visitas

sábado, 13 de agosto de 2011

El experto


Un hombre de espaldas algo encorvadas avanzando tres pasos, alejándose de la cámara de TV y otro que caminaba  frente a ella levantando los brazos, un poco por encima de la cintura, se  fundieron en un abrazo. A continuación tuvo lugar la fase de los palmetazos, no muy vigorosos teniendo en cuenta la edad provecta de los dos sujetos. La cámara no registró si se besaron en las mejillas al estilo soviético. Instantes después se separaron y tomaron asiento en unos sillones fresquitos de fibra vegetal, para charlar  de las cosas  de su mutuo interés.

El recibido era Miguel Ángel Moratinos, Ministro de AA.EE. de España, experto en Países pertenecientes al Tercer Mundo susceptibles de dejarse querer y entregarle sus votos en la Asamblea General de la ONU para lo que se tercie, y el receptor era Raúl Castro, heredero de Fidel y copartícipe del experimento castrista realizado con cuatro generaciones de  habitantes de la Perla del Caribe para conocer, en un escenario ideal, el nivel mínimo de autoestima ciudadana alcanzable, sin menoscabo de su condición de bípedos implumes. Moratinos siempre ha apoyado de todo corazón este experimento, por el que tanto interés y curiosidad  ha sentido el asombro de León.

Las frecuentes idas y venidas de Moratinos a Cuba han respondido siempre a su deseo de ayudar al octogenario líder cubano, haciéndose cargo  de veinte o treinta familias cubanas de otros tantos molestos disidentes, incluidos estos, para la "venta" en las cancillerías europeas, de una apertura del régimen castrista. Pero una vez aquí, Moratinos no ha querido facilitar a los cubanos un estatus de refugiados políticos, tratándoles como inmigrantes comunes, destinados simplemente a añadir un toque de cosmopolitismo a las calles y plazas madrileñas. Hasta que aburridos y desilusionados consigan desplazarse a Miami.

Moratinos ha pretendido romper la unidad de acción  de los Países de la UE en cuanto a sus  tratados con la Isla, preconizada por Aznar, para que en una segunda y sagaz fase de la operación, fueran aquellos los que negociaran por separado con los dinosaurios caribeños, bajo la mirada embelesada y complaciente  del Ministro zapateril, que dejaría escapar una lagrimilla de felicidad.

Fracasada  esta  miserable operación, como todas la demás, pues Moratinos no ha  conseguido dar una en el clavo,  Zapatero le ha dejado caer, nombrando en su lugar a Trini como  Ministra de Exteriores, derrotada en la primarias del Partido por el Alcalde de Parla,  experta en hacerse fotos de escorzo dejando caer la melena a un lado, y en saludar efusivamente a Mistress Clinton  por cuenta de su señorito, el asombro de León y de Valladolid hoy agazapado en Doñana. Pero la nueva Ministra no quiere saber nada de Cuba, ni del periodista español condenado allí a siete años de prisión. Zapaterismo puro.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario