El diputado portavoz de Amaiur/Eta que hace tres o cuatro días vomitaba denuestos e invectivas desde la tribuna de oradores del Congreso contra la Corona española, dando saltos incontrolados, agitando sobre su cabeza la bandera de su comunidad autónoma y gritando desmadrado, se apellida Cuadra.
Cuadra es una muestra junto a su predecesor en el grupo Amaiur/Eta, apellidado Alegría, de la mezcla masiva de la etnia vasca (llegada a la Península desde lugares remotos situados al norte de las llanuras del Danubio, hace quizás más de dos mil años, que tampoco es para tanto) con las diversas etnias a las que pertenecen el resto de los españoles (iberos y celtas fundamentalmente), mezcla o mestizaje producidos, lo quieran o no, durante el último siglo y medio de industrialización del País Vasco. En el curso de los doce siglos precedentes, la mezcla étnica había sido más lenta a causa de la barrera idiomática, aunque siempre existió.
Alegría fue licenciado por su partido separatista porque su discurso político resultaba moderado, conciliador, casi idílico y la dirección del partido ha preferido exhibir los modales de Cuadra para que sus votantes puedan disfrutar viendo en acción a su colega, colmándoles de dicha la "performance" del sujeto.
El caso es que el discurso del separatismo vasco podría tener un atisbo de lógica, si pudiera demostrar que los vascos puros actuales, si alguno queda entre la gran mayoría de los "mezclados" o mestizos, son neandertales vivos y coleando ¿o serán cromañones? En fin, sea como sea, es una cuestión de homínidos.
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