La vida política nacional, al menos tal como se desprende de la lectura de los diarios, puede calificarse como extraña, estrambótica, rara, o como decían en mis tiempos de Bilbao, chirene. Para explicar esta palabra en el Bocho solían poner el ejemplo de un individuo que se metía en un bote para atravesar la ría y pretendía hacerlo avanzar remando con un manojo de juncos. Una situación chirene.
Una de estas situaciones será puesta en escena mañana, 25 de Abril, a las cinco en punto de la tarde, en la operación llamada "Asedio al Congreso", cuyos desconocidos líderes pretenden emular a los revolucionarios de la Revolución por antonomasia. Quieren la dimisión del Gobierno, del Jefe del Estado, y la disolución de las Cortes, es decir la caída del Régimen y salir en la mayor cantidad posible de fotografías de escorzo, señalando con el índice el futuro que les espera, si consiguen sus objetivos. Más que nada para. pasar a las páginas de la Historia de una manera digna, y ser los héroes de las futuras promociones de escolares.
Una autodenominada "Asociación de Jóvenes Abogados" (habrá que ver a los aguerridos picapleitos) garantiza la defensa jurídica de los posibles detenidos en las algaradas justicieras que tendrán lugar este Jueves, en la Carrera de San Jerónimo y en la Plaza de Neptuno y han dicho "que no van a tolerar agresiones en el legítimo ejercicio de la defensa de los derechos fundamentales" de los citoyens asaltantes. Es decir, cuando estáis asaltando el Congreso, vuestro asalto ¿estará garantizado por los asaltados?
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