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miércoles, 1 de febrero de 2012

Desecho judicial


Garzón en sus tiempos felices

En mi opinión, todos los españoles somos herederos de la Historia de nuestro País, en la medida en que reconozcamos esa herencia, tal como ocurre  con los nacionales del resto del Mundo.

Ahora bien, una cosa es admitir la herencia en su integridad, sin hacer recortes caprichosos, y otra considerarnos responsables de la misma en su totalidad o en fracciones, con algún que otro sentimiento de culpabilidad añadido en el curso de la vida, si bajamos la guardia y aceptamos informaciones malevolentes sin contrastarlas. Hasta ahí podríamos llegar. 

En los desnortados tiempos que corren, han surgido nuevas generaciones de convicciones muy firmes, aunque simples, y de fondo ideológico, capaces de negar cualquier evidencia puesta ante sus ojos. Esta nuevas generaciones han dado un  metafórico paso atrás distanciador, y señalan al unísono, como si constituyeran un coro griego, a los que no comparten sus delirios, echándoles en cara responsabilidades históricas, arrogándose el papel de extraterrestres justicieros.

El ex-presidente Zapatero se adscribió voluntariamente, desde el principio de su interminable mandato, al coro griego de acusadores, jaleado por algunos como el juez Garzón, quien sirviéndose tácticamente del simplón de su señorito, trataba siempre de calmar su propio afán de notoriedad y la insaciable egolatría que le corroe.

Cuando los Magistrados del Tribunal Supremo que le juzgan por su megalomanía en el segundo juicio como imputado de su agonizante carrera, le han señalado los límites de sus atribuciones marcadas por la Ley alegramente traspasados por él, todas sus disculpas recuerdan a las de cualquier delincuente juvenil : "yo creía que..." "yo no sabía que...". Basura. 

1 comentario:

  1. Hola papá: aquí estoy otra vez. Muchas gracias por el blog. Creo que los recuerdos de la guerra y de las represalias de un lado y otro se pueden solucionar de otras maneras ¿no? Un beso. Beatriz

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