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sábado, 23 de julio de 2011

Llega la Segunda República


El General Berenguer del entorno palaciego del Rey, heredó la dictadura de Primo de Rivera el mismo año 1929, y meses después se hizo cargo del gobierno provisional el Almirante Aznar. Ambos conocían perfectamente su escasa entidad política, y se dedicaron a realizar toques cosméticos en el curso de su llamémosle gobernanza, como la legalización de la Federación Universitaria de Estudiantes (FUE) (1) ó la atenuación de la censura implantada por don Miguel (2). Minucias. La gente se dió cuenta del poco fuelle de ambos políticos, y acuñó el término "dictablanda" para definir este periodo.

En tanto los republicanos "ex-novo" aumentaban día a día entre el pueblo, los políticos fueron abandonando al Monarca y, por tanto a la Institución monárquica, más ó menos subrepticiamente, tomando posiciones y multiplicando sus contactos. El Rey, emocionalmente implicado en el desastre de Annual, objeto de murmuraciones sobre el origen de su fortuna y señalado como enterrador de la Constitución de 1876 al aceptar ,en su día de tan buena gana, la Dictadura del General Primo de Rivera, hizo la correspondiente composición de lugar y comenzó a pensar en el exilio, cosa que finalmente llevó a cabo tras las elecciones municipales del 12 de Abril de 1931. Algún edecán especialmente nervioso propuso evitar a toda costa la marcha de don Alfonso y ante todos los palaciegos, en algún salón del Palacio de Oriente, desenvainó su sable curvo de caballería, pero el Monarca le dijo que envainara y no fuera mentecato.

Estas elecciones, un invento del Conde Romanones para salir del paso, fueron un auténtico barullo, realizadas sin las debidas garantías, con censos anteriores a 1921, actas misteriosamente desaparecidas y con más de un tercio de los votantes analfabetos y otro tercio analfabetos funciomales, de manera que el día de autos se hicieron más trampas que "en una película de chinos" (3). No obstante, el Rey se marchó rápidamente a Francia, vía Cartagena, y el día 14 de abril de 1931 se proclamó la República desde el balcón del Ministerio de la Gobernación de la Puerta del Sol ante el delirio de los asistentes. El nuevo Régimen tenía ya dos mártires recientes: los capitanes Fermín Galán de talante soviético y García Hernández, sublevados al frente de la guarnición de Jaca (Huesca) durante las Navidades del año anterior. Apresados ambos, y sometidos a un consejo de guerra fueron fusilados por órdenes de alguna mente privilegiada.

El mismo día 14 se constituyó un gobierno provisional para preparar las Cortes constituyentes (Elecciones del Junio del mismo año) Aquellos días todos eran felices como niños en la mañana de Reyes aunque pronto todos cayeron del guindo a la vez, como veremos en los próximos días.

(1) Los estudiantes de la FUE debieron pasarlo en grande, especialmente los de Medicina, hostigando a la policía, durante los días postreros de la Dictadura de don Miguel, desde los tejados de la Facultad de San Carlos en la calle de Atocha.

(2) A propósito de la censura implantada por el Dictador : un periodista y poeta ocasional pergeñó un poema laudatorio del General, compuesto por trece versos. Fué publicado en un diario de distribución nacional y leídas las letras iniciales de los trece versos aparecía la frase: "Primo borracho". Conocida inmediatamente la gracia se produjeron ceses y dimisiones en cadena.

(3) Nadie se pone de acuerdo sobre los resultados numéricos de la votación. Según el historiador Tusell, nada sospechoso, obtuvieron acta de concejales monárquicos 22.150 candidatos monárquicos frente a los 5.875 republicanos, con más de 52.000 actas sin designar. En las grandes ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia etc la victoria republicana fué abrumadora.

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