Desde el inicio de su presidencia de los EE.UU. en 1961, hasta que oscuras fuerzas de su propio país, olímpicamente ignoradas por la famosa Comisión Warren (1) decidieran su eliminación de la faz de la Tierra, John F. Kennedy mantuvo una tenaz pugna política con el líder soviético Nikita Jrushchov, por la hegemonía mundial, con el telón de fondo tirando a terrorífico, de una guerra termonuclear, iniciada por cualquiera de ambos contendientes.
El apasionante mano a mano entre los dos líderes, es descrito minuciosamente por el escritor y periodista Frederick Kempe en su libro "Berlin 1961" subtitulado "El lugar más peligroso del mundo"(2).
Pero esta peligrosidad resultó ser menor, a fin de cuentas, que la realmente experimentada por la Provincia más oriental de Andalucía, Almería.
Ambos líderes habían desaparecido del primer plano de la escena política, hacía ya varios meses, cuando un avión Boeing, portador de cuatro bombas atómicas de 70 kilotones cada una (la de Nagasaki tenía 20 kilotones) dispuesto para ejercer sus labores de vigilancia y de "respuesta inmediata" en la frontera turco-soviética, colisionó en la vertical de Palomares, pueblo de la citada Provincia, con un avión nodriza procedente de Morón de la Frontera, que pretendía abastecer de combustible al primero.
De las cuatro bombas del Boeing, una tomó tierra con relativa suavidad (descendió en paracaídas), otra cayó al mar cerca de la costa, y fue recuperada tras ochenta días de búsqueda gracias a las indicaciones de un pescador (Paco "el de la bomba") y las otras dos se rompieron a causa del impacto, liberando plutonio y americio radiactivos que serán detectados en aquellos lugares hasta el final del mundo.
Me pregunto si el histérico y desmesurado tratamiento periodístico dado a la actual crisis económica, amenazándonos con el término de nuestra existencia por consunción, bajo un puente, hubiera sido utilizado en los años sesenta por la prensa, radio y TV, los casos de ansiedad requiriendo tratamiento hospitalario, se contarían entonces por millones.
Peor ¿qué pecado cometimos contra los periodistas que se complacen en mostrarnos hoy cómo trepa incansable en las gráficas, cada cuarto de hora, la prima de riesgo?
(1) Su labor fue semejante a la realizada por nuestros jueces que intervinieron en el caso de los trenes de Atocha el 11 de Marzo de 2004.
(2) Libro regalo de mi hija-nuera María. Gracias María.
Tienes toda la razón. En aras a laa libertad de expresión , ahora cualquira, sepa o no sepa se pone a hablar de lo que le parece. Pero cuidado con disentir....No se puede argumentar en contra de nada. Y la desinformación, con tanta informacion , llega a grados preocupantes!!!
ResponderEliminarMuchos besos!