El duque consorte de Palma |
La espinosa noticia de la imputación de la Infanta doña Cristina, Duquesa de Palma, e hija menor de S M el Rey de España, en la misma causa abierta hace año y medio a su marido el Duque consorte de Palma, en el siglo Iñaki Urdangarín, ha dado la vuelta al mundo, dejando defraudados a muchos y a otros exultantes, como ocurre siempre.
Iñaki se justificó poco antes de pisar por primera vez los umbrales del Juzgado de Palma de Mallorca, donde se lleva su caso, diciendo que tenía muchos hijos y se veía obligado a hacer algo por ellos, como cualquier padre de familia, sea o no Duque. También dijo en la misma o en otra ocasión que estaba decidido a defender su honor ante la Ley. Todo muy plausible pero poco convincente.
El invento creado por el genio maléfico de la ocasión, un tal Torres (también imputado y acusador de la Infanta) y el apoyo entusiasta de Urdangarín, fue el Instituto "Nóos", "de fines no lucrativos", una especie de asesoría, con un ordenador y una secretaria, para alentar la práctica por la juventud de la gimnasia sueca y de los deportes.
Aquellos organismos públicos y entidades privadas a las que convencía Torres de la bondades de la gimnasia sueca, y deseaban ser bienquistos por la Casa Real, pagaban generosas facturas procedentes de unas sociedades instrumentales relacionadas con "Nóos", al frente de las cuales se hallaban los encausados.
Cuando las dudas invadía el ánimo de los contactados por "Nóos", a la hora de firmar los compromisos correspondientes, se abría la puerta de la instancia y la visión de la alta figura del Duque consorte, surgida en aquel momento, ejercía de poderoso catalizador para dinamizar la conclusión del trato.
Este asunto fue descubierto por la existencia de una facturillas anodinas entre la documentación de otro caso ("Palma Arena") llevado por el mismo juez a quien se le ocurrió tirar del hilo.
Los informes que facilitaba la secretaria de "Noos", dos o tres páginas mecanografiadas, estaban copiados de Wikipedia por la misma secretaria. En cuanto a los ingresos del Instituto no se han acabado de contar por el Juzgado de Palma. En este momento quizás pasen de una docena de millones de euros.
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