El pasado 28 de Octubre, Zapatero rodeado por palmeros de las juventudes socialistas, huidos de su lado los políticos conmilitones, de primero. segundo y tercer nivel, se declaraba como quien se sacrifica en el altar de la madre Patria, culpable único del paro nacional, reflejo de la atonía, ó mejor debacle, de la industria y del comercio del País.
En el curso de su declaración miraba a la cámara con una expresión que quería ser intensa, acompañada por unos gestos de asentimiento de la cabeza, de corto recorrido, con vocación de enérgicos, nunca eliminados por sus asesores de imagen, si bien lo debieron intentar muchas veces.
Daba el hombre la impresión de estar interpretando un papel de héroe vencido por las circunstancias, despidiéndose de sus fieles, antes de retirarse entre la bruma, a su castillo, tras haber librado cien batallas. Puro teatro, como siempre.
Zapatero ha perdido la superficialidad de chisgarabís, característica de sus apariciones públicas,. traducida en su sonrisa-mueca, que debía creer irresistible, hasta mayo de 2010, siniestra fecha de la congelación de nuestras pensiones, cuando hacía suyas las frases que le llamaban la atención incluidas en las notas preparadas por sus colaboradores literarios más bisoños, como la de "estar a punto de dar un sobresalto macroeconómico a su amigo Sarkozy" ó aquella otra sobre "lo que yo puedo hacer por Obama" pronunciada sin saber que era un plagio como una casa.
La imagen de Zapatero en estos postreros días de su ¿ mandato? es la del típico "juguete roto" incapaz, a estas alturas de su biografía de saber lo que le ha pasado.
Triste etapa, en la Historia de España, la del gobierno de este personaje.
ResponderEliminarEspero que el cambio se haga realidad!
Siento pena de nosotros....espero que el siguiente sea mejor. En realidad, no lo dudo. Más besos. Beatriz
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