Parlamento Europeo. Bruselas
Mucha gente que no tiene ni idea de la personalidad del ex-Juez Garzón, vanidoso, narcisista y mediocre instructor, ha hecho de él un símbolo y poco menos que la víctima contemporánea de la España "negra", inquisitorial, prepotente y, sobre todo, cruel.
Los socialistas del Parlamento Europeo, inspirados por sus compañeros españoles, están organizando un homenaje a Baltasar, en desagravio por su expulsión de la carrera judicial, sin cuidarse para nada del meollo del caso por el que fué encausado el sujeto. Si algunos supieran la verdad del asunto, las escuchas telefónicas ordenadas por el ex-Juez, entre los abogados defensores y sus defendidos, detenidos por la Justicia, pensarían dos veces en su adhesión al homenaje, y abandonarían sus posturas románticas, recuerdos nostálgicos de su lejana juventud, cuando siguieron las corrientes progresistas de la época, desde que oyeron a sus hermanos mayores contar anécdotas de su participación en las calles de París, en mayo del 68.
Y ahora, ahí tendremos a Garzón, en Bruselas ó en Estrasburgo, como un Antonio López cualquiera, con los ojos húmedos, dando vueltas entre las manos al pergamino donde le nombran víctima, escuchando con fingida humildad los aplausos de los parlamentarios progresistas europeos.
La fama internacional de Garzón se inició, como se sabe, cuando quiso liderar, faltaría más, el movimiento "Justicia Universal", empapelando al General chileno Pinochet, encaramado al poder, una vez eliminado a cañonazos el Presidente Allende, con la ayuda de la CIA norteamericana a la que prestó todo su apoyo el entonces canciller Kissinger.
Hace cuatro días hemos sabido que Garzón invitó a cenar, durante su estancia en Nueva York, a una veintena de personas entre las que figuraba precisamente Mr Kissinger y es que Baltasar no tiene remedio. La cena fué pagada con el dinero del Sr. Botín, director del Santander, en espera de cobrarse la cena a cambio de algún favorcillo hecho por el ex-Juez. Otra cosa que deberían saber los parlamentarios socialistas del homenaje y que los compañeros españoles no les explicarán jamás.
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Antes de hacerle un homenaje, ¿No preguntan directamente a su amiguito Garzón por qué le han condenado? Evidentemente, tendría que contestar: por haber cometido un delito, ya que él como juez lo sabe, el Tribunal Supremo también y cualquiera que lea y se entere de las noticias.
ResponderEliminarHola papá:
ResponderEliminarSi fuera tan listo como lo que cree que es, lo que tendria que haber hecho es revisar la ley de amnistía del año 1977 (creo) en lugar de jugar a Dios. Muchos besos, Beatriz