El meollo de la cuestión

Aprovechando el "incidente Contador" y las sospechas de dopaje, no demostradas, surgidas en torno a este corredor ciclista madrileño, Canal Plus France ha editado cuatro vídeos tachando de tramposos, adictos a las sustancias estimulantes para mejorar sus rendimientos, a todos los deportistas españoles de élite, representados por los correspondientes teleñecos.

No obstante, todo el mundo sabe que desde hace treinta años ningún deportista francés sube al podio en París como vencedor al término del Tour, y otro tanto ocurre desde hace más de veinte con el campeonato de tenis Roland Garros. Así que la cosa viene de lejos, y se entiende que la afición francesa pueda relacionar fácilmente una cosa con la otra, es decir, que los españoles hacen trampas en todas las competiciones deportivas, en tanto que los nobles franceses se limitan a comportarse como gentelmen.

Quizás algún francés, en especial si es lector de las novelas del inspector Maigret, haya reparado en la ausencia entre todos los caricaturizados por los vídeos, Nadal, Casillas, Gasol, etc, del campeón mundial de Fórmula 1, Alonso, deduciendo que tal ausencia se debe a la participación del corredor español en las pruebas automovilísticas con bólidos franceses  Renault y además nadie en su sano juicio creería que ninguno de estos pilotos fuera capaz de sentarse repleto de pastillas ante el volante

Sin pararse en barras, los guionistas de los vídeos hacen cantar "¡Que viva España"! a los teleñecos, cambiando la letra de la canción  por otra alusiva a las perversas costumbres de nuestros nacionales.

Pero los vídeos están hechos de mal humor y por ello carecen de gracia y de ironía. Me parece raro que aquí, en España, los comentaristas deportivos retocen por los Cerros de Übeda, llevando el asunto hacia la envidia que corroe al mundo deportivo francés. Tonterías. El meollo de la cuestión está en la cantidad insoportable, para la organización de la empresa organizadora del Tour ó la de los campeonatos de tenis, de los contratos, subcontratos, fructíferos viajes de promoción  etc, perdidos y los perjuicios resultantes para el comercio francés, la prensa y radio deportivas y hasta para la fabricación de bicicletas de paseo utilizadas por las señoras, si un  ciudadano francés no gana la competición en cuestión.

Para recordar: ¡Qué viva España! en alemán cantado por Hanna Aroni: 
http://www.youtube.com/watch?v=W7aPp-4z-uw
No os perdáis esta aproximación alemana al flamenco