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jueves, 17 de noviembre de 2011

ZP pasa a la Historia


Medina Azahara (Córdoba)

España, tras su conquista por los musulmanes en el sigo VIII, perteneció al Califato de Damasco. Medio siglo después, El-Andalus se sacudió la dependencia de Siria, convirtiéndose en Emirato independiente  cordobés, cuyas bondades fueron cantadas, no hace mucho tiempo, por el Presidente Obama ante un auditorio islamista egipcio completamente entregado. 

Desaparecido el tiempo histórico de los Califatos y los Emiratos desde la reconquista de Granada al término del siglo XV (1), debieron transcurrir cinco siglos más, es decir, llegar a las postrimerías del siglo XX, para que resucitaran en España unas denominaciones, no oficiales, con resonancias agarenas, definiendo los años de permanencia en el mando de algún sujeto como el señor Felipe González. En tal caso, para designar a los catorce largos años de la gobernación del señor González, pudo adaptarse  el nombre de "Gonzalato", pero dada la  abundancia de este apellido en el País, alguien, desconocido, propuso designar como "Felipato" tales años, nombre que está más cerca de lo que fué realmente la esencia de aquellos años, dadas además las pintas de bereberes de Felipe  y de su segundo "el Guerra". 

 Una vez concluído el "Felipato", accedió al poder don José María Aznar quien en su segundo mandato coleccionó enemigos en abundancia acaudillados por don Felipe González, cuyo odio al señor Aznar adquirió tintes enfermizos, propios  de los mostrados por las tribus tradicionalmente enfrentadas de la Arabia Feliz, por lo que la designación de "Aznarato" a los ocho años de gobierno Aznar, hizo fortuna.

Para identificar los últimos siete años y medio del personaje heredero de Aznar en la gobernación de estos Reinos, es  decir de ZP, durante los cuales sus huestes y él mismo, han desarrollado multitud de habilidades, muchas inéditas, jamás observadas en el Occidente europeo hasta ahora y cuya descripción está aquí fuera de lugar, alguien, esta vez conocido (se trata del escritor sevillano Antonio Burgos, encargado de publicar tres o cuatro columnas semanales en el diario ABC) propone la denominación precisa, y muy definitoria, de "Imbecilato", que me llamó poderosamente la atención hace un par de días, y por eso la traigo aquí a colación. Es posible que tal apelativo haga también fortuna y pase a los anales de la Historia. 


(1) Puede argüirse, con razón, que los Virreinatos americanos florecieron durante los siglos XVI a XVIII, si bien por sus connotaciones monárquicas del Antiguo Régimen, no permiten incluirlos en la serie de Sultanatos, Khanatos y demás regímenes de estirpe oriental. Es una opinión.

  

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