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sábado, 30 de julio de 2011

Algo forrado de arpillera



Tratando de encontrar un semeje para definir al antiguo Presidente o virrey de Andalucía, y después Vicepresidente primero para Asuntos Territoriales, según la chirene nomenclatura inventada por el asombro de  la Moncloa, recordé aquellos paquetes, grandes o pequeños, forrados de arpillera, cosida muy tensa sobre la mercancía forrada, capaces de soportar todos los maltratos  y tantarantanes del transporte por carretera  ó ferrocarril.

Ahí estaba  el símil para colgárselo al sátrapa andaluz, porque el hombre es semejante a los bultos que antaño se tiraban al fondo del motocarro, del camión ó del vagón de mercancías y se quedaban incólumes e indeformables

El Sr. Cháves,  así se llama nuestro sujeto, se explica mal, su discurso carece de lógica y cada palabra que pronuncia, es atropellada por la siguiente. Pero cualquiera que sea  la pregunta comprometida sobre las empresas familiares, hecha por el periodista de turno cuando coloca el micrófono bajo la nariz del prócer, éste sale siempre del trance, por lo menos así lo cree él, como los bultos de arpillera colocados bajo toneladas de otras mercancías, reaparecidos en cualquier caso  con su forma original.

Durante su satrapía, los millones de euros han pasado a su vera, a derecha e izquierda, en maletines, mediante transferencias bancarias, y en todo caso, convenientemente lavados, destinados a toda clase de enjuagues que le es dable inventar al hombre, en especial si se trata de transacciones progresistas y sostenibles.

Las deudas dejadas a sus sucesores por alcaldes y presidentes automómicos socialistas, tras los comicios del pasado Mayo, a sus sucesores de la Oposición, apenas han merecido un gesto displicente del ex-Virrey. "Los derechohabientes, ha venido a farfullar el sujeto, deben aceptar la herencia, aunque sean deudas, para eso han ganado las elecciones" Tras semejante escogitación vicepresidencial no nos quedan palabras que añadir. El bulto ha hablado. 

viernes, 29 de julio de 2011

Listillo e intrigante


Si una fuerza extragaláctica muy poderosa eliminara como por arte de magia, la capacidad innata para la intriga, del ex-ministro y actual candidato a la presidencia por el Psoe, quedaría reducido a lo que es en realidad:. un profesor de Química sexagenario, arrugado y tristón, con sabor a tiza en el paladar, tratando de explicar por enésima vez, en algún instituto perdido de Cantabria, la Tabla Periódica de los elementos, a unos alumnos aburridos.

Pero todo lo que hace don Alfredo es pura intriga. Veamos un par de ejemplos:

Veinte minutos después de acampar los "indignados" en la Puerta del Sol, el señor Alfredo con su percepción intrigante de los acontecimientos, ya estaba pensando en la  inestimable utilidad de aquella fuerza civil de choque, para cargar, llegado el momento, contra las sedes del adversario político. Mientras tanto los pobres pardillos del inicio, decían que eran apolíticos.Y a estas alturas  les mantiene subvencionados con cargo al fondo de reptiles de su antiguo Ministerio, vaya usted a saber por qué extraños vericuetos administrativos. Sr Rubalcaba que le estamos viendo.

Mr. Alfred intrigó lo suyo en el asunto "Faisán", comentado días pasados, y ahora vuelve a la carga intrigando con el Yul Brinner de la Judicatura, para ocultar la intriga anterior, llevada a cabo con el presumido exhibicionista ex Juez estrella Garzón, porque Su Señoría tiene una visión barroca de la política y siente que sin una maquinación que llevarse a las circunvoluciones cerebrales, no es nadie. 

