Al parecer, según una revista que hojeaba anoche, la TV francesa difundía estos días pasados un vídeo satírico, mostrando cómo el Rey de España se había visto obligado a desplazarse a Botswana para cazar elefantes y alimentar así a su familia, dada la pobreza y miseria actuales padecidas por nuestro País.
He intentado identificar el vídeo en cuestión a través de Internet que facilita 107.000 resultados, tan sólo del asunto del elefante, sin conseguirlo.
No obstante, hay comentarios de todo tipo procedentes de los ciudadanos franceses, unos escandalizados, otros sarcásticos el resto humorísticos y la mayor parte inmisericordes. Leyendo algunos parece como si en la población francesa aflorara aquí y allá el espíritu de los "sans culottes" y de las "tricoteuses", de 1792 ¡qué gente tan sañuda!
El sueño de muchos adolescentes españoles de los años 60, la actriz Brigitte Bardot, ardiente defensora ahora de la Naturaleza, ha dirigido una carta a Su Majestad en la que echa en cara a Don Juan Carlos sus actividades depredadoras ¡un Presidente honorario de la WWF! mostrándose indignada "por el comportamiento de una persona de vuestro rango". Se conoce que Brigitte no sabe nada de aquel oso abatido por el Rey en Rumanía hace unos años y del que malas lenguas apuntaron hallarse empapado de alcohol por los obsequiosos rumanos, para garantizar la seguridad del Rey y el éxito del disparo real, ni tampoco de los faisanes abatidos por los miembros de la Casa Real Británica y la nobleza escocesa, cuyos cuellos, los de las aves se entiende, retorcía la propia Reina Isabel II, con la misma destreza y facilidad con que las damas británicas colocan los tallos de las rosas en sus jarrones de porcelana.
La prensa francesa viene a decir que con unas y otras cosas, los españoles estamos "choqués" y un punto de razón sí tiene.
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