Los políticos se esfuerzan por pasar a la Historia pronunciando frases que les inmortalicen, especialmente los separatistas. Con ocasión de la victoria obtenida por la selección nacional de fútbol, un sujeto catalán ha creído dar en el blanco, diciendo que los cuatro o cinco jugadores catalanes de la selección, son unos "apátridas" y unos "traidores".
El espectáculo espontáneo de las multitudes enfervorizadas, agitando banderas rojigualdas, envolviéndose en ellas, pintándose las mejillas con los colores nacionales y vitoreando a los doce deportistas desfilando junto a su entrenador por las calles de Madrid, sobre un autobús, debe resultar trágico e insufrible, para los catalanistas. ¿Por qué?
Cualquier extranjero reaccionaría complacido al saber que un determinado jugador de la selección española tenía ascendencia francesa italiana o alemana, por ejemplo.
Pero un catalán sabe en su fuero interno que todos los chicos de la selección, catalanes o no, tienen los mismos antepasados desde antes de que Roma conquistara la Hispania celtíbera, y esto es difícilmente aceptable para él.
¿Cómo se explica entonces la exhibición de esas almas nacionalistas laceradas y desgarradas por semejante desolación? Se explica porque tienen unos celos en una sobredosis circulatoria de tal calibre, que son capaces de dejar al descubierto la auténtica naturaleza del drama freudiano catalán,¡son españoles!
¡Ojalá en España todo funcionara tan bien como esta selección tan exquisitamente dirigida! Un beos, Beatriz
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