visitas

viernes, 27 de abril de 2012

La peste moderna

Atentado de ETA en Zaragoza (1987)

Los terroristas del "Ejército rojo" alemán, la Banda Baader-Meinhof" de los años 70, y las Brigadas Rojas" italianas de la misma época, duraron relativamente poco tiempo, porque carecían de apoyo social o, al menos, no del suficiente. Además, todo sea dicho, las autoridades competentes se mostraron siempre, frente a ellos, con la debida contundencia.

Nuestra producción nacional de terroristas, si nos atenemos a los de la banda gallega "Grapo" (grupos revolucionarios armados primero de octubre) y a los catalanes de "Terra Lliure" (Tierra libre) tampoco se prolongó  su presencia en el panorama nacional por la misma razón : no tenían apoyo social. Los primeros se convirtieron, con los años, en bandoleros y atracadores, y los segundos desaparecieron al ser convencidos por partidos extremistas legales catalanes de la inutilidad de sus esfuerzos. De hecho, estos últimos terroristas nunca pasaron de su etapa de aprendizaje, y fueron una calamidad.

En cambio, los terroristas vascos  de la banda ETA (Euskadi Ta Askatasuna, País Vasco y libertad) excisión de las Juventudes nacionalistas del PNV (Partido Nacionalista Vasco) tienen ya una sangrienta historia de casi cincuenta años, porque han contado con muchos apoyos en la sociedad vasca, incluída una fracción mayoritaria del elemento eclesiástico del País.

En los inicios de la Banda, algunas familias bien de Neguri, población situada en la costa del Cantábrico, a la derecha de la Ría de Bilbao, sede de la clase alta, naviera e industrial de Vizcaya, suspiraban con afectación, elevando ostensiblemente las cejas, en un gesto de resignación, cuando salían a relucir en sus conversaciones, los ires y venires de sus retoños integrados en las filas de ETA .

Con el tiempo, han formado parte de la Banda, sobre todo elementos procedentes de las pandillas de la "kale borroca" (lucha callejera), dedicada a destruir el mobiliario urbano, quemar cajeros automáticos de los bancos, algún autobús urbano,etc durante los fines de semana y en el transcurso de las Fiestas Patronales de pueblos y ciudades de la zona.

Hace poco más de una año, el Tribunal Constitucional, un auténtico engendro del sistema judicial español que produce vergüenza ajena, legalizó una asociación, Amaiur, tras la cual campa ETA a sus anchas, y este es el momento en que la Banda ocupa el poder municipal y provincial en Guipúzcoa.

Así que no es cuestión ya de presionar a "Madrid" cometiendo "erkintzas" (como llaman los criminales a sus acciones) con Titadyne o las parabellum. Ahora se trata de asustarle suavemente,  pese a la tregua indefinida  anunciada por la Banda hace seis meses, con una lejana, aunque siempre posible, ruptura de la tregua.

Tal como están las cosas de la economía y los susceptibles mercados financieros extranjeros, cualquier atentado, más o menos sonado, podría tener  para "Madrid" unas consecuencias indeseables. Todo el mundo la sabe.

El Gobierno de Madrid, que pasa tantos apuros, trata de continuar, aunque lo niega, la hoja de ruta de la política antiterrorista del ex-Presidente Zapatero y de sus secuaces, que incluye el acercamiento de los terroristas a las cárceles de su terruño,  a ver si no se nota mucho. Pero se nota, y las asociaciones de Víctimas del Terrorismo están que arden.         


No hay comentarios:

Publicar un comentario