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jueves, 14 de julio de 2011

Nuestros polis




Los dos héroes literarios de la novela policiaca española que conozco mejor, el Jefe Plinio de la Guardia municipal de Tomelloso, Ciudad Real (Francisco García Pavón) y el brigada de la Guardia Civil de Madrid, Bevilacqua (Lorenzo Silva), son policías más bien cerebrales, y se entregan a la acción si no tienen más remedio, casi siempre al final de las novelas, para cerrar con broche de oro sus casos.

Creo firmemente que en el Cuerpo Nacional de la Policía y en la Guardia Civil existen muchos policías de carne y hueso tan sagaces como los dos de ficción citados, muy capaces de llevar a cabo su trabajo, con discreción y en silencio. Dicho esto sin ánimo de halagar a nadie, sino de hacer justicia, como digo una cosa, también digo la otra. Y es que hay policías y en este caso me refiero a los Jefes, capaces de hacer de Clouseau una estrella rutilante del mundo policial. Nunca se han conocido tantos chapuzas, primero implicados, encausados después y finalmente en el trullo.

En el curso de estos días, se han dejado implicar tres polis en el caso "del bar Faisán", a saber, el Director de la Policía, el jefe de la Policía de Guipúzcoa y un inspector (1). Se trata de la ayuda prestada por estos policías "malos" a la parte de ETA ocupada en pasar a través de la frontera francesa el dinero obtenido por la banda mediante las extorsiones, hechas a industriales y profesionales del País Vasco y de Navarra. Dicha ayuda consistió en avisar al dueño del bar, advirtiéndole que debía desaparecer "ipso facto" de la escena, invitando a sus colaboradores para esfumarse sin dejar rastro. Como todas las órdenes de los "malos" se dieron vía teléfonos portátiles y el coche del dueño del bar tenía un bonito receptor, los "buenos" tomaron nota de conversaciones comprometidas y pasaron después a la instrucción del juez.

Recuperada esta instrucción, que el Juez estrella Baltasar Garzón ocultó en un cajón de su despacho durante tres años, tenemos ya a los tres citados camino del banquillo, y a ellos seguirán, si no logran escabullirse, el Ministro del Interior y el Candidato a la presidencia de la Nación y ex-Ministro de lo mismo. Una auténtica consternación nacional.

El ex-Ministro ha presumido "de saber todo de todos", gracias al sistema de intervención de teléfonos con que cuenta. Y así el ex puede caer en su propia trampa. Como dicen los chicos en sus juegos: ¡ Muere perro traidor!

(1) Esta operación chapuza debió ser aprobada en su día por el Presidente en la agonía Zapatero, para que no peligrasen las conversaciones de sus enviados, mantenidas con vistas a la entrega de las armas por los terroristas, y permitir así a la Academia sueca que le concediera el Premio Nobel de la Paz, con el cual quiere pasar a la Historia.






Foto: El inspector Clouseau, de la serie "La pantera rosa"

1 comentario:

  1. En la ficción todo tiene mejor pinta siempre!!
    Y parece ser que ZP se va a ir a León son su Nobel de la paz. Aunque sorpresas da la vida!
    un beso muy grande con mucho cariño para todos!!
    Hoy llegan refuerzos,¿No?

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