Entre los euskaldunes o euskalerríakos, como gustaba llamar a su paisanos don Miguel de Unamuno, siempre hay algún erudito local que pone al día la cuestión de los ancestros vascos.
Antes de los descubrimiento de Atapuerca (Burgos) los euskaldunes apelaban como referencia de antigüedad, a la Sagrada Biblia, sin duda por influencia eclesiástica. Incluso alguno especuló con la posibilidad de la ubicación real del Edén en algún lugar entre el Bidasoa y el Nervión, aunque la propuesta no prosperara porque a tales alturas del siglo XX la recia fe antigua había decaído mucho.
Una vez conocida, en los yacimientos burgaleses, la existencia de humanos que hacía retroceder casi un millón de años su presencia en la antigua Iberia, los vascos optaron por elegir a los cromagnones como ancestros inmediatos en el árbol genealógico euskaldún, pues adentrarse en la consideración del homo antecessor y del neandertalensis, consideradas las iconografías de ambos, con aquellas "pintas" que tenían, resultaría muy complicado explicar el asalto y ocupación de la totalidad de la Antropología por parte de la Lendakaritza. Se trataba, en resumen, de treinta a cincuentamil años de antigüedad, no de quinientos mil a un millón. Es preferible ser discretos.
"Aquí tenemos a un cromagnon y a una cromagnona", se dijeron los eruditos, "los constructores de dólmenes y mehnires, y aquí, sin solución de continuidad, a sus descendientes inmediatos los jebos de los caseríos cosechando la borona para hacer el morokil".
En la actualidad con Bildu, delegación de ETA, en en el poder municipal y regional de Guipúzcoa, una llamada Dirección General de Migración (de los maketos hacia el País vasco) de la Provincia, se ha puesto a trabajar por la independencia, comenzando por la realización de censos: cuántos son los guipuzcoanos de origen con ocho apellidos euskalerríakos que deben ser muy pocos ya, con tanta mezcolanza durante el último siglo, cuantos los pillos que han suprimido un primer apellido castellano, cuantos los nacidos fuera del País Euskaldún, o de padres foráneos, en fin datos muy completos para preparar las oportunas consultas.
La Delegación del Gobierno en el País Vasco, ha salido al paso de la iniciativa del de la "mosca" (el de los pelillos bajo el labio inferior, Presidente de la Diputación guipuzcoana) y le ha dado un plazo de veinte días para que explique sus propósitos de estabulación de los pobres contribuyentes guipuzcoanos..
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