Tratando de encontrar un semeje para definir al antiguo Presidente o virrey de Andalucía, y después Vicepresidente primero para Asuntos Territoriales, según la chirene nomenclatura inventada por el asombro de la Moncloa, recordé aquellos paquetes, grandes o pequeños, forrados de arpillera, cosida muy tensa sobre la mercancía forrada, capaces de soportar todos los maltratos y tantarantanes del transporte por carretera ó ferrocarril.
Ahí estaba el símil para colgárselo al sátrapa andaluz, porque el hombre es semejante a los bultos que antaño se tiraban al fondo del motocarro, del camión ó del vagón de mercancías y se quedaban incólumes e indeformables
El Sr. Cháves, así se llama nuestro sujeto, se explica mal, su discurso carece de lógica y cada palabra que pronuncia, es atropellada por la siguiente. Pero cualquiera que sea la pregunta comprometida sobre las empresas familiares, hecha por el periodista de turno cuando coloca el micrófono bajo la nariz del prócer, éste sale siempre del trance, por lo menos así lo cree él, como los bultos de arpillera colocados bajo toneladas de otras mercancías, reaparecidos en cualquier caso con su forma original.
Durante su satrapía, los millones de euros han pasado a su vera, a derecha e izquierda, en maletines, mediante transferencias bancarias, y en todo caso, convenientemente lavados, destinados a toda clase de enjuagues que le es dable inventar al hombre, en especial si se trata de transacciones progresistas y sostenibles.
Las deudas dejadas a sus sucesores por alcaldes y presidentes automómicos socialistas, tras los comicios del pasado Mayo, a sus sucesores de la Oposición, apenas han merecido un gesto displicente del ex-Virrey. "Los derechohabientes, ha venido a farfullar el sujeto, deben aceptar la herencia, aunque sean deudas, para eso han ganado las elecciones" Tras semejante escogitación vicepresidencial no nos quedan palabras que añadir. El bulto ha hablado.
Para la estadística y que salga USA. muchos besos para todos!!!
ResponderEliminarY lo que más le preocupa al tío es que le pillen por trincar tanto, no cómo ha dejado Andalucia. ¡Qué país!
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