Se ha dicho que el fenómeno mediático Ada Colau, lideresa de la Plataforma de Afectados por la Hipotecas, PAH, es una antisistema. Ni mucho menos, en mi opinión.
Aunque lo desmienta con toda solemnidad su psiquiatra, Ada es una simple bolivariana, que sabe llevar a la gente de aquí para allá, y lo que más excita sus corrientes internas de adrenalina es la facilidad con que las masas obedecen, incluso para arrastrar los cañones camino de Versalles.
Afirma Ada que lleva cuatro años reclamando la suspensión de los desahucios. No, Ada, no lo has pensado desde que Don Mariano y Montoro empezaron, con propósitos nefandos, a escudriñar las cuentas bancarias de la gente común, en tanto que tú perteneces a las adherencias subvencionadas e inmunes del Estado.
Tus antecedentes más remotos son los líderes callejeros de la 1ª República, surgidos al calor del barullo, proclamando la toma ineludible de la aldea vecina o el bombardeo naval de Alicante, si es preciso.
Perteneces a esa España incapaz de sacudirse los restos magrebíes que le quedan. Aprueba las dos últimas asignaturas de tu carrera y ponte a trabajar. A ver si entre unos y otros me pagáis la pensión sin darme tantos sobresaltos.
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