visitas

jueves, 9 de febrero de 2012

El vil metal

Los portadores de la antorcha, escultura de Anna Hyatt Huntington. Conocida popularmente como El relevo o Monumento a la Ciencia..
Situada en la Universidad Completense- Madrid


Un señor académico, aficionado como todos a las generalizaciones introductorias, diría: la mitad Sur de España, en especial Extremadura y Andalucía, el "mezzogiorno" italiano, comience éste donde comience, una vez puestos de acuerdo los italianos sobre el asunto, y las montañas griegas plagadas de cabras, han sido ó bien tierras pobres, de escasos recursos, o bien socialmente desequilibradas por una distribución injusta de la riqueza, ó ambas cosas a la vez. He aquí, señores, continuaría nuestro académico, el substrato ambiental que hace inevitable la aparición de agrupaciones humanas proclives a las corruptelas y corrupciones.

Por mi parte, como ignoro todo lo que se refiere a los montes griegos y al Sur italiano, me referiré a nuestros pagos en exclusiva. En principio, debo apuntar que no veo tan claro el problema como el supuesto académico.

Porque la corrupción  en cualquier sociedad infectada, es un fenómeno transversal, como gusta tanto señalar a muchos, y confieso que a mí también, del que sólo se habría librado hasta ahora el mundo académico, incluida la Universidad.

Pues bien, a propósito de la transversalidad del fenómeno, por si no tuviéramos docenas de casos pendientes en todos los estamentos, acaba de descubrirse en las cuentas del antiguo rector socialista de la Universidad Complutense de Madrid, la cantidad de once millones de euros sin justificar. Casi dos mil millones de pesetas, que se dice pronto.

Puesto en evidencia el desaguisado  por el técnico correspondiente del Tribunal de Cuentas, el ex-Rector ha contestado displicente, como un príncipe del Renacimiento: "¡a mí qué me dice, yo no soy contable!" El caso es que la Universidad está siendo investigada por la construcción de unas viviendas de lujo, en la zona norte de Madrid. No acabamos nunca.

1 comentario:

  1. Hola papá: ya se podian haber dedicado los fondos a mejorar las instalaciones vetustas de la Universidad...y justificarlo bien. Muchos besos. Beatriz

    ResponderEliminar