Hoy le sorprendemos, la cuestión es salir en los periódicos, copiando un eslógan de las trabajadoras del sector aeronáutico norteamericano de 1941, inventado para impulsar  la fabricación de los aviones vencedores de la Segunda Guerra Mundial. "We can do it" (Podemos hacerlo) ¡Será caradura y cursilón!     

jueves, 28 de julio de 2011

Recuerdos dejados por una guerra


Mis recuerdos sobre la guerra civil (verano de1936-primavera de 1939) durante los dos años y ocho meses de su duración, apenas tiene interés, salvo quizás para mí, por aquellas tres ocasiones inolvidables, dos de ellas en compañía de mi familia, en nuestra casa situada a un par de km de Salamanca, y una tercera junto a mis compañeros de estudios del Colegio Helmántico, en las que nuestras llorosas personas coincidieron (casi) con el punto de impacto de las bombas lanzadas, con muy mala intención, por los aviones (entonces llamados aeroplanos) del Frente Popular.

Esto en cuanto se refiere al campo estrictamente bélico, porque en el socio-religioso, mis experiencias son  mucho más abundantes, pues asistí con los ilustres compañeros citados, ya repuestos del susto por completo después de las bombas, y con algunos frailes salesianos que nos pastoreaban, a no menos de una docena de acciones de gracias en una iglesia situada justo frente al palacio de Monterrey en Salamanca.Y ahora que lo pienso, aquellas volutas de humo del incienso, ascendiendo solemnes hacia las bóvedas de la iglesia, debieron inspirar las expresiones artísticas nacionales, de suyo bastante barrocas.

Poco a poco las tropas nacionales, mejor dirigidas y alimentadas, con la moral más elevada, fueron acortando el terreno ocupado por las del frente popular, y por cada ciudad importante que ocupaban las primeras, los alumnos salesianos de Salamanca ocupábamos diligentes nuestros lugares en la iglesia de las volutas.

No creo que sean muchas  las personas que tengan recuerdos de adulto de aquellos terribles años, de una nación pobre destrozándose con saña. Es posible que los historiadores del futuro consigan identificar las claves de lo que pasó, y redactar sus textos en consecuencia, aunque para entonces, afortunadamente, tan sólo interesen a los especialistas.

Foto: Iglesia del convento de las Agustinas (La Purísima), donde ascendían las volutas del incienso.

miércoles, 27 de julio de 2011

Grillos



Cuando el Rey don Amadeo I de Saboya se marchó  del Palacio de Oriente harto, dando un portazo homérico, para volver a su Italia natal, en 1872, hizo al mismo tiempo un diagnóstico sociológico impecable de España: "¡¡Esto es una jaula de grillos!!" gritó don Amadeo fuera de sí. Llevaba apenas un año y medio entre nosotros y había dado en la diana.

Una sensación semejante debía tener cualquier lector de periódicos referida a sus paisanos, durante los años de la Segunda República: todos los días le daban un sobresalto y a veces dos.

Porque entre los españoles unos, los menos, eran de por sí seráficos y pensaban en una República idílica; otros deseaban fervientemente, y cuanto antes mejor, meter en cintura a sus compatriotas, díscolos de suyo, en beneficio de ellos mismos y enmarcarlos en una República adusta con cara de pocos amigos; muchos querían campar por sus respetos sin más y fumarse los puros del señorito; algunos soñaban con la República libertaria, sin saber muy bien qué podía ser aquello aunque sonaba bien; finalmente unos pocos añoraban los tiempos idos y, a ser posible, meterse en la máquina del tiempo  convenientemente programada hacia atrás.

El guirigay estaba servido fatalmente.

La labor parlamentaria del Congreso (1) durante el primer bienio, apenas significó una tímida nota de arpa entre el estruendo wagneriano de la orquesta constituido por las sucesivas y continuas huelgas revolucionarias y los disturbios sangrientos ocurridos por doquier, año tras año, con resultados trágicos hartas veces: Castilblanco (Cáceres), Arnedo (Logroño)  y Casas Viejas (Cádiz) son tan sólo botones de muestra.

En Asturias, los socialistas en la oposición, hicieron un ensayo general de guerra civil y, en mi opinión debieron quedar bastante satisfechos de su "performance", en especial cuando el "represor" de los mineros asturiamos, el pobre general Ochoa, fué asesinado sirviéndose sus verdugos, en este caso del protocolo visigótico.

El último acto del drama republicano, a estas horas era ya el denominado Frente Popular, fué interpretado el día 13 de Julio de 1936 por una patrulla de guardias de asalto al mando de un capitán de la Guardia Civil que, de madrugada, siguiendo esta vez el rito soviético, dió muerte al jefe de la Oposición parlamentaria, Sr. Calvo Sotelo.

