta obra incluyera cascos para los asistentes en la sala!
    La verdad es que esto es otra muestra del despilfarro de los fondos públicos en la época ZP.
    Muchos besos,
    Beatriz

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