El trío del tripartito |
Cuando el señor Presidente del Gobierno Nacional está dispuesto a ceder en cuestiones económicas ante las insinuaciones sobre la independencia catalana masculladas por Mas entre bastidores y reuniones secretas, los servicios de Hacienda que obedecen ciegamente al señor Montoro obsceno inquisidor de nuestras bolsas, tratan de distraernos con cifras y porcentajes, para que vayamos picoteando, contando con que la mayor parte de los contribuyentes es "de letras" y, a la vista de las cifras, pierde la orientación sin entender gran cosa.
Como es sabido, el gobierno catalán de aficionados del tripartito dejó a su cese una deuda de 30.000 millones de euros (equivalentes a cinco billones cuarenta mil millones de pesetas), y el señor de la sonrisa Floyd, sucesor del tripartito, en su frenética construcción de un sedicente mini estado, siguió gastando y gastando hasta que la montaña de facturas alcanzó el nivel de 44.000 millones de euros (es decir, siete billones de euros, cuatrocientos cuarenta mil millones, de las añoradas peseta). Los catalanes y las catalanas contribuyentes serán (restando niños y adolescentes) unos cinco millones, de modo que cada uno, para pagar las facturas de la hacienda catalana, debería abonar al fisco catalán, como promedio, casi un millón y medio de pesetas.
La imposibilidad material de llegar a semejante solución, hace que cada día transcurrido crezca la tentación en el señor Rajoy, para que unos treinta millones de españoles no catalanes, corramos en auxilio de los susodichos cinco millones y compartamos como buenos hermanos, sus deudas. Y este es el fondo de la monserga con la que los señores Rajoy y Montoro, a los que se ha unido la señora Cospedal, distraen nuestros ocios. La cuestión se centra pues en si se limita la capacidad para endeudarse al común de las Autonomías a 1.2% del PBI, frente al 2.1 o 2.2 concedido a la Cataluña del sujeto de la sonrisa Floyd. Total, que los españoles no levantamos cabeza desde los tiempos de S M el Rey Don Felipe II, cuando se gastaban toneladas de oro y plata en el mantenimiento de un Imperio, para nada.
1º Todas esas comunidades que están en contra de un déficit diferenciado para Catalunya (no será sólo para Catalunya sino también para Valencia, Murcia, Madrid y Baleares) no reconocen en ningún momento que ellas pueden tener un déficit menor ya que reciben más dinero del que producen.
ResponderEliminar2ª La mayor parte del déficit catalán responde a las inversiones que los catalanes en sustitución de las que en 30 años no ha realizado el estado jamás en esta región (recordemos que, para 7,5 millones de habitantes y 4 provincias, sólo existe media autovía gratuita estatal). Esta falta de estructuras (durante 30 años se ha invertido en Catalunya en términos reales un 8 % de la inversión total en comparacón al 16 % de la población, en 20 % de la economía nacional y el 25 % de los impuestos recaudados en el total del estado) ha obligado a los catalanes a invertir de su propio bolsillo para contrarrestar esta falta de infraestructuras. En resumen, los catalanes hemos pagado parte de las infraestructuras de Castilla, hemos sufrago las nuestras propias y además nos vemos obligados a viajar por autopistas de pago donde otros lo hacen por autovías gratuitas financiadas por todos.
3ª Durante 30 años Galicia, Asturias, Cantabris, las dos Castillas, Extremadura y Andalucía han recibido mucho más dinero que el que producían y Catalunya ha recibido mucho menos, de manera que al final del reparto las comunidades que menos producían han recibido en términos absolutos mayor cantidad de dinero que las que eran aportadoras netas.
4ª Lo que deberían haber hecho todas esas comunidades es aprovechar ese dinero extra que recibieron durante 30 años para aumentar su riqueza y productividad, cosa que no han cumplido en absoluto.
Y no olvidéis que todavía ahora, el 16 % de la población española de Catalunya aporta el 25 % de los impuestos de este país. NADIE salvo los catalanes está pagando su deuda propia y la de los demás, esa es la verdadera razón del déficit y la deuda catalana.