El hipotético lector de periódicos, a estas alturas, de conocer algo de latín, hubiera exclamado siguiendo el ejemplo de Cicerón: "¡Sed quam res publica habemus!"


(1) Allí se discutió, entre otras cosas, una reforma agraria para repartir 6.000.000  Ha entre los campesinos sin tierra, en un País que contaba con unos pocos cientos de tractores y 2.300.000 de arados romanos, cuya tecnología era semejante a la del tiempo de Ciceron. Para repartir 100.000 Ha se tardaron dos años. 

lunes, 25 de julio de 2011

Los incendios republicanos


Proclamada la Segunda República, el jolgorio de la gente exultante que llenaba las plazas de ciudades y pueblos, cantando alternativamente, a voz en grito y seguramente desentonando, las dos versiones del himno de Riego, fué apagándose poco a poco, en días sucesivos, al percatarse los cantores de la salida del sol por el oriente, como siempre, y de su despedida al atardecer por el poniente "as usual"

Transcurridas nada más veinte jornadas desde el 14 de Abril (de 1931), un olor acre a  chamusquina, se expandió, sobre todo por la mitad sur de España, al arder intencionadamente más de cien iglesias, conventos, oratorios, colegios religiosos etc, con sus retablos renacentistas, sus bibliotecas repletas de manuscritos e incunables, sus cuadros,  sus imágenes, legajos y archivos,Todo se redujo a pavesas.

Fué un primer ensayo para "crispar" (Rodriguez dixit) el ambiente excesivamente festivo hasta el momento, tan poco grato a ciertos agentes aficionados  a ocultarse entre las sombras (1).

Los mozos que habían acudido prestos en auxilio del Monarca D. Alfonso, atrapado con su Hispano Suiza en el barro de aquella femetida carretera, veinte años después ya no existían . Ahora se dedicaban, en Murcia, Alicante, Valencia  y las capitales andaluzas, especialmente en Granada, a desarrollar sus aficiones pirómanas, extendidas de inmediato a los periódicos "de las oligarquías", a los círculos mercantiles de los burgueses con sus leontinas, y a los casinos monárquicos de "los señoritos" con sus canotiers, pajaritas, botines y bastones de bambú.

Algunos autores han denominado estas actividades incendiarias, como incursas en la "socialización de la política", que impregnó desde entonces, y así lo veremos en días sucesivos, la historia de la Segunda República, dejando en mantillas a la Primera, la federal de los cantones.

Y las Autoridades, llamadas de oficio a reprimir los desmanes, nada hicieron, los pirómanos y la mayor parte de sus instigadores quedaron protegidos para siempre en los recovecos de la Historia.

La citada socialización y la crisis económica, prepararon de consuno el plano inclinado por el que se deslizó sin remedio esta República, hacia el desastre.


(1) Algunos, no obstante, fueron conocidos por la musa de la Historia Clío, con sus nombres y apellidos.

Foto: Incendio de la iglesia de los jesuitas en la Gran Vía madrileña (mayo 1931)

sábado, 23 de julio de 2011

Llega la Segunda República


El General Berenguer del entorno palaciego del Rey, heredó la dictadura de Primo de Rivera el mismo año 1929, y meses después se hizo cargo del gobierno provisional el Almirante Aznar. Ambos conocían perfectamente su escasa entidad política, y se dedicaron a realizar toques cosméticos en el curso de su llamémosle gobernanza, como la legalización de la Federación Universitaria de Estudiantes (FUE) (1) ó la atenuación de la censura implantada por don Miguel (2). Minucias. La gente se dió cuenta del poco fuelle de ambos políticos, y acuñó el término "dictablanda" para definir este periodo.

En tanto los republicanos "ex-novo" aumentaban día a día entre el pueblo, los políticos fueron abandonando al Monarca y, por tanto a la Institución monárquica, más ó menos subrepticiamente, tomando posiciones y multiplicando sus contactos. El Rey, emocionalmente implicado en el desastre de Annual, objeto de murmuraciones sobre el origen de su fortuna y señalado como enterrador de la Constitución de 1876 al aceptar ,en su día de tan buena gana, la Dictadura del General Primo de Rivera, hizo la correspondiente composición de lugar y comenzó a pensar en el exilio, cosa que finalmente llevó a cabo tras las elecciones municipales del 12 de Abril de 1931. Algún edecán especialmente nervioso propuso evitar a toda costa la marcha de don Alfonso y ante todos los palaciegos, en algún salón del Palacio de Oriente, desenvainó su sable curvo de caballería, pero el Monarca le dijo que envainara y no fuera mentecato.

Estas elecciones, un invento del Conde Romanones para salir del paso, fueron un auténtico barullo, realizadas sin las debidas garantías, con censos anteriores a 1921, actas misteriosamente desaparecidas y con más de un tercio de los votantes analfabetos y otro tercio analfabetos funciomales, de manera que el día de autos se hicieron más trampas que "en una película de chinos" (3). No obstante, el Rey se marchó rápidamente a Francia, vía Cartagena, y el día 14 de abril de 1931 se proclamó la República desde el balcón del Ministerio de la Gobernación de la Puerta del Sol ante el delirio de los asistentes. El nuevo Régimen tenía ya dos mártires recientes: los capitanes Fermín Galán de talante soviético y García Hernández, sublevados al frente de la guarnición de Jaca (Huesca) durante las Navidades del año anterior. Apresados ambos, y sometidos a un consejo de guerra fueron fusilados por órdenes de alguna mente privilegiada.

El mismo día 14 se constituyó un gobierno provisional para preparar las Cortes constituyentes (Elecciones del Junio del mismo año) Aquellos días todos eran felices como niños en la mañana de Reyes aunque pronto todos cayeron del guindo a la vez, como veremos en los próximos días.

(1) Los estudiantes de la FUE debieron pasarlo en grande, especialmente los de Medicina, hostigando a la policía, durante los días postreros de la Dictadura de don Miguel, desde los tejados de la Facultad de San Carlos en la calle de Atocha.

(2) A propósito de la censura implantada por el Dictador : un periodista y poeta ocasional pergeñó un poema laudatorio del General, compuesto por trece versos. Fué publicado en un diario de distribución nacional y leídas las letras iniciales de los trece versos aparecía la frase: "Primo borracho". Conocida inmediatamente la gracia se produjeron ceses y dimisiones en cadena.

(3) Nadie se pone de acuerdo sobre los resultados numéricos de la votación. Según el historiador Tusell, nada sospechoso, obtuvieron acta de concejales monárquicos 22.150 candidatos monárquicos frente a los 5.875 republicanos, con más de 52.000 actas sin designar. En las grandes ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia etc la victoria republicana fué abrumadora.

viernes, 22 de julio de 2011

Propaganda


Volviendo a casa desde el Colegio Helmántico de Salamanca, durante el segundo año de la Guerra Civil, seguramente pensando, con rencor, en los tiempos gramaticales de los siniestros verbos regulares e irregulares a los que odiaba, me llamó la atención un cartel pegado por los Servicios de Prensa y Propaganda del Nuevo Régimen, entre la Calle del Grillo y el Paseo de Canalejas.

Recuerdo bien aquel cartel, donde un personaje enorme, como Gulliver, vestido al estilo de los combatientes nacionales, provisto de una gran escoba, barría a una serie de enanitos que huían despavoridos del soldado, si bien eran alcanzados por la retama del escobón manejado por el militar, hasta el punto de dar algunos volteretas en el aire

Todos los enanitos estaban identificados mediante los consiguientes letreros colocados a un lado de las pequeñas figuras, que decían: "estraperlista", "masón", "emboscado", etc. El letrero más impactante fué, para mí, el del enano definido como "politicastro". La palabra, que leía por primera vez en mi vida, quedó grabada para siempre en mi memoria desde aquel día salmantino

Ayer volví a recordar el término despreciativo, cuando repasaba la Historia de la Segunda República y del Frente Popular, porque si bien los "politicastros" siempre han existido, al menos que yo recuerde, desde el reinado de Fernando VII, la especie se multiplicó en progresión geométrica entre los rectores de la cosa pública desde que el pobre don Miguel se marchó a París para morir allí.

miércoles, 20 de julio de 2011

El Dictador




D. Miguel Primo de Rivera, el Dictador de España de 1923 a 1929, de 53 años cuando inició su aventura, era un hombre alto, fuerte, con la cintura perdida como tantos otros de la época, simpático, extrovertido, y aceptado por casi todos, como dije hace un par de días. Su bagaje cultural, perfectamente decriptible, había sido adquirido por don Miguel en las tertulias del casino de Jerez, de donde era natural. Un escritor, orador y poeta (José M. Pemán) colaborador de don Miguel, se refirió lacónicamente al General, años después, como "una locura patriótica y una ausencia de libros."

Con su simpatía, labia y entusiamo el General ganó la voluntad del Monarca, quien tampoco era un lector conocido por ser un insaciable devorador de libros, y se dispuso a desarrollar sus ideas basadas en una mezcla de arbitrismo del siglo XVII, de despotismo ilustrado del siglo XVIII y de regeneracionismo del siglo XIX.

Ahora bien, España estaba tan necesitada de que alguien abriera las ventanas y la ventilara un poco, que el General tuvo notables éxitos, prácticamente inmediatos, en los campos económico, social y educativo. Y también fracasos, se enfrentó con la Universidad porque no entendió su importancia en la escena nacional, así como con algunos intelectuales de fuste (Unamuno, Valle Inclán y otros hoy olvidados).

Por supuesto que acabó pronto con la pesadilla marroquí, apoyado estratégicamente por Francia en parecidas dificultades a las de España, pacificando la zona con mano izquierda hasta la independencia de Marruecos, ya muy avanzado el siglo. A su vez, el pistolerismo anarquista de Cataluña de larga duración, perturbador de la vida de Barcelona, le duró al General, con el apoyo del general Martinez Anido, un cuarto de hora.

Una de las primeras tareas del General consistió en arremeter contra los caciques políticos de las ciudades grandes y pequeñas, quienes constituían el escalón inicial del sistema político parlamentario vigente hasta su anulación por la Dictadura y objeto de las más acervas diatribas por todos los asistentes a las tertulias de casinos y reboticas.

La primera carretera asfaltada, después todas las radiales, y otras muchas, se vieron por primera vez en tiempos del General. Éste puso en marcha además, las Confederaciones Hidrográficas, tal como se conocían hasta hace muy poco tiempo y la Empresa Campsa, la cual más ó menos desdibujada aún perdura, al menos de nombre.

Lo malo es que tras el éxito marroquí, don Miguel no supo marcharse a tiempo y prolongó su mandato cometiendo errores de bulto, como la creación de la "Unión Patriótica", "partido político pero apolítico" según el galimatías expuesto por el propio General a los medios, por cierto, refugio de innumerables caciques, poco menos que inmortales. A la "Unión", el General añadió una "Asamblea Nacional", especie de símil parlamentario que marcó el inicio del disfavor de los ciudadanos hacia don Miguel.

La bonanza económica de aquellos años dió paso a una crisis, muy parecida en sus orígenes a la actual, y todo se le fué de las manos a don Miguel. Así que sin apoyos, ni siquiera entre sus compañeros Generales, ni del Rey que se hizo el distraído, el Dictador, sintiéndose mayor y enfermo, debió exiliarse a París, donde falleció pocas semanas después.





lunes, 18 de julio de 2011

La primera dictadura



En pocos años, de manera casi subrepticia, España fué deslizándose hacia su primera dictadura del siglo XX. Me gustaría describir el proceso en pocas frases. Es cuestión de intentarlo.

La guerra de Marruecos y el mantenimiento del Ejército, costaban una pasta, como se dice ahora : nada menos que la mitad del presupuesto anual. La pacificación de aquellos pedregales rifeños, en los que nos habían metido Francia y Gran Bretaña, recelosas la una de la otra, las cuales, a su vez, pretendían alejar de la zona al Imperio Alemán, parecía más alejada cada día.

La trágica retirada de Annual hasta las puertas de Melilla (1921) que fué más bien un sálvese quien pueda y contagió a casi todas las unidades combatientes, tuvo un efecto demoledor en la moral del País.

Por otra parte la relativa bonanza económica originada por las exportaciones de todo lo habido y por haber en el solar patrio, desde barcos a botas, hechas a los países aliados durante la Primera Guerra Mundial, se acabó con la Paz de Versalles, dejando como contrapartida lo que entonces se llamó "la carestía de las subsistencias" cuya incidencia golpeó especialmente a las clases más modestas.

La disminución del campesinado en favor del proletariado industrial, iniciado en esta época y continuado durante las dos siguientes, facilitó la labor de captación por parte de los sindicatos de clase, y del anarquismo, la de este último especialmente en Cataluña, con el consiguiente adoctrinamiento, que daría sus frutos quince años después.

Entre unas y otras cosas, el deseo de un cambio había infiltrado a toda la sociedad sin distinción de clases, y el golpe de estado incruento llevado a cabo por el General Primo de Rivera, fué recibido con alivio por todos, desde el Rey don Alfonso, hasta el Sindicato de la UGT y los políticos socialistas que prestaron su apoyo al General.

Así, se inició también una sutil corriente de simpatía entre la Dictadura y el Régimen dictatorial del cavalliere Mussolini, aunque las diferencias personales entre el Duce italiano y el General, eran abismales. El General se paseaba por Madrid sin escolta, vestido de paisano con su canotier y su bastón de bambú, fumando un puro y comprando su mercancía a las floristas de la calle de Alcalá, para adornar su solapa, en tanto que Mussolini, con sus fastuosos uniformes, rodeado siempre por su guardia pretoriana intentaba rememorar los fastos de la Roma Imperial para enfervorizar y galvanizar a sus compatriotas.

sábado, 16 de julio de 2011

Lo que había tras el Hispano




Cuando el Rey constitucional don Alfonso XIII conseguía salir del barro conduciendo su Hispano Suiza, como vimos ayer (1), la vida política del País seguía por inercia el modelo ya agotado, puesto en marcha cuarenta años antes, durante la Restauración, una vez resuelto el caos tragicómico de la Primera República y sus Cantones.

España estaba entonces atrasada en muchos aspectos. Hoy diríamos que formaba parte del Tercer Mundo (2) ó poco menos. Sin resolver muchos problemas del siglo anterior, se añadían otros nuevos, en tanto el "sistema" era incapaz de detectarlos, y menos de corregirlos. Tan solo algún político especialmente sagaz, como E. Dato (conservador) tenía una idea de la deriva nacional y dió un primer paso en la buena dirección, creando una Seguridad Social en beneficio de la clase obrera.

En aquella época, la población era fundamentalmente campesina, y en ella constituían legiones los carentes de tierra. Menos de una quinta parte del total de los proletarios, trabajaba en la industria, sidero-metalúrgica y minera. Considerados en su totalidad, un porcenteje terrorífico de los obreros eran iletrados.

La ausencia de capitales resultaba patente, salvo en Cataluña y en el País Vasco, regiones especialmente mimadas por el poder central con los famosos aranceles, de los que hoy nadie se acuerda.

El caso es que las tensiones sociales más ó menos soterradas, estallaban de vez en cuando (Semana trágica de Barcelona (1909), Huelga revolucionaria (1917), incendios de cosechas, etc. y con una España de esta guisa se les ocurre meterse en una guerra colonial sin fin (Marruecos) adornada con un desastre incluído (Annual) (30.000 bajas) debido a la incompetencia de los mandos superiores. Como para alegrar al personal. (Continuará mañana)


(1) Beevor escribe irónico un título para la foto: "El Rey Alfonso XIII conociendo a su pueblo".
(2) En una situación parecida ó peor se hallaban en Europa, Grecia, los países del Este europeo, incluída Rusia, los países balcánicos, Portugal e Irlanda.
(3)Los anarquistas de la "acción directa", cerebros portentosos, asesinaron a Dato en la Plaza de la Independencia de Madrid (Puerta de Alcalá)