Fragmento del grupo escultórico "Monumento a los niños víctimas del terrorismo"
Cuando los tres terroristas de la horda vasca empujaron el coche bomba (216 Kg de amonal) por la rampa de acceso al patio de la casa-cuartel de la Guardia Civil de Vic (Barcelona), vieron a tres niñas y dos muchachos que allí estaban jugando. Pero siguieron con su tarea, y a muchos metros del cuartel, ya en sitio seguro, hicieron detonar los explosivos por control remoto, destrozando el cuartel, causando diez víctimas mortales y casi medio centenar de heridos.
Al día siguiente, dos de los terroristas se enfrentaron con los guardias civiles que siguieron su pista, y fueron abatidos. El tercero, que no pensó disparar en ningún momento, salió de su escondrijo manos en alto y se entregó a los guardias. Durante el juicio al que fué sometido este sujeto, meses más tarde, uno de los abogados de la acusación le preguntó si al dejar el coche bomba en el patio del cuartel no había visto jugando a unos niños. El impresentable llamado Zulueta, Zubeldia o algo parecido, contestó afirmativamente al abogado, añadiendo: "Ese es un hecho que no valoramos, porque no es nuestro problema que los guardias civiles utilicen a los niños como escudos humanos" (1)
A propósito de este episodio, no entiendo la razón por la que las Asociaciones de Víctimas del Terrorismo solicitan de continuo el arrepentimiento de estos tipos para proceder a su perdón, si son incapaces de albergar sentimientos de compasión. Ni tampoco se entiende que el Presidente López de la Autonomía vasca, escaso de luces él, sitúe en un mismo nivel a las víctimas y a sus verdugos, solicitando para éstos compensaciones económicas a cargo del erario público. En cambio es comprensible que los de Amaiur del Congreso, piden un trato de favor para sus asesinos, con toda su cara dura, porque son fieras de la misma camada
El mozo Zulueta, Zubeldía o como quiera que se llame, ahora con cuarenta y cinco años, saldrá de prisión el próximo mes de mayo hacia su caserío, pues de acuerdo con los beneficios carcelarios establecidos por ley, los 1311 años de su condena se reducirán a 21 añitos, es decir, 1.5% de la condena original. Ni más ni menos. Alguien está tonto por los Juzgados.
(1) En aquella época, años 90, Sadam Hussein sátrapa de Irak, puso de moda estos escudos, encadenando en los puentes sobre el río Tigris a europeos para evitar su destrucción por la aviación norteamericana (primera guerra de Irak)
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