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viernes, 1 de julio de 2011

El futuro y la congoja



La prospectiva consistía, al menos en mis tiempos, en predecir determinadas tendencias futuras a partir de la extrapolación de datos, numéricos ó no, del pasado inmediato ó del presente. Las predicciones resultarían tanto más seguras cuanto más cercanas a nosotros fuera el periodo temporal considerado.
Si esta idea no ha cambiado mucho, un pequeño ejercicio de prospectiva nos permitiría vislumbrar hoy un escenario español problemático para el próximo quinquenio, a causa de los destrozos originados por el progreso, valga la paradoja.
Aunque las ideas territoriales del chico de León no se hayan cumplido en un 100%, digamos que lo han hecho en un 40%, es más que suficiente para dar sudores fríos a los encargados de lidiar con los adorables separatistas.
El concepto que tenían de la inmigración aquellos paletos llamados Calderón y Bono, autores de la frase “¡papeles para todos!” alcanzará su momento de esplendor en los años venideros con los conflictos originados por el malestar de las generaciones segunda y tercera de inmigrantes, mal ó nada asimilados, así como por la agresividad salafista.
La dependencia energética continuará su marcha ascendente y las facturas de la luz serán cantos al capitalismo más feroz. La dependencia tecnológica seguirá aumentando, dada la ignorancia politiqueril y finalmente, de momento, las mordidas de la hacienda pública a sueldos y pensiones ascenderán a cotas delirantes.
Todo está más claro como el agua. No es pesimismo. Lo dice la prospectiva.

1 comentario:

  1. Luis Ferreiro Villanueva14 de julio de 2011, 22:06

    Ya dijo que España es un “concepto discutible”. Espero que la Historia le ponga en su sitio. Un besazo

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