visitas

jueves, 28 de julio de 2011

Recuerdos dejados por una guerra


Mis recuerdos sobre la guerra civil (verano de1936-primavera de 1939) durante los dos años y ocho meses de su duración, apenas tiene interés, salvo quizás para mí, por aquellas tres ocasiones inolvidables, dos de ellas en compañía de mi familia, en nuestra casa situada a un par de km de Salamanca, y una tercera junto a mis compañeros de estudios del Colegio Helmántico, en las que nuestras llorosas personas coincidieron (casi) con el punto de impacto de las bombas lanzadas, con muy mala intención, por los aviones (entonces llamados aeroplanos) del Frente Popular.

Esto en cuanto se refiere al campo estrictamente bélico, porque en el socio-religioso, mis experiencias son  mucho más abundantes, pues asistí con los ilustres compañeros citados, ya repuestos del susto por completo después de las bombas, y con algunos frailes salesianos que nos pastoreaban, a no menos de una docena de acciones de gracias en una iglesia situada justo frente al palacio de Monterrey en Salamanca.Y ahora que lo pienso, aquellas volutas de humo del incienso, ascendiendo solemnes hacia las bóvedas de la iglesia, debieron inspirar las expresiones artísticas nacionales, de suyo bastante barrocas.

Poco a poco las tropas nacionales, mejor dirigidas y alimentadas, con la moral más elevada, fueron acortando el terreno ocupado por las del frente popular, y por cada ciudad importante que ocupaban las primeras, los alumnos salesianos de Salamanca ocupábamos diligentes nuestros lugares en la iglesia de las volutas.

No creo que sean muchas  las personas que tengan recuerdos de adulto de aquellos terribles años, de una nación pobre destrozándose con saña. Es posible que los historiadores del futuro consigan identificar las claves de lo que pasó, y redactar sus textos en consecuencia, aunque para entonces, afortunadamente, tan sólo interesen a los especialistas.

Foto: Iglesia del convento de las Agustinas (La Purísima), donde ascendían las volutas del incienso.

1 comentario:

  1. Lo malo es que cuando ya no quede nadie que recuerde la historia la verdad se puede enmascarar y se podrá cambiar la realidad al antojo de cada uno.
    Un beso muy fuerte!!
    Os queremos mucho!!

    ResponderEliminar