No sé si fueron los bolcheviques (de consuno con los mencheviques o por su propia cuenta y riesgo) los primeros en sacar a relucir "la praxis" y sus contradicciones con "la teoría", a mediados del siglo pasado.
El caso es que un refrán nuestro (no descarto la existencia de otros semejantes de distintos países) cuyo origen se pierde en las brumas del pasado, viene a decir lo mismo, precediendo en quinientos años puede que algunos más, a la difusión de "la praxis" soviética. Según este refrán, "del dicho al hecho hay mucho trecho"
Cuando oímos a representantes de todos los partidos y sindicatos (menos a los comunistas que han tenido, tienen y tendrán siempre razón, en todo lo que han dicho, dicen y dirán) sobre la necesaria transparencia de la gestión que les corresponde, uno se acuerda de"la teoría" y "la praxis"y las contradicciones entre ambas.
Hace dos o tres días escuche por la TV a un antiguo sindicalista asturiano, un tal Pablo, expulsado de la Unión Genaral de trabajadores (UGT) por mostrarse muy crítico con la cúpula de su sindicato, filial de Partido Socialista Obrero de España (PSOE). Pablo dijo haber estudiado la composición de dicha cúpula de Asturias, hallando cincuenta y nueve casos de nepotismo en la organización sindical, sin contar la posible presencia de parientes políticos, primos segundos, terceros, etc.
En estas condiciones ¿quién es capaz de luchar contra la plaga de la corrupción, con la suficiente presencia de ánimo para aguantar impertérrito los reproches de la parienta o de la suegra, una vez llegado al hogar?.
Los partidos y los sindicatos asturianos y aún más los andaluces, que llevan casi cuarenta años ininterrumpidos bajo el mando socialista, y van ya por la segunda generación de "mandamases" de las mismas estirpes, cualquier proyecto de iniciar una nueva política de transparencia en la gestión, suena a música celestial.
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