Sesión de trabajo en el Congreso de los Diputados
Las reglas tan poco elaboradas de nuestra democracia permiten, por el contrario, a políticos con más manchas en su historial que tenían en mi época los uniformes de faena de los soldados destinados a las tareas de la cocina regimental, seguir en activo.
Porque otros personajes públicos, dan ruedas de prensa, como un juez del Tribunal Supremo, acusado por otro magistrado de defraudar a la Hacienda pública, mediante la correspondiente tarjeta de crédito oficial (así está el patio) en veinte viajes, realizados en otros tantos fines de semana, al mismo lugar, una ciudad marítima del Sur.
A diferencia de Zorrías o Zurrías este Juez ha declarado, para rechazar las malévolas acusaciones de su compañero "que su conciencia no le reprocha nada". ¡"Pero señor mío"! podríamos contestar un tanto amoscados, como los personajes azorinianos, ¡"su conciencia no es precisamente la barra de iridio parisina, una referencia de medida, su conciencia nos importa una higa, querido señor"! Estamos hartos.
Efectivamente según he leido el juez de los viajes ha declarado que se trataba de "una miseria". La verdad es que menuda conciencia pública tiene los cargos públicos! y eso que han pasado oposiciones. Me uno a tu hartazgo. Muchos beso. Beatriz